Un español en Japón va al ayuntamiento a hacer un trámite y cuenta su experiencia: «Por favor, que funcione el traductor»
Imprescindible el uso del teléfono móvil para realizar la gestión
Un español que vive en Japón se corta el pelo en ese país y cuenta su experiencia: «Me he preparado una conversación con ChatGPT»
Un español de viaje en Japón, muy enfadado por lo que ha vivido en una lavandería
Vivir en un país como Japón supone barreras culturales notorias pero que solo tienen una afectación real en la vida cotidiana cuando se necesita realizar una gestión importante.
Sobre todo, por el dominio del inglés bastante escaso que existe en este país en ... comparación con otros. Su sistema educativo no fomenta la comunicación oral en inglés, pero algunos estudios apuntan, también, a que su manera de ser, con su orden, disciplina y tratar de evitar errores en público hace que tengan miedo a hablar una lengua que no dominan para no causar vergüenza.
Sea por una u otra cuestión, una mezcla de ambas o de otros factores, lo cierto es que la población japonesa difícilmente habla con fluidez otro idioma que no sea el propio. Y esto complica enormemente cualquier gestión para los habitantes que no son autóctonos.
Esto lo ha vivido un español que reside en territorio nipón. Se trata de David, propietario de RutasJapon, una agencia de viajes que ayuda a españoles a organizar su viaje a Japón. A través de la cuenta de TikTok ha difundido una de sus últimas experiencias al acudir a una oficina de ayuntamiento del país.
@rutasjapon Documentos para tu viaje a Japón 🇯🇵 Voy a un ayuntamiento del país nipón ✌️😳 #rutasjapon #viaje #japon #viajes #viajeajapon ♬ sonido original - RutasJapon
Cómo se resolvió su visita al ayuntamiento
David cuenta que desde el momento en que obtuvo su carnet de la Seguridad Social japonesa no dejan de llegarle cartas oficiales, todas en japonés. La más reciente le habla del sistema de jubilación. «Estoy trabajando aquí, pero yo cotizo para España todavía. Todo esto cómo se lo explico al funcionario que esté trabajando en el ayuntamiento en Japón», se pregunta en el inicio del vídeo.
Como anticipa problemas a la hora de realizar la gestión por las trabas lingüísticas, lleva todo preparado: su tarjeta de residencia, la carta oficial y el traductor en el móvil con la frase clave ya preparada. «Por favor, que funcione».
Llega al mostrador y enseña el móvil al funcionario. Él asiente con una sonrisa amable, así que el español siente una pequeña victoria: «Perfecto, misión cumplida, sin abrir la boca». El empleado se lleva su tarjeta de residencia y él se queda esperando. «Yo allí con mi cara de confío en ti, señor funcionario», comenta.
Pasados unos minutos, el trabajador vuelve con una tablet en la mano. Ahora es su turno de usar el traductor. Le muestra la pantalla: «Ya se ha solicitado la extensión, así que no tiene que pagar la jubilación en Japón». El español respira aliviado... por unos segundos: «Espere un momento, el resultado de la revisión llegará más adelante».
Al final, sale del Ayuntamiento diciendo: «Vale, entonces ya lo he hecho todo, ¿no? Bye bye». Considera, en definitiva, que la gestión ha sido mucho más sencilla de lo esperado, aunque con una cierta duda de si de verdad estará todo resuelto. «Me sigue dando un poco de miedo practicar mi japonés y parezco literalmente imbécil intentando comunicarme, pero es cierto que en esta ocasión ellos me lo han puesto muy pero que muy fácil», zanja.
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