La Organización Mundial de la Salud, recomienda una ingesta mínima de 400 gramos diarios, entre fruta y verdura para prevenir determinadas enfermedades. Las verduras son una fuente importante de muchos nutrientes, incluyendo no sólo hidratos de carbono y fibra, sino también vitaminas y minerales.
Sin duda, de todas las posibilidades que tenemos para consumirlas, la mejor es de forma cruda, ya que así preservamos todo su contenido vitamínico y mineral. Sin embargo, la congelación realizada de forma adecuada, apenas supone una pérdida de propiedades y nutrientes.
Pero hay que tener varias cosas en cuenta, debemos diferenciar entre verdura cruda, congelada y envasada, y los preparados de verduras congeladas, en muchas ocasiones precocinados, que además de verduras, añaden grasas, azúcares y otros componentes poco saludables.
¿Es bueno congelar verduras en casa?¿Debemos consumir verduras congeladas industriales?
La mejor opción son las verduras congeladas que vienen troceadas, donde simplemente el producto es lavado, cortado, congelado, y punto. En general, podríamos decir que ni la fibra ni la mayor parte de los minerales se ven afectados por el proceso de congelación ni por los pasos previos, sin embargo, el potasio es uno de los minerales que se pierden durante el escaldado.
Ahora bien, también hay que tener en cuenta que la calidad del producto fresco marcará las propiedades de la verdura congelada. Y que no es lo mismo la congelación en procesos industriales que en nuestra casa. Por eso, es importante conocer el proceso industrial que hay detrás de la congelación, para saber si conservan sus propiedades y por tanto son saludables. Este proceso incluye dos pasos, el escaldado y la adicción de azucares que pueden afectar al valor nutricional de la verdura.
En el proceso industrial, el congelado de las verduras se hace muy próximo al momento de la recolección lo que permite realizarlo en las mejores condiciones minimizando las pérdidas nutritivas.
Esto hace que en ocasiones las verduras congeladas tengan una mayor concentración de algunas vitaminas, como la C, que las frescas si tardan en ser consumidas. Todo esto se consigue, en parte, porque en la mayoría de los casos se realiza un procedimiento de ultra-congelación, a temperaturas bajísimas (entre -40º C y -50º C) que permite, congelación los productos sin alterar su estructura casi al momento.
Sin embargo, en casa, al no disponer de estos congeladores tan potentes, no podemos garantizar que no haya pérdida de nutrientes.
6 errores a la hora de cocinar verduras congeladas. ¿Qué debemos de tener en cuenta a la hora de cocinarlas?
- Como ya dijimos las verduras congeladas son tan sanas como las frescas, eso sí, siempre y cuando las hayamos congelado adecuadamente para conservar todas sus nutrientes, así como su sabor, textura y color.
- En el super, escoge aquella bolsa donde al palparla, las verduras no estén apelmazadas, eso significaría que no han conservado correctamente la línea de frío durante su transporte y con ello se han descongelado y deshidratado, perdiendo textura, sabor y color .
- Escoge aquella bolsa, donde se puedan palpar piezas individualmente.
- Los mejores platos para utilizar las verduras congeladas son aquellas que tengan mucho líquido, como sopas, guisos… donde la textura apenas se note.
- Tampoco hagas mezclas de verduras frescas con congeladas, ya que ahí si que se notará especialmente la diferencia de texturas. Y en aquellas recetas donde la protagonista sea la verdura, intenta en la medida de lo posible, usar las frescas
- Como ya dijimos, no es necesario descongelarlas antes de cocinarlas, todo lo contrario conseguirás una mejor textura y se descongelan perfectamente durante el tiempo de cocción.
Excepciones
Sólo hay dos excepciones: Las mazorcas de maíz, que es necesario descongelarlas un poco para lograr la temperatura correcta cuando el maíz esté hecho y las verduras de hoja verde, se cocinan de forma más homogénea si se descongelan un poco.
Unos consejos extra para que tus verduras te queden de rechupete
- La mayoría de las verduras antes de congelarlas pasan por un proceso de blanqueo, es decir se escaldan durante unos minutos para desactivar las enzimas, que podrían afectar a su sabor y textura. Por tanto lo aconsejable es cocinarlas más adelante, si por ejemplo vas a meterlas en un caldo, déjalas casi para el final, conseguirás mantener toda su textura y color.
- Una vez cocidas las verduras y hortalizas podemos hacer dos cosas: congelar las verduras y hortalizas tal y como están o triturar y congelar los purés y cremas terminados. Es decir, por congelar las verduras y hortalizas tal y como están, las repartiremos junto con su líquido correspondiente en recipientes aptos para congelación. Los mejores son los taper de toda la vida de plástico. Cuando tengáis que descongelar esos purés o cremas de verduras no te olvides de nuestro artículo para hacerlo correctamente, te quedarán perfectos.
- El microondas suele reblandecer las verduras, por eso es recomendable saltear, freír o asarlas. Pero si quieres utilizar el microondas, ten en cuenta un par de consejos, no utilices agua, e intenta ir por tramos de minutos, así podrás remover y al mismo tiempo ir comprobando su estado cada cierto tiempo.
- Evita tardar mucho tiempo en comerlas, aunque si se respetan todas las cadenas de frio, pueden durar de 8 a 12 meses, el sabor y la textura puede variar cuanto más se tarde en consumirlas.
- No dejes que se quemen en el congelador, aunque no se convierten en menos saludables, pierden en textura .
- Si abres una bolsa de verduras, las que no vayas a utilizar, mételas en una bolsa o recipiente donde las preserve del aire y se puedan cerrar de forma segura.
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