Un psiquiatra estudia a más de 700 personas durante 75 años y llega a esta conclusión sobre la felicidad
El informe, dirigido por el prestigioso Robert Waldinger, de la Universidad de Harvard, ha sido descrito por él mismo en una charla TED y se resume en dos grandes conclusiones
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![Un estudio de Harvard analiza a 700 personas en 75 años para detallar la felicidad](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/recreo/2024/04/17/felicidad-kh6G-U602096905343WyE-1200x840@diario_abc.jpg)
La búsqueda de la felicidad es una de las metas intrínsecas del ser humano. Desde que tomamos conciencia y, muy especialmente desde que vamos creciendo y sumando preocupaciones del tipo que sean -desde dilemas adolescentes a problemas reales de adulto- nos embarcamos en la travesía de la exploración de la plenitud emocional y de espíritu. Siempre queremos ser felices.
Es por eso que existen muchos estudios de psicología y psiquatría que analizan este estado de ánimo o forma de vida, desde el punto de vista médico y químico y desde el punto de vista emocional.
A menudo nos hacemos las preguntas de si la felicidad es pasajera, puede ser eterna, depende de nosotros o de terceros, es cuestión de suerte o se trabaja... Este estudio de la Universidad de Harvard no responde directamente, pero deja claras tres premisas sobre el santo grial de los sentimientos que nos aclararán algunas dudas.
Se trata de un estudio especial que duró 75 años, hasta 2016, en la citada y prestigiosa universidad americana y que contó con cuatro directores en el tiempo se mantuvo activo.
El último de ellos, el reputado Robert Waldinger, que coordinó los años finales de un estudio que entrevistó a 700 personas para sacar algo en claro sobre la felicidad.
En concreto, la pesquisa comprendía el seguimiento de 724 varones, provenientes de diversos trasfondos económicos y sociales (desde áreas desfavorecidas hasta miembros de la Ivy League, incluyendo al presidente John F. Kennedy), desde su adolescencia en 1938.
Durante esos 74 años, el equipo de especialistas de Harvard recopiló distintos tipos de datos personales, además de interrogar a los participantes y sus familias sobre su bienestar mental y emocional cada dos años.
Ni fama, ni dinero
Las conclusiones, divulgadas en una conferencia TED que ha superado los 24 millones de visualizaciones, son excepcionalmente valiosas dado que la mayoría de estudios de este tipo suelen abandonarse antes de una década debido a la falta de financiación o a la decisión de los investigadores de no continuar.
Los resultados revelaron que ni la riqueza ni la fama, metas consideradas primordiales por los participantes al inicio del estudio, guardan relación alguna con la plenitud de vida. Tampoco se halló vínculo directo con la carrera profesional, la situación financiera o el estilo de vida.
Buenas y sanas relaciones
La única enseñanza extraída de las innumerables páginas de datos generadas por el estudio de estas vidas es que son las relaciones sólidas las que contribuyen a la felicidad y la salud. Nada más.
Según el doctor Waldinger, la soledad equivale a infelicidad y enfermedad. Aquellos que tuvieron escaso contacto con amigos o familiares durante el estudio no solo experimentaron un peor estado de ánimo, sino que también vivieron menos que aquellos que no se sintieron solos.
Un matiz importante surgió en la investigación del doctor Waldinger: no es tanto la cantidad de relaciones como su calidad. De hecho, otra conclusión fue que vivir en un matrimonio conflictivo es más perjudicial para la salud que divorciarse o permanecer soltero.
Por tanto, el mayor predictor del envejecimiento de los participantes fue la satisfacción con sus relaciones. En otras palabras, aquellos que cultivaron relaciones sociales y familiares sólidas envejecieron con mayor felicidad y salud que aquellos que se centraron en hacer más ejercicio o mejorar su alimentación.
En el estudio del doctor Waldinger, aquellos que vivieron en matrimonios sin conflictos significativos, como divorcios o separaciones traumáticas, obtuvieron mejores resultados en pruebas de memoria.
No hacer una montaña de un grano de arena
La segunda razón, igualmente importante, es «no preocuparse por las cosas pequeñas». Básicamente, se trata de dejar que las cosas fluyan. Cuanto más se centran las personas en lo que realmente importa para ellas, en lugar de en asuntos triviales, más felices son.
Además, hay investigaciones externas al estudio que respaldan esto, mostrando que las personas mayores son más hábiles para dejar atrás los fracasos del pasado. «Suelen darse cuenta de que la vida es corta y tienden a prestar más atención a lo que les hace felices en el momento», señala el doctor Waldinger. «Cuando eres mayor, tienes más oportunidades de retomar las actividades que te hacen feliz», añade.
Por tanto, rodéate de buena gente, no te ahogues en un vaso de agua y tómate tu tiempo para hacer esas pequeñas cosas que te llenan. Ayudarás a que tu felicidad crezca.
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