Fácil 
20 min 
Por Alfonso López Alonso
Para 4
1.5€/pers.
kcal/100g
Ingredientes
- 2 pechugas de pollo (8 filetes de 80gr./ud.)
- Hojas de salvia fresca
- 8 lonchas de jamón serrano
- 40 gr. mantequilla
- Vino Marsala (u otro vino dulce)
- Palillos de madera
Saltimbocca es uno de los platos clásicos de la cocina italiana, saltimbocca alla romana, que forman parte de esas ricettes della nonna, recetas de la abuela que se preparan como toda la vida. La receta original tiene como base la carne de ternera pero hoy hemos preparado el plato un poco tuneado, saltimbocca de pollo, cambiando la carne original por pechugas de pollo. Se trata de una receta tan sencilla como sabrosa, la combinación de la carne con uno de sus ingredientes estrella, la salvia, bañada por una salsa de mantequilla y vino Marsala, es equilibrada, sabrosa y diferente.
Aunque la salvia es una hierba que no tiene especial tradición en nuestra gastronomía, hoy en día podemos encontrarla en grandes superficies y herbolarios, estoy hablando de salvia fresca, claro. No podemos hacer esta receta con salvia seca ni sucedáneos. Si sois de los que os gusta tener en casa alguna plantita aromática para disponer de ella fresca en el momento, os animo a que incluyáis ésta en vuestro jardín de ciudad, así no tendréis que mover Roma con Santiago cada vez que tengáis en casa una pechuga de pollo y queráis preparar esta receta.
Un par de apuntes, aunque la receta original utiliza vino Marsala italiano para preparar la salsa, podremos utilizar cualquier otro que tengamos en casa. El preparar la salsa con mantequilla puede resultarnos algo raro o poco habitual, os animo a que mantengáis la receta original y no lo sustituyáis por aceite, el sabor característico que aporta no sería el mismo si utilizáramos otra grasa. Espero que preparéis este plato en casa y luego me lo contéis, una delicia de toma pan y moja, de rechupete.
Receta saltimbocca de pollo
Preparación de los Saltimbocca de pollo
- Limpiamos las pechugas de pollo eliminando posibles restos de grasa que puedan tener. Cortamos las pechugas en 8 filetes de unos 70-80 gr. Si queremos que sean muy fino podemos aplastarlos un poco golpeándolos ligeramente con un rodillo de cocina, una vez tapados con papel transparente.
- Encima de cada filetito colocamos un lonchita de jamón serrano y encima de esta una o varias, según el tamaño, hojas de salvia que sujetamos con un palillo.
- No es necesario añadir sal a la carne, la que le aporta el jamón es suficiente. Lo ideal es cubrir casi toda la superficie del filete con las hojas de salvia, por eso si tenemos hojas pequeñas le colocaremos varias.
- Calentamos la mantequilla en una sartén y añadimos los filetitos montados con la hoja hacia abajo, que sea esta la primera en freírse, así la mantequilla se impregnará desde el principio de los aromas de la salvia. Freímos por ambos lados durante unos minutos y reservamos en una bandeja tapando los filetes con papel de aluminio para intentar mantenerlos calientes hasta que acabemos de freírlos todos.
- Una vez que tenemos todos los filetitos listos los reservamos en una bandeja y añadimos a la sartén el chorrito de vino Marsala o el vino dulce que vayamos a utilizar. Con la ayuda de una cuchara de madera vamos soltando los jugos que se hayan quedado pegados en el fondo de la sartén.
Hemos trabajado 2 horas y 10 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
20 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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Estas pechugas son riquísimas, aunque las conocí hace como 40 años, con jamón o pechuga de pavo, queso mozzarela, en rollo, pasado por pan molido y queso parmesano, horneadas lentamente.