Verduras y hortalizas de Primavera

«La primavera la sangre altera, el corazón acelera» y las verduras y hortalizas de temporada invaden tu nevera. Pero, ¿cuáles son?

Como sabes comer alimentos de temporada es bueno para ti y para tu bolsillo. Disfrutas de todos los nutrientes de los alimentos y pagas por ellos su precio y nada más, ya que llegan al súper cuando tienen que llegar. Ni antes ni después.

Ventajas de las verduras y hortalizas de Primavera

Comer verduras y hortalizas de temporada es un must para nuestra dieta y nuestro día a día. Las verduras de primavera, esas que debemos consumir hasta que llegue el verdadero calor, serían las cebollas, endivias, espárragos verdes y blancos, espinacas, guisantes, judías verdes, lechugas, zanahorias o las primeras patatas del año.

La mejor forma de mejorar por dentro y fuera es comer bien a diario, y saber comer de temporada es lo mejor para cuidarse. Te voy a contar cuáles son los beneficios de las verduras y hortalizas primaverales para que te sepan mejor que nunca.

Espárragos

Su alta calidad nutricional los convierte en un alimento perfecto. Contienen fibra, potasio, vitamina A, carotenos y además gozan de altas dosis de quercetina y otros antioxidantes que actúan como probióticos beneficiando nuestra salud pudiendo prevenir enfermedades o reducir las células cancerosas.
Puedes comerlos a la plancha, en revueltos, en crema o con pescado, como la merluza.
Cuando hablamos de espárragos tenemos que diferenciar entre trigueros y blancos. Los primeros crecen de forma silvestre. Son el mismo producto solo que en diferentes etapas de recolección.
El espárrago blanco es el tallo que ha crecido de la tierra y todavía no ha brotado al exterior. El verde es cuando ya el espárrago sale al exterior y se expone al sol, por eso cambia de color.

Judías verdes

Completan nuestra dieta aportando vitamina A y B y ácido fólico. Esencial para nuestras defensas. Además por si no lo sabías, las judías son la hortaliza que más aporte proteíco contiene y esto ayuda al organismo saciándolo sin aportar apenas calorías.
Desde una menestra de verduras a un arroz con pollo y conejo. Las judías casan con todo. Eso sí, que siempre, siempre, siempre, sean frescas. Nunca congeladas (como la mayoría de verduras y hortalizas que consumas).

Pepino

Es una de las hortalizas con mayor proporción de agua en su composición. Por eso puede ayudarnos a conseguir una estupenda hidratación sin aportar calorías a nuestra dieta.
Nos ayuda a reducir el hinchazón (lo de las mascarillas con pepino no es ninguna broma) y es una opción muy refrescante cuando empiezan a subir las temperaturas primaverales casi veraniegas.
El pepino contiene fibra, vitamina B y compuestos bioactivos con efectos antidiabéricos, antioxidantes e hipolipemiante.

Cebollas

Aunque la zanahoria empieza su ciclo de enero a mayo, podrás seguir disfrutando de todo su sabor y vitaminas también en mayo. Las cebollas gozan de su mejor momento desde que comienza la primavera hasta que acaba el verano.
La cebolla contiene vitamina B y minerales como el magnesio, potasio y calcio. Sus propiedades son muchas pese a que esté compuesta por un 90% de agua. Contiene aceites esenciales y, como sabes, es la base de todas las salsas.
Puede que en primavera ya se acabe la temporada de la sopa de cebolla, pero, ¿a quién no le apetece una tortillita de cebolla o unas acelgas con tomate?
Dentro de la cebolla también podemos distinguir entre la blanca y la morada. Ningún plato está completo si no hay cebolla. Ambas contienen las mismas cualidades nutricionales y poderes antioxidantes e inflamatorios, al igual que el pepino. La primavera es para deshincharse.
El caso es que la cebolla roja contiene mayor índice de quercetina, un antioxidante que nos protege de las células cancerosas (como los espárragos) favorece a la circulación sanguínea y es rica en azufre. Esto la convierte en una aliada de los problemas digestivos como el hígado, la vesícula o el páncreas, ya que favorece a neutralizar los ácidos de los jugos gástricos.
La cebolla blanca por su parte es uno de los mayores cardioprotectores que existen, ¿lo sabías? Su enzima alinasa ayuda a adelgazar la sangre y a reducir los niveles de colesterol malo, con lo que se mantiene la elasticidad de las arterias y se depura la grasa. De hecho se dice que comer una cebolla al día reduce los problemas cardiovasculares en un 15%.

Espinacas

Seguimos con la temporada de espinacas, ya en el final de su temporada, perfectas para unas ensaladas primaverales de rechupete.

Seguramente al hablar de espinacas, lo primero que se nos viene a la cabeza es Popeye, ¿verdad? Gracias a estos dibus animados hemos conseguido poner esta verdura de moda durante una generación.
Dejando a Popeye de lado, algo de razón tiene. Las espinacas son un excelente recurso natural de vitaminas, fibras y minerales, con pocas calorías y que no contiene grasas.
Es también rica en fitonutrientes, especialmente el beta-caroteno y la luteína, convirtiéndola en un vegetal con propiedades antioxidantes. Sus tallos son más ricos en fibra que las hojas, que aportan un montón de calcio.
La espinaca de temporada se presenta entre los meses de Otoño hasta la Primavera. Podemos decir que es una verdura perfecta para todo el año, pues la podemos encontrar sin problemas en los mercados en 3 de las estaciones del año.
Además tenéis un montón de ideas en el blog para cocinarlas, desde una rica crema de espinacas, unos tallarines con espinacas o una ensalada con requesón y fresas o con melón.

Endivias

Es una hortaliza que, salvo que te encante, suele pasar desapercibida. Nadie sabe cuándo llega y cuando se va. La respuesta es que su temporada es la primavera. Por eso aparece, para dar un toque fresco a nuestros platos después de tantos meses de temperaturas bajas.
Las endivias también pueden comerse calientes, pero su sabor de por sí es muy fresco y ácido. A las endivias el calor les sienta fenomenal, así que aprovecha esta época para prepararlas.
Tiene potasio, hierro, es diurética y su aporte energético y nutritivo dota de hidratos de carbono y proteínas necesarias para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Además de tener fibra y por ello ayudar al estreñimiento y al tránsito intestinal.

Las primeras patatas de la temporada

De entre las hortalizas que generalmente siembra mi padre en el huerto, hay una de ellas, que lo suelo hacer un par de veces al año, se trata de la patata.

La primera siembra la hace en los primeros días del mes de febrero, para recoger su cosecha en el mes de mayo, por lo que podemos llamarle la cosecha de primavera. A esta cosecha se le llaman patatas tempranas. La otra se suele sembrar a finales del mes de agosto, recolectándose en el mes de noviembre, por lo que podemos llamarla cosecha de otoño.
En tres meses se obtiene la producción de los frutos de esta hortaliza, aunque este periodo de tiempo puede variar mas o menos días, según diferentes variedades, tipo de terreno y la zona de cultivo.
Cuando pensamos en patatas, lo primero que me viene a la cabeza son las patatas asadas de que preparaba mi madre, pero si profundizamos un poco más no encontramos con un montón de propiedades y beneficios.
Son saciantes, tienen un elevado contenido en hidratos de carbono complejos, también controlan el azúcar, sobre todo las patatas cocidas, ayudando a controlar colesterol y triglicéridos.
Ricas en fibra con lo que son perfectas contra el estreñimiento, así como un alimento lleno de antioxidantes. Un alimento que ha alimentado y alimentará al mundo.

En resumen…

Con estos alimentos podrás aprovisionarte para pasar una primavera fetén, sin alergias y sin gastar en tu compra semanal más de lo estrictamente necesario para seguir comiendo cada día ¡de rechupete!