Tarta de queso y yogur con kiwis

Para 8 0.8€/pers. 290kcal/100g

La tarta de queso es uno de esos postres fijos en casa, de los que tirar para no defraudar a nuestros invitados. Tiene muchas variaciones, en función de los ingredientes o el método de cocinado, pero todas tienen la característica común de ser fácil de preparar. Para esta “cheesecake” de kiwi solamente necesitaremos 6 ingredientes, y su elaboración es apta para cualquiera persona de lo sencilla que es.

Aunque son pocos ingredientes, la calidad de ellos es una de las claves de que nuestra tarta salga deliciosa y con garantías. Como buen gallego, siempre que puede utilizo buenos productos de mi tierra. El kiwi es una fruta que en los meses de invierno está en temporada, produciéndose en Galicia en los meses de noviembre a junio. El resto del año podemos encontrarlos también en los mercados, pero ya vienen de otros países.

Otro postre delicioso que he preparado con esta fruta es la panacota con kiwi, de textura suave y con el toque especial que le aportan los kiwis. Incorpora esta fruta en tus recetas, sean dulces o saladas y aportarás salud a tu dieta. Y si es con esta tarta tan sencilla, triunfarás sin duda.

Cómo preparar una cheesecake o tarta de queso con kiwis

Preparación de la tarta de queso y yogur

1. Ponemos el queso crema en un bol grande. Batimos con unas varillas eléctricas, para darle una textura homogénea y cremosa. Añadimos el resto de ingredientes a la crema de queso: los yogures naturales, la harina, el azúcar y los huevos. Volvemos a batir con las varillas, hasta que resulte una crema suave y uniforme.
2. La masa tiene que quedar homogénea, sin grumos ni pegotes de queso o harina. Para que resulte más sencillo es importante que los ingredientes estén a temperatura ambiente y que comencemos por batir el queso crema a la hora de mezclar los ingredientes.
3. Ponemos a precalentar el horno, 10 minutos a 180º C.
4. Forramos el molde con papel sulfurizado. Así luego será muy sencillo desmoldar la tarta y que quede perfecta. Mi consejo es humedecer con un poco de agua el papel de horno y arrugarlo para que sea más fácil de usar y que quede con esa forma rústica. Podemos usar dos papeles intercalados y medio arrugados, esto dará a la tarta ese aspecto rústico. Vertemos la crema en el molde.

Horneado y presentación final de la tarta

1. Horneamos sobre 45/50 minutos a 180º C y la colocamos en la bandeja en el medio del horno, con temperatura arriba y abajo, con aire. Comprobamos que esté en su punto pinchándola con un palito. Si este sale limpio estará lista. El tiempo es orientativo ya que un horno puede apurar más que otro. Es importante ir vigilando nuestra tarta para que se tueste demasiado. 
2. Retiramos del horno y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Luego metemos en la nevera (en la parte baja) durante al menos 6/8 horas, para que coja consistencia y textura. Si es posible, dejadla de víspera, y mejorará el resultado final.
3. Como último paso, cortamos los kiwis atlánticos en rodajas y los pelamos. Nos quedamos con las más grandes para decorar la tarta, colocándolos en la parte superior cubriendo toda la superficie. La otra opción, sería con una confitura o mermelada de kiwi, aunque en casa nos gusta así, con la fruta tal cual en rodajas finas.

Se trata de una tarta dulce, muy cremosa pero con el toque justo y por supuesto, sabrosa. Receta muy fácil y que en una hora y un reposo en nevera tendremos una tarta perfecta para un postre o una merienda de rechupete.

Aquí tenéis todas las fotos donde muestro como preparar esta receta paso a paso. No os perdáis detalle para que os salga una tarta de rechupete.

Consejos para una tarta de queso y yogur con kiwi de rechupete

• En la decoración de la tarta, podríamos usar una mermelada o confitura de kiwi, como la clásica “cheesecake” americana, que lleva una de frambuesa. Para darle un toque diferente me he decidido por colocar rodajas de kiwi atlántico, que le da mayor vistosidad y está igualmente deliciosa.
• Esta es una tarta que primero subirá bastante en el horno, pero luego se bajará al enfriar. Con este punto, el tamaño del molde va a ser determinante para que nos quede más o menos alta. Con estas cantidades, yo he usado uno de 24 cm. de diámetro y nos quedará una tarta de unos 4/5 cm. de alto.
• Como la mayoría de tarta de queso, con mucha presencia de lácteos, el paso por el frío es determinante para obtener una buena textura final. Por ello, planificad con tiempo para no hacer la tarta con demasiada prisa. Yo os recomiendo por lo menos 6/8  horas y si la hacéis con tiempo, dejadla preparada de víspera.

Hemos trabajado 4 horas y 50 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?

60 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 120 min. para grabar y editar el vídeo, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.

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