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¿Cómo surgieron los primeros apellidos?

Hubo una época en la que no existían y las personas solo teníamos un nombre, sin embargo esto terminó causando una gran confusión entre las poblaciones cercanas

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En la época en la que la gente no gozaba de un apellido, la mayoría vivían en pequeños pueblos separados por grandes extensiones de tierras de cultivo JOTDOWN

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Si hay algo que nos distingue de otros seres humanos, sin contar nuestra apariencia física o nuestra forma de pensar, son nuestros nombres y apellidos. Respecto a estos últimos, según la Real Academia Española, un apellido es «el nombre de familia con que se distinguen las personas». Sin embargo, hubo una época en la que no existían y las personas solo teníamos un nombre. Por lo que mucha gente se pregunta cómo surgieron estos nombres que definen, tanto nuestro pasado como nuestro futuro.

En la época en la que la gente no gozaba de un apellido, la mayoría de los europeos vivían en pequeños pueblos separados por grandes extensiones de tierras de cultivo. Por tanto, la gente rara vez se encontraba con personas de otras áreas y no era necesaria una distinción particular. Sin embargo, en la Edad Media estas zonas fueron creciendo y la gente viajaba más y comerciaba con otros lugares. Lo que dio origen a la necesidad de distinguir a las personas que tenían el mismo nombre.

¿De dónde viene mi apellido?

Aunque hoy en día existen una gran cantidad de apellidos y variaciones diferentes. En un inicio, los apellidos correspondían al lugar de origen de la persona, su oficio o bien a características físicas muy distintivas.

En ese sentido, unos de los apellidos más comunes son aquellos que hacen alusión a un lugar o un nombre. Por ejemplo, si un hombre se llamaba Rodrigo, su hijo sería conocido como 'el hijo de Rodrigo' o Rodríguez. En el caso del lugar, si una persona tenía el nombre de José y vivía en la montaña, sería conocido como José del Monte.

Otros de los apellidos más comunes que nos podemos encontrar son aquellos que se refieren a una profesión. Por ejemplo, si una persona se llamaba Juan y se dedicaba a fabricar zapatos, esta persona sería conocida como Juan Zapatero. Del mismo modo, otros apellidos responden a una característica física que distinguía a esa persona de las de su entorno. Como los apellidos Calvo, Delgado o Rubio, entre otros.

No obstante, en el caso de la aristocracia, estos podían adoptar el apellido de su dinastía o quedarse con el nombre de alguno de los territorios conquistados, como una muestra de su poderío.

Asimismo, cuando el uso de los diferentes apellidos se hizo más común y las diferentes culturas comenzaron a mezclarse, muchos apellidos fueron traducidos a otros idiomas o fueron modificados ligeramente para que parecieran originarios de ese lugar y, por tanto, no sufrir ningún tipo de discriminación.

Finalmente, estos apellidos comenzaron a fijarse sin tener en cuenta el nombre del padre, el lugar de origen o la ocupación que desempeñaban. Lo que dio lugar a los Martínez, Sánchez, Álvarez, Moreno, Pastor, del Valle, Ávila o Duero que conocemos hoy en día.

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