Un camarero pregunta a una pareja qué celebra en su bar y la respuesta lo deja atónito: «Me quedé sin palabras»

Los motivos por los que dos personas salen a comer o a cenar pueden ser diversos. A veces se trata simplemente de compartir un rato juntos. En otras ocasiones el motivo es más especial y se busca celebrar algo.

En cualquier caso hay tantos motivos como personas. Mientras la pareja está sentada en su mesa compartiendo su momento, los camareros están pendiente del ambiente en la sala y de que todo esté al gusto del cliente. Se dice que estos tienen incluso un sexto sentido para saber si la relación va a tener éxito en función de cómo se comportan las personas entre ellas.

Aunque distantes, a veces hay determinadas situaciones incómodas que hacen partícipe a los camareros. Muchas de esas situaciones están recopiladas en un hilo de reddit donde varios de estos trabajadores han compartido las citas más raras o desastrosas que han presenciado.

En una de ellas, por ejemplo, el camarero explica que entró una pareja emocionada, pidieron una botella de vino cara y cuando se interesó por la situación no podía imaginarse cuál era el motivo de celebración: «Me contaron con entusiasmo que por fin habían decidido engañar a sus parejas esa noche después de tanto coqueteo y que se irían a un hotel justo después».

«Me quedé sin palabras», explica y cuenta que les felicitó entre dudas.

Otro caso compartido en esta red social es el de un joven que incluso llevó un pastel al restaurante para dárselo a su novia durante su aniversario. Aunque parecían contentos, pronto cambió la situación. Ella le admitió que le había sido infiel y se marcharon apresuradamente tras la cuenta.

Una camarera cuenta también la incómoda situación que vivió con dos jóvenes que parecían compartir una de sus primeras citas. Discutieron por ver quién pagaba, aunque finalmente fue él quien dijo que pagaría: «En cuanto el tipo vio el total (unos 10 dólares o menos), se quedó allí un minuto, incómodo, y le dijo: '¿Podemos pedirlos por separado?'». Ella asintió aunque la camarera notó que ya no estaba interesada en el chico puesto que fue él quien insistió en pagar y fue cuando vio que serían cinco dólares cuando cambió de opinión.

En el hilo se pueden leer numerosas historias. Desde citas que coinciden con los amantes en el mismo lugar, mujeres y hombres que descubren que están siendo engañados o camareras que tienen que ayudar a huir por la puerta trasera a chicas que les piden ayuda por el momento de incomodidad que están viviendo.