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Duerme con el aire acondicionado puesto y termina en el hospital con manchas en las amígdalas: «Temblaba mucho»

Aunque los síntomas comenzaron la primera noche la joven decidió no acudir al hospital

Un arquitecto explica cómo eliminar el calor de la casa sin necesidad de aire acondicionado: «Lo mejor es que es gratis»

La joven ha querido advertir a los demás sobre los riesgos de dormir con el aire acondicionado encendido Instagram

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Los aires acondicionados son dispositivos esenciales para poder sobrellevar el intenso calor de las noches de verano. Sin embargo, su uso inadecuado puede tener graves consecuencias para nuestra salud. Tal y como le ocurrió a Liana Foster, una creadora de contenido y científica biomédica británica, que viajó a Antalya, en Turquía, para disfrutar de unas vacaciones familiares a principios de este mes. Todo transcurría con normalidad hasta que, dos días después de su llegada, Liana se despertó sintiéndose «aturdida» y con unas manchas blancas en sus amígdalas. Preocupada por sus síntomas, fue trasladada al hospital, donde los médicos le diagnosticaron un «caso muy grave» de amigdalitis, una inflamación de las amígdalas. Tras esta experiencia, la joven británica ha querido advertir a los demás sobre los riesgos de dormir con el aire acondicionado encendido, subrayando la importancia de tomar precauciones para evitar sufrir una situación similar.

Según reveló la creadora de contenido a los medios de comunicación británicos, su condición «probablemente» fue provocada por el «aire mohoso» del aire acondicionado de su habitación de hotel. «Me sentí muy aturdida y me dolía la garganta. Temblaba mucho. No podía comer ni beber. Pensé que era Covid otra vez. Tenía fiebre alta y me dolía el cuerpo. Fui al hospital y me dijeron que tenía un caso muy grave de amigdalitis. Dijeron que puede ser por el aire acondicionado. Ha sido un final de vacaciones bastante amargo», confesó Foster.

Aunque los síntomas comenzaron la primera noche, Foster decidió no visitar al médico del hotel debido a que era «caro». Fue sólo después de sentirse «realmente mal», en su segunda mañana, cuando decidió acudir al hospital. «La primera noche tuvimos el aire acondicionado muy bajo en la habitación. Creo que respiro más por la boca y eso me hizo enfermar», manifestó. «El médico dijo que lo más probable es que se debiera al aire acondicionado. Dicen que puede ser aire mohoso», añadió.

Tras el diagnostico, Foster reveló que, al no poder tomar antibióticos por vía oral, tuvo que recibir inyecciones dos veces al día durante tres días. «Creo que si no hubiéramos dormido con el aire acondicionado encendido, habría estado bien. He tenido amigdalitis antes, pero nunca había sido tan grave», concluyó.

Amigdalitis

Las amígdalas, dos bultos de tejido ubicados en la parte posterior de la boca, forman parte de la primera línea de defensa del sistema inmunológico contra las bacterias y virus que ingresan por la boca, lo que las hace susceptibles a las infecciones.

Según los expertos de la salud, los síntomas de la amigdalitis suelen empeorar en un período de dos a cuatro días y, aunque la enfermedad en sí no es contagiosa, las infecciones que la causan sí lo son.

En la mayoría de los casos, la amigdalitis desaparece por sí sola o con un tratamiento corto de antibióticos. Pero en casos recurrentes o graves, la cirugía para extirpar las amígdalas es la única opción eficaz.

Por último, cabe destacar que, aunque los médicos que atendieron a Foster creen que su infección fue causada por el aire acondicionado, esta afección también puede ser provocada por varias infecciones bacterianas o virales comunes.

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