Una española que vive en Estados Unidos, harta de lo que pasa con las propinas en este país: «Se nos va de las manos»
Lo que comenzó como un gesto de agradecimiento se ha transformado en una norma casi obligatoria
Una española que vive en Estados Unidos señala lo que le dicen de nuestro país
La cultura de la propina en Estados Unidos es un tema que genera opiniones divididas, especialmente entre quienes no han sido educados en esta práctica. Lo que comenzó como un gesto de agradecimiento por un servicio bien realizado se ha transformado en una norma casi obligatoria en muchos contextos, llegando incluso a situaciones que rozan el absurdo.
Sobre este tema ha hablado la usuaria de TikTok @elchoudero, una joven española que vive en Estados Unidos y que se dedica a compartir su día a día en redes sociales. En uno de los últimos vídeos de su cuenta, la creadora aborda este fenómeno a raíz de otro clip que se ha vuelto viral.
En el vídeo, se muestra cómo una persona paga una botella de agua en una caja de autocobro y la máquina le ofrece la posibilidad de dejar una propina del 15%, 18% (la recomendada) o 20%. También aparece la opción de no dejar nada. La reacción de la tiktoker no se hace esperar.
«Todo el mundo conocemos la cultura de la propina que hay aquí, en Estados Unidos. Hasta ahí todo bien. Pero esto ha ido demasiado lejos. ¿Me explica alguien a quién le tiene que dar esta chica propina? Porque ella misma cogió su botella, se la ha pasado y se la ha pagado».
Reacciones en los comentarios
El vídeo ha generado un debate intenso en redes, con muchos usuarios compartiendo opiniones encontradas. Mientras algunos argumentan que la opción de no dejar propina elimina cualquier problema, otros, como la autora del vídeo, consideran que esta práctica sigue siendo «ridícula».
@elchoudero 🇺🇸 PROPINA EN USA 😳 SE NOS VA DE LAS MANOS 😱 #usa #estadosunidos🇺🇸 #choquecultural #culturalshock ♬ sonido original - Rocio Jimenez
«Yo entiendo que tú vayas a hacerte las uñas y le dejes a la mujer, entiendo que se deje propina a los conductores, entiendo que se deje propina, por supuesto, a los camareros. ¡Pero a una máquina! Yo estoy flipando», añade, visiblemente incrédula.
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