El dinero que Daniel sancho puede recibir diariamente de su familia para gastar en la cárcel

Daniel Sancho, el español encarcelado en una prisión de Tailandia por haber asesinado brutalmente y descuartizado a Edwin Arrieta, un médico colombiano, ha empezado esta semana una nueva etapa en su vida penitenciaria. A la espera de ser juzgado por el crimen, por el que probablemente le pedirán una pena de muerte, el asesino confeso está internado en la cárcel de Koh Samui.

Allí ingresó hace casi dos semanas y en los primeros días ha vivido solo y apartado, en un régimen de aislamiento debido a la normativa que sigue instaurado en el centro para prevenir de casos de Covid-19. Ahora, habiendo superado ya esta cuarentena protocolaria ha pasado a estar junto a otros presos y ha empezado a recibir la primera visita de familiares.

En este sentido, ha sido Silvia Bronchalo, su madre, la primera allegada que lo ha ido a ver. Lo ha hecho, por el momento, hasta en al menos dos ocasiones, tras las que la mujer habló brevemente con los medios desplazados hasta la zona para seguir el caso. «Está tranquilo«, aseguró al tiempo que agradeció el respeto para su familia que cree que se la ha estado dando estos días ante los difíciles momentos que están viviendo.

Además de haber supuesto, previsiblemente, una inyección de moral para Sancho, la visita de su madre tenía otro segundo objetivo: y es que la mujer habrá podido realizar gestiones para que su hijo mejore en la medida de lo posible las condiciones en las que se encuentra encerrado. Así, le ha podido hacer llegar dinero para que pueda tener una estancia más amable.

Según ha trascendido, el joven de 29 años puede recibir unos 500 baht tailandeses al día. Es decir, unos 13 euros, que es una cantidad importante teniendo en cuenta que el coste de vida en el país del sureste asiático es mucho menor que en Europa.

Con el dinero, el asesino confeso podrá adquirir comida en el supermercado de la cárcel o de la cantina que hay en las instalaciones penitenciarias. Incluso puede llegar a encargar comida del exterior de la cárcel. Pero hay mucho más: y es que a partir de ahora podrá comprar productos para su bienestar, como elementos de aseo o una almohada o un colchón de mejor calidad a los que se otorga a los presos de base.

Se prevé que Bronchalo siga acudiendo a ver a su hijo en los próximos días. Las visitas son cortas, de unos 15 minutos como máximo, de acuerdo con la normativa de la cárcel. De momento no se han podido tocar y se han visto cristal de por medio.