Sale a la luz la verdad tras la viral campaña de Maybelline en el Metro de Londres
La firma ha presentado una máscara de pestañas con una publicidad nunca vista hasta ahora
Así es el anuncio que arranca la campaña de Lotería de Navidad 2023

Las campañas publicitarias están pensadas para llamar la atención y los equipos de profesionales trabajan durante meses para conseguir estos efectos. Y es que los anuncios tradicionales no suelen llamar la atención, y más en un mundo en que tenemos 'imputs' de este tipo por todos lados, por lo que encontrar la manera de enganchar a un posible cliente con información sobre un producto no es fácil.
Sin embargo, existen ideas ingeniosas y rompedores que hacen que, de repente, todas las miradas se centren en un anuncio o producto. Prueba de ello han sido, en los últimos tiempos y solo por poner un ejemplo, las campañas futbolísticas con lonas instaladas en zonas visibles, como las del Barça o la Kings League.
Otros optan por intentar llamar la atención en sitios muy frecuentados como los espacios del transporte público, donde se ven carteles o incluso vagones y andenes personalizados con marcas. Esto es lo que ha hecho la firma de cosmética Maybelline, que ha lanzado una sorprendente campaña que se ha vuelto viral porque hasta ahora no se había visto nada igual.
Maquillaje en el andén
La campaña en cuestión pretendía dar a conocer la Lash Sensational Sky High, una máscara de pestañas 'waterproof' que consigue alargar y dar volumen a esta parte de los ojos. Y para presentar el producto se decidió llevar a cabo una creativa acción de 'street marketing': algunos trenes del Metro de Londres tenían gigantescas pestañas de plástico y en las estaciones había enormes botes de máscara de pestañas de este modelo con su varita de rímel preparada para realizar su acción.
Cuando los vagones pasaban justo por allí se creaba el efecto totalmente real de que se estaba poniendo rímel a las pestañas, que a pesar de tener un tamaño desmesurado contaban con el perfecto movimiento rizador. Lo mismo se repitió en algunos buses y edificios de la capital británica. Como no podía ser de otra manera, los usuarios alucinaron con la propuesta y las redes sociales se llenaron de reacciones al respecto, lo que hizo que la campaña fuera todavía más viral.
El revuelo ha llevado a que se haya descubierto el truco tras este efecto visual: la campaña no es real. El equipo de marketing de esta marca, del grupo L'Oréal, confesó que la campaña era digital y que no había ni un solo edificio con una barra de rímel colgando así como tampoco pestañas en buses y metros.
«El objetivo era crear algo que sorprendiera al consumidor y le hiciera cuestionar si era real o falso«, han llegado a reconocer desde el área que ha impulsado la iniciativa. La firma resalta que priorizaron buscar »un activo digital que fuera divertido y entretenido«.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete