Para 10 0.35€/pers. 315kcal/100g
Ingredientes
- 330 g. de harina de trigo
- 7 g. de levadura química
- 2 huevos, a temperatura ambiente
- 20 ml. de anís, licor
- 100 g. de manteca de cerdo
- 120 g. de azúcar
- 40 g. de clara de huevo (glaseado)
- 200 g. de azúcar glas (glaseado)
- Unas gotas de zumo de limón (glaseado)
- 20 g. de chocolate negro para postres (para las letras)
Resulta increíble la cantidad de recetas tradicionales que cada comunidad atesora. En sus pequeñas localidades hay especialidades de todo tipo y, aunque muchas de ellas bastante parecidas, mantienen características propias que les aportan una identidad única a este dulce. Ejemplo de ello son las tortas de San Blas cuyo origen encontramos en la localidad de Eibar, Guipúzcoa.
Se trata de un dulce tradicional vasco que se suele preparar durante las semanas que rodean al 3 de febrero, día de San Blas. De ahí reciben el nombre con el que han sido bautizadas estas tortas de sabor anisado. Durante el día de San Blas los lugareños llevan sus tortas a la iglesia para ser bendecidas durante la misa con la creencia de que, al comerlas después, San Blas los librará de cualquier dolencia de garganta.
Esta tradición se mantiene en la actualidad y muchas son las familias elgoibarresas que, además de llevar a bendecir sus tortas, llevan también un cordón que luego se atan al cuello durante 8 días para posteriormente quemarlo. Dejando las tradiciones a un lado, os puedo garantizar que estas tortas, bendecidas o no, son una delicia que se puede disfrutar en cualquier momento del año. Se elaboran con manteca, lo que les confiere una textura quebradiza muy peculiar y con la rica glasa, pues se deshacen en la boca. Animaros a hacer estas tortas porque están de rechupete.
Preparación de tortas de San Blas
Preparación de la masa
- Introducimos la harina en un recipiente amplio y hondo y hacemos un hueco en el centro, a modo de volcán.
- En su interior agregamos la levadura química, los huevos, el azúcar y el anís.
- Batimos para integrar los ingredientes líquidos y, al tiempo, comenzamos a incorporar parte de la harina.
- Incorporamos la manteca, que habrá de estar a temperatura ambiente, y continuamos removiendo y amasando hasta obtener una masa homogénea y sin grumos, con una consistencia firme.
- Boleamos la masa y la dejamos reposar media hora antes de continuar con la receta.
- Cuando haya transcurrido el tiempo de reposo, estiramos la masa con un rodillo y sobre una lámina de papel vegetal, procurando que quede de un grosor uniforme (como de 6-8 mm).
- La cortamos con un cortapastas con el borde con ligeras hendiduras. El tamaño puede ser el que cada uno desee, pero a mi me gusta hacerlas grandes y he usado un cortador de 12 cm. Hay quienes las hacen mucho mayores y les dan forma ovalada. Al gusto.
- Colocamos las tortas sobre una bandeja de horno cubierta con un tapete de silicona o con papel vegetal, dejando algo de separación entre ellas para que no se peguen cuando crezcan en el horno.
- Cocemos las tortas en el horno, pre calentado a 180 ºC con calor arriba y abajo, durante unos 12-14 minutos o hasta que se empiecen a dorar los bordes. El tiempo exacto dependerá de cada horno y de su potencia.
- Ponemos las tortas en una bandeja con papel de horno y las horneamos a 180 ℃ con calor arriba y abajo durante 20 minutos o hasta que veamos que comienzan a dorarse los bordes.
Preparación del glaseado
- Mientras las tortas están en el horno, procedemos a preparar el glaseado o glasa. Para ello introducimos el azúcar glas en un recipiente hondo y amplio. Añadimos unas gotas de zumo de limón y la mitad de la clara. Removemos para integrar.
- Continuamos añadiendo el resto de la clara, poco a poco, al tiempo que comprobamos el punto del glaseado. Es mejor quedarse corto que pasarse. Tiene que quedar una crema ligeramente espesa y totalmente lisa, que se deje extender, pero que no sea chorreante.
Decoración de las tortas
- Una vez se hayan horneado las tortas, las retiramos del horno y, mientras todavía estén calientes, las cubrimos con el glaseado para que este se solidifique. Puede que necesitemos extenderlo un poco con una cuchara para que llegue bien a los bordes, aunque con el calor de la torta resultará una tarea sencilla. Dejamos que el glaseado se seque durante unos minutos antes de rematar la decoración con el nombre del santo.
- Para hacer las letras “San Blas” en cada una de las tortas, fundimos el chocolate durante unos segundos en el microondas. Lo haremos poco a poco, con golpes de calor cortos de unos 15 segundos, para evitar que se queme.
- Introducimos el chocolate derretido en una manga pastelera con una boquilla fina y escribimos “San Blas” o “S. Blas” -como es mi caso- con buen pulso y un poco de paciencia. Antes de consumir las tortas conviene dejarlas reposar unas horas para que el glaseado y el chocolate solidifiquen del todo.
Consejos para unos tortas de San Blas perfectas
- Hay quienes hacen un par de tortas con la misma cantidad de masa y luego las trocean a la hora de servir. También se pueden hacer más pequeñas, tamaño galleta común, pero en este caso escribir “San Blas” resulta más complicado.
- Los bordes se pueden dejar lisos, aunque con estas onditas quedan bien chulas. Sí no tienes un cortador con esta forma, puedes hacer las hendiduras a mano usando el lado romo de un cuchillo.
Hemos trabajado 2 horas y 50 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
60 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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