Un hombre va a devolver un zumo al supermercado y vuelve a casa con 285 millones de euros

Tayeb Souami, un contable de Nueva Jersey, se encontraba en una situación financiera complicada. A sus 56 años, había rehipotecado su casa para pagar la matrícula universitaria de sus hijos, lo que lo dejó en una situación económica delicada. Como muchos, él y su esposa trataban de estirar cada céntimo, buscando formas de ahorrar en cualquier cosa, incluso en un simple zumo.

Un día, Tayeb regresó a casa con una botella de zumo de naranja que le había costado algo más de 4 euros, una cifra que a su esposa le pareció exagerada. Razón por la que le insistió en que lo devolviera, ya que, según le reveló, podía conseguir el mismo producto por la mitad de precio en otro establecimiento. Aunque la tarea le resultó un tanto molesta, Tayeb decidió hacerle caso y se dirigió al supermercado 'ShopRite', en Hackensack, para devolver el producto.

Sin embargo, lo que parecía ser una simple devolución se transformó en un evento que cambió su vida para siempre. Mientras estaba en la fila para recibir el reembolso, Souami vio un anuncio de la lotería 'Powerball' y, sin pensárselo dos veces, decidió usar el dinero del reembolso para comprar dos billetes de lotería. A pesar de que había vuelto a la tienda para ahorrarse ese dinero, la tentación de probar suerte fue más fuerte.

Como muchos, Tayeb no esperaba ser agraciado con ningún premio, por lo que casi se olvidó de su apuesta. Fue al día siguiente, mientras lavaba su vehículo, cuando decidió verificar sus boletos en una tienda '7-Eleven'. El primer recibo no resultó ser ganador, pero al escanear el segundo, la máquina mostró un mensaje inusual: «Debe ser visto por el empleado».

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Creyendo que se trataba de un error, Souami llevó el resguardo a la cajera, quien exclamó: «Oh, Dios mío, oh, Dios mío», al darse cuenta de lo que estaba pasando, y es que el hombre acababa de ganar 315 millones de dólares, aproximadamente 285 millones de euros.

Un golpe de suerte que no solo cambió su vida, sino también la de su familia. En una rueda de prensa, Souami compartió que su prioridad era asegurar el futuro de sus hijos, de 20 y 17 años, apoyándolos en su educación. Aunque su victoria le permitió soñar con una vida más cómoda, no expresó ningún interés en gastar mucho dinero en algo extravagante para él y su esposa. Sin embargo, sugirió que compraría mucho más zumo. «Ahora me encanta el zumo de naranja», bromeó, refiriéndose al producto que lo llevó a obtener una fortuna inimaginable.