Açai, quinoa, chia, el trigo sarraceno, la harina de algarroba, la cúrcuma, las bayas de goji, el edamame, la espirulina, kale, guanaba, kéfir… Si alguno de estos nombres ya forman parte de tu lista de la compra, entonces está claro, una nueva jerga alimenticia ha llegado para quedarse.
Aprender idiomas está genial y, como ya sabemos, la gastronomía es una fuente inagotable de productos nuevos por explorar, pero incluir estos alimentos en nuestra dieta habitual, ¿nos da superpoderes?
Ser Eco y hace eco
La moda de alimentarse a base de semillas y productos de procedencias orientales o latinoamericanas nos invade. Por eso encontrarnos con estos productos en nuestro supermercado de confianza es cada vez más común, y por supuesto, si no lo incluyes en el menú de tu bar o restaurante, no eres nadie.
Cuentan las estadísticas que la compra de estos alimentos mágicos se ha incrementado en los últimos tres años en un 202 % y se estima que en España crecerá en un 10 % de aquí en adelante. No debemos olvidar que, los alimentos mágicos, superalimentos o cómo queramos llamarlos, no tienen ninguna base científica que respalde sus supuestas cualidades sobre nuestra salud.
Es verdad que pueden tener componentes beneficiosos para el organismo o propiedades concretas, pero esto también ocurre con los alimentos que llevamos comprando y consumiendo toda la vida.
Los milagros… a Lourdes
Seguro que sigues más de una cuenta en tus redes sociales en las que te recomiendan estos productos, maneras alternativas para cocinarlos, momentos idóneos del día para comerlos,… etc. La realidad es que por mucho que desayunes un bol de açai con bayas de goji y camu camu o kéfir, si luego no te alimentas de una manera saludable y no haces un poco de ejercicio, todas estas novedades alimenticias de poco te sirven.
¿Superalimentos o supermarketing?
No hay que olvidar que detrás de todo superalimento hay una súper marca sacando partido de sus supuestos beneficios para nuestra salud. La industria tradicional ha visto en ellos una nueva manera de reinventarse y crear versiones más saludables de sus productos en el mercado.
Puede que no sean alimentos mágicos ni con superpoderes, pero si gracias a ellos la industria alimenticia se ha puesto las pilas y eso se ha traducido en técnicas innovadoras que eliminan componentes nocivos que siempre estuvieron ahí (colorantes, conservantes, aceite de palma etc), en cierto modo, debemos estarles agradecidos.
Para superalimentos, ¡Los nuestros!¡Viva la dieta mediterránea!
En la dieta mediterránea tenemos la suerte de poder disfrutar de un amplio abanico de superalimentos de los de verdad. De los que vienen del huerto y el campo gracias a nuestro envidiable clima (otra cosa no, pero de clima podemos presumir).
Si quieres plantar en tu huerta kale porque tiene unos nutrientes que te harán sentir mejor que a Popeye las espinacas o porque en una revista nutritiva se consideró producto del año, ¡hazlo! Pero no te olvides de que los tomates son anticancerosos gracias a su alto contenido en ligopeno. Que las judías pintas tienen el mismo omega 3 que la chia. Que las espinacas tienen un altísimo contenido en fibra, proteínas, vitamina A y C y que las ciruelas rojas además de estar riquísimas son mejores que la guanaba.
Calidad como cualidad
Comer sano no nos convierte en superhéroes ni superheroínas, pero nos hace sentir mejor. Así que, ¿por qué no?
Prueba todos estos alimentos que todavía te cuesta pronunciar bien (a mí también), disfrútalos e inclúyelos en tu menú semanal. Descubre por ti mismo o por ti misma si realmente te dan ese plus de alegría que te hacía falta, pero no olvides que no hace falta irse muy lejos para encontrar lo que estabas buscando.
Categorías: Actualidad gastronómica Aprende a cocinar
Exacto, no hay superalimentos. Hay alimentos saludables, que hay que incluir en la dieta, cuanto mas variada mejor… y productos elaborados/procesados que conviene evitar, sobre todolos que tienen «apellido» como digestivo, light, «receta trasicional», «receta de la abuela» y otros reclamos publicitarios.