Un español de viaje por Nueva York, atemorizado por lo que ha vivido en el Metro de allí: «La peor experiencia de mi vida»

La seguridad durante una escapada por turismo suele ser fuente de dudas y de algún que otro temor entre los viajeros. Muchos directamente optan por ir a sitios cercanos y con niveles culturales similares pero los más aventureros acaban explorando zonas exóticas y es frecuente que muchos se pregunten si un destino es seguro.

Así, es habitual viendo vídeos de 'tiktokers' que responden a si se han sentido incómodos o con recelo en zonas como Marruecos o la India y otros hablan de la seguridad en países más turísticos. Ahora, Erlantz, un joven español que se ha convertido en un 'influencer' desde que se mudó hace unos meses a la República Dominicana y empezó a contar su día a día en su cuenta de TikTok (@itserla7).

Ahora, Erlantz ha viajado con una amiga a Nueva York y tras un primer vídeo explicando que les cobraron una multa por salir de la República Dominicana ha explicado su experiencia en el concurrido Metro de la ciudad de los rascacielos. «Mi vida corre peligro en el Metro», es una de sus primeras afirmaciones en el popular vídeo, que supera ya las 118.000 visualizaciones.

«No vuelvo a coger el Metro en Nueva York» asegura él, tras avanzar que acabó en un barrio peligroso de Brooklyn y que en algún momento llegó a pensar que le iban a sacar algo peligroso para hacerle daño. Erlantz pasó el día de turismo con su amiga y cogió el Metro, solo y cargado con sus maletas, sobre las 21 horas para ir a su alojamiento, el piso de una amiga.

El 'tiktoker' expone, entre otras anécdotas, que vivió «una experiencia horrorosa» porque entró una persona adicta, que «parecía un zombie» y que «nos dejó temblando». «Se acercó a un centímetro de nosotros y salimos corriendo del vagón porque no queríamos correr riesgos», recuerda. «El Metro de Nueva York tiene muy mala fama», incide él, recordando el reciente caso de una mujer que murió quemada durante un viaje allí. Erlanz tenía que realizar un trayecto de unos 30 minutos y confiaba, antes del viaje, «que esté lleno de gente normal porque si no me voy a cagar».

Ya en el Metro, Erlantz tuvo la estrategia de «juntarme con gente que pareciera de fiar», como una joven japonesa, y «meterme en un vagón donde hubiera mucha gente». Sin embargo, su historia se complicó. «El destino quería ponerme a prueba una vez más», confiesa él, antes de explicar que se equivocó de destino y tuvo que salir a la superficie para cambiar de andén.

Eso era en Chinatown, que luego supo que era un «barrio que hay que evitar de noche». «No me está gustando nada el ambiente por la calle», «quiero llorar» o «aquí hay gente muy mala, gente horrorosa», fueron algunas de sus frases plagadas de miedo o frustración. Ya sentado en el convoy con la dirección acertada, respiró tranquilo porque iba con mucha gente, aunque con «un loco». Con todo, exponía que «la gente sana supera a la gente loca. Entonces todo el mundo le ignora y ya está, no hay que hacerle caso».

«Por fin salí del infierno», siguió Erlantz sus peripecias, apuntando, eso sí, que «no vuelvo a coger el Metro en Nueva York. Ha sido la peor experiencia de mi vida, pero he vivido la experiencia neoyorkina al máximo». El joven acabó caminando durante diez minutos hasta su alojamiento pero «por suerte2 esa zona parecía segura. Sin embargo, cuando llegó a casa de su amiga y se imaginaba que los peligros habían acabado, se encontró con que el apartamento había estado con una plaga de ratas.

El vídeo, como tantos otros de Erlantz, ha generado mucho revuelo. Algunos le han agradecido su tono divertido, incluso algo teatrero, para contar su experiencia. «Me gustan tus vídeos porque cuentas la realidad. Hay mucha gente que va de viaje y se inventa que todo es maravilloso», le ha comentado un seguidor, al que otros le han bautizado como «quejín».