El padre de una niña con parálisis cerebral estalla tras ver un coche aparcado en la puerta de su casa: «Espero que nunca pases por eso»

Junto a la pequeña, este pediatra de Cartagena ha formado un equipo inseparable en el intento de concienciar sobre la discapacidad a través del deporte. Tras la pandemia, Joaquín comenzó a correr con su hija, ella sentada en un carro y él detrás empujando. Fue entonces cuando se dio cuenta que los tiempos de permanencia de Julia en la silla de ruedas donde se desplaza eran mayores y continuó haciéndolo con mayor asiduidad.

Ahora, casi tres años después de ese momento, padre e hija cuentan con mucha experiencia a sus espaldas: han formado su propio bajo el nombre de J&J Running Team, han completado siete medias maratones y han superado los 5.000 kilómetros de recorrido.

Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas para él y su familia, que aún a día de hoy se ven expuestos a situaciones comprometedoras que ponen en riesgo la integridad de la pequeña Julia.

La última, hace apenas unas horas, cuando un coche ocupó el aparcamiento frente a la puerta de su casa, adaptada para personas con movilidad reducida, obligando a transportar a la pequeña en brazos. El vehículo se encontraba situado en una zona señalizada con líneas amarillas, donde está prohibido estacionar. Así lo ha denunciado el propio Joaquín a través de sus redes sociales, contando a sus más de 7.000 seguidores lo que le había sucedido.

Ante la imposibilidad de contactar con el conductor que había ocupado la plaza y la tardanza de la policía (más de 50 minutos) para retirar el vehículo, el padre de Julia decidió escribirle una nota que ha compartido para evitar que esto vuelva a sucederle a él o a otras personas con movilidad reducida.

«Hola, mi nombre es Joaquín y soy el padre de Julia, una niña con parálisis cerebral. Aparcar donde no debes me ha hecho tener que cargarla a peso por no caber su silla, espero que nunca pases por eso», ha escrito en este mensaje para el individuo que había ocupado la plaza «a pesar de la línea amarilla».

Este bloguero murciano ha querido visibilizar esta situación que se produce de manera frecuente y que puede condicionar la vida de una simple niña con discapacidad: «¿Por qué leches tengo yo que sentirme culpable de avisar a policía porque me pongan un coche en la puerta de casa, que la he adaptado y está señalizada con línea amarilla y tenga que cargar a Julia porque la silla no quepa? Es que mira que soy tonto, leches», ha criticado en su cuenta de X (antes Twitter).

Miles de usuarios se han solidarizado con el padre de la pequeña Julia, aplaudiendo su gesto y pidiéndole que la próxima vez no sea tan benevolente con la persona que incumpla la normativa. El post de denuncia supera ya los 1.000 retweets y los 9.000 'me gustas'.