Una mujer que pospuso ser madre para centrarse en su carrera asegura arrepentirse: «Criar ahora a un bebé con 40 es duro»
Esta doctora en psicología y su marido tomaron la decisión de impulsar sus vidas laborales antes de formar una familia. Ahora, dice, «haría las cosas diferentes»
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Para muchas mujeres llega un momento en sus vidas en el que deben decidir entre impulsar sus carreras laborales o ser madres y, si deciden hacer ambas cosas, siempre hay una faceta que deben sacrificar.
Es la realidad para gran parte de la población femenina mundial, que sigue luchando por una plena conciliación mientras la brecha laboral por la maternidad sigue siendo un asunto pendiente.
En el caso de la protagonista de nuestra historia, la estadounidense Leslie Dobson, la prioridad tanto en su veintena como en su treintena, y la de su pareja, fue lograr avanzar en sus trabajos después de pasar años estudiando másteres y doctorados tras su paso por la universidad.
Una vez logrados los títulos que ansiaban, ambos doctores en psicología debían lograr una estabilidad económica que pasaba, para empezar, por ganar lo suficiente para devolver sus préstamos de estudios que ascendían a más de medio millón cada uno.
Esto les llevó a tomar la decisión de empezar a trabajar para el gobierno, ejerciendo de psicólogos en lugares como prisiones y centros federales, lo que les hizo, de mutuo acuerdo, posponer la formación de una familia.
Sin embargo, y tal y como ella misma ha contado en primera persona en el 'Business Insider', ahora, con 40 años y dos hijos, cree que quizá debió «hacer las cosas diferentes».
«Quería definirme a mí misma por mi trabajo y no por mi familia»
«Siempre quise encontrar una carrera que me encantara y que definiera quién era yo, en lugar de tener obtener esa definición por ser esposa y madre, pero ahora tengo 40 años y estoy criando a una niña de 7 y un niño de 2 años... Mirando hacia atrás, desearía haber hecho las cosas de otra manera», confiesa.
Leslie ha visto a lo largo de los años cómo sus hermanas criaban a sus sobrinos y asegura que no sintió celos en ningún momento al estar plenamente convencida de que estaba haciendo lo correcto.
Después, ya con 31 años, se casó con su novio y se plantearon comenzar a intentarlo. Sin embargo, hallaron problemas inesperados.
Problemas para quedarse embarazada
«Me sometí a una cirugía abdominal de emergencia en 2015 y no me di cuenta de que la cirugía había provocado tejido cicatricial, lesión en las trompas de Falopio y la pérdida de uno de mis ovarios», revela.
«Comencé un tratamiento de fertilidad y fecundación in vitro y pasé por ocho ciclos, que costaron cientos de miles de dólares. Terminé embarazada de forma natural de mi primer hijo, pero mi segundo hijo fue mediante in vitro», detalla Leslie, que congeló sus óvulos entre los 32 y los 36 años.
«Mis embarazos fueron duros para mi cuerpo. La segunda vez tardé más en sanar de mi cesárea y mucho más en perder el peso que gané»
Leslie Dobson
Una vez que llegaron los pequeños, sintió que quizá haber sido madre más joven habría sido más fácil como ella como mujer: «Mis embarazos fueron duros para mi cuerpo. La segunda vez tardé más en sanar de mi cesárea y mucho más en perder el peso que gané. También sentí que me faltaba la misma energía y paciencia para las etapas y necesidades de la infancia».
Dinero suficiente para contratar personal para cuidar a sus hijos y poder dormir
Sin embargo y aunque se arrepiente en un sentido biológico, no lo hace en el laboral y es que ahora, cuenta, tiene dinero suficiente para contratar cuidados para sus hijos, incluyendo una enfermera nocturna para poder dormir.
«Lo mejor de dónde me encuentro en mi vida es que tengo ingresos estables y puedo pagar el cuidado de mis hijos. Es muy útil, especialmente si estás motivado por tu carrera y quieres trabajar después de tener hijos», explica.
«La acumulación de horas de sueño perdidas o interrumpidas durante meses como madre puede provocar ansiedad y depresión. Con mi segundo hijo, contraté una enfermera nocturna por 35 euros (38 dólares) la hora para poder dormir», cuenta, sobre los beneficios a nivel financiero que le supuso dar prioridad a su carrera.
Para terminar, lanza una reflexión sobre lo importante que es para ella que su hija mayor la vea trabajar duro y saque de ella un ejemplo de que una mujer puede obtener confianza y segurdiad gracias a su realización laboral:
«Quiero que ella vea la fuerza y la confianza que provienen de mi trabajo. En los días en que desearía haber tenido hijos antes, esto es lo que me ayuda a sentirme en paz», concluye.
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