¿Eres fife o potaxie? El surrealista submundo de TikTok que obsesiona a la Generación Z
El extravagante y autoparódico vocabulario de los más jóvenes incluye todo tipo de términos para hablar de masculinidades tóxicas y personas icónicas
¿Qué fue de lo 'hipster'? O cómo TikTok, la ideología y la adultez lo erradicaron

El humor, como todo, cambia con el tiempo. Desde Paco Martínez Soria hasta la leyenda de la Puchaina han pasado seis décadas y multitud de generaciones y cambios sociales que, entre otras cosas, han condicionado nuestra forma de enfrentarnos a la comedia.
Al igual que nos hemos acostumbrado a escuchar música con auriculares o a ir al cine desde el sofá de casa, las nuevas plataformas también han jugado un papel importante en la evolución de cómo consumimos el humor.
De este modo, la Generación Z, los nacidos entre 1997 y 2012, han dejado de ver la televisión o incluso Netflix -más populares entre 'boomers' y 'millenials', respectivamente- y los han sustituido por TikTok.
En esta red social de origen chino, cuya popularidad se disparó durante la pandemia, los usuarios comparten vídeos de todo tipo. Los más habituales al principio eran bailes virales o 'sketches' de corte clásico, pero rápidamente evolucionó hasta un punto mucho más absurdo. Así llegaron las puchainas, las potaxies y toda esta locura generacional.
'Fifes' vs 'potaxies': toda la 'verdunch' sobre el vocabulario zeta
Todo comenzó en 2020 con un vídeo de una mujer dominicana que recomendaba comer aguacates por ser ricos en potasio, pronunciando el nombre de este mineral como «potacsio» o «potaxio». Su actitud cómica, chulesca y despreocupada, así como su errónea manera de decir la palabra, encandiló a millones de usuarios jóvenes de redes sociales que la convirtieron en un meme viral que empezaron a referenciar de forma habitual.
Cuando en los últimos meses ha surgido el término 'fife', en referencia a chicos con una masculinidad tóxica, se ha empezado a utilizar como antónimo 'potaxie', terminado en '-e' (parodiando el lenguaje inclusivo). Es importante destacar que detrás de todo esto hay un importante componente paródico, en el que los propios usuarios no se toman en serio a sí mismos.
Por un lado, los 'fifes' son chicos a los que los 'potaxies' consideran básicos, excesivamente masculinos, incluso homófobos o machistas, y el nombre viene del videojuego 'Fifa', al que serían adictos los 'fifes'. Los 'potaxies', por su parte, son personas desacomplejadas, menos «heteronormativas» y adictas al humor absurdo.
Las Verdunch, de parodia a iconos
El término 'fife' lo han puesto de moda las Verdunch, dos creadoras de contenido españolas que acumulan 700.000 'likes' y millones de visualizaciones y que, siempre desde el humor autoparódico, han popularizado un vocubulario infinito en el que terminan cualquier sustantivo en '-ch': 'verdunch' viene de 'verdad', y 'amorch' o simplemente 'morch', el más repetido de todos, viene de 'amor', y se utiliza para referirse a amigos o desconocidos de forma irónica.
«¡Hola, amorch, somos las verdunch!», repiten con voces histriónicas y ropa estrafalaria al comienzo de cada vídeo. Sus 'tiktoks' comenzaron a ser conocidos por su contenido ridículo, pero rápidamente los usuarios dejaron de juzgarlas de forma negativa y entendieron que aquella absurda extravagancia era paródica y francamente divertida, y cayeron en las redes de su humor surrealista.

Las Verdunch también han extendido la expresión «y la queso», que viene de «y la que soporte», que en muchas conversaciones entre jóvenes se utiliza de forma cómica como respuesta cuando alguien dice algo icónico, inesperado o una opinión tajante. Otro equivalente es «y punch» («y punto»), como elemento sentencioso.
Las puchainas (o cómo TikTok ha resucitado el movimiento surrealista)
Pero esto no acaba aquí. Otra pata de este excéntrico vocabulario son las leyendas de las puchainas. Una puchaina es un aguacate humanizado (igual que en 'La bella y la bestia' hay candelabros, teteras y relojes, por ejemplo) que funciona como personaje ficticio alrededor del cual se han creado leyendas o teorías. Estas son historias en las que con humor absurdo los usuarios explican quién es cada puchaina, que siempre son aguacates femeninos empoderados y generados por inteligencia artificial.
La palabra «puchaina» viene de mezclar «potaxie» con «vagina», que en inglés se pronuncia /vəˈdʒaɪ.nə/ («vayaina»).
La gracia de las leyendas de las puchainas reside en que no tienen ningún sentido. Es decir, cuanto más surrealista e inexplicable, mejor, pues los usuarios no pretenden que haya coherencia ni una historia sólida. Cual movimiento artístico, las leyendas se nutren de los elementos vanguardistas del dadaísmo, el surrealismo y lo onírico.

Existen infinitas leyendas, como las de la puchaina adicta a las pipas tijuana, la puchaina que desapareció en el bosque de Anekakanekulo o la puchaina flamenca. Todas estas acumulan millones de visualizaciones, comentarios y 'likes' en TikTok. Hay tantas puchainas como se desee, pues sólo se necesita un poco de imaginación para crear una leyenda nueva.
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