Para 6 0,4€/pers. 145kcal/100g
Ingredientes
- 250 ml. de leche entera
- 75 g. de mantequilla
- 3 huevos tamaño M
- 150 g. de harina
- 20 ml. de ron blanco
- 1 pizca de sal
- 1 cucharada de azúcar
- Aceite de girasol
- Para el glaseado: 125 g. de azúcar glass
- Unas gotas de zumo de limón
- 2 cucharadas de agua
Esta receta es típica y tradicional de León, donde se celebra el San Froilán (5 de octubre), con unas fiestas a comienzos del mes de octubre. El patrón de la ciudad es San Marcelo, pero San Froilán también se celebra de manera importante en la ciudad.
Aunque a día de hoy son muy conocidas en la ciudad, su historia no tiene muchos años. En los años 80 las creó el maestro pastelero leonés Santiago Pérez, de las confiterías “La Coyantina”, pero las rosquillas no tuvieron éxito y dejaron de producirse. Pero más adelante, en los 90, la “Confitería Asturias” retomó la receta y esta vez sí que tuvieron un gran éxito. A partir de ese momento, ya se unieron muchas pastelerías de la ciudad, hasta que hoy son ya imprescindibles en el san Froilán leonés.
En el blog tengo ya unas 11 recetas de rosquillas, un postre que nunca falta en muchos hogares españoles, sobre todo en los días de fiesta y en la Semana Santa. Mi abuela Lucrecia hacía unas maravillosas, que luego pasó a hacerlas mi madre, y de las que he podido recuperar su receta.
En Madrid, por la festividad de San Isidro, son típicas las rosquillas listas y las tontas . Se diferencian en que las primeras (las listas) llevan un glaseado de azúcar. Y no quiero olvidarme de las conocidas rosquillas de candil, típicas de mi tierra gallega, donde siempre las encontramos en las fiestas y romerías.
Espero que os gusten estas rosquillas de San Froilán, que dan poco trabajo y tampoco os llevará demasiado tiempo el prepararlas. Como curiosidad, se forman usando una manga pastelera, de ahí su característica masa rallada. Como decoración y toque final, el típico glaseado tan tradicional en la mayoría de recetas de rosquillas.
Rosquillas caseras de San Froilán
Preparación de la masa de las rosquillas de San Froilán
- En un cazo, añadimos la leche, una cucharada de azúcar, una pizca de sal y la mantequilla. Ponemos a calentar, mientras mezclamos para que se integren todos los ingredientes.
- Cuando esté a punto de hervir, incorporamos la harina (de una sola vez). Mezclamos con ganas. La masa irá cogiendo consistencia, hasta que vemos que se desprende de la superficie del cazo. Este es el punto que queremos lograr. La retiramos a un bol, y le damos un toque de amasado con las manos. Dejamos reposar la masa, para que atempere.
- Una vez templada la masa (y en el bol), vertemos el ron, y los huevos uno a uno. Vamos mezclando bien, y repetimos el proceso con los otros 2 huevos. Finalmente, obtendremos una masa ligeramente pegajosa, suave y brillante.
- Ahora tenemos que pasarla a una manga pastelera, ya sea de tela o de las de plástico desechable. Colocaremos una boquilla gruesa. Para facilitar la tarea, colocad la manga en un vaso alto, y luego id añadiendo la masa, hasta tener una buena cantidad.
- Recortamos un buen trozo de papel de horno. Sobre él, con la manga pastelera, vamos formando círculos de masa. Dejando separación entre ellos. Repetiremos el proceso hasta terminar toda la masa. Recortamos el papel alrededor de cada rosquilla.
Fritura y presentación final de las rosquillas de San Froilán
- En una sartén alta y no muy ancha, vertemos abundante aceite de girasol. Calentamos. Cuando coja temperatura (pero sin humear), vamos añadiendo las rosquillas, primero con el papel hacia arriba. Con el calor, éste se irá desprendiendo. Le damos la vuelta a las rosquillas, para seguir friéndolas hasta que estén doradas por ambos lados.
- Vamos retirando sobre un papel de cocina absorbente. Reservamos y dejamos que enfríen. Como toque final, haremos el típico glaseado para rosquillas. En un bol, echamos el azúcar glass. Le añadimos 2 cucharadas de agua y unas gotas de zumo de limón. Mezclamos bien, y en poco tiempo tendremos lista la glasa de azúcar.
- Bañamos las rosquillas con el glaseado. Dejamos secar. Una buena opción es ponerlas sobre la rejilla del horno, para que no se nos ablanden.
Unas rosquillas deliciosas, suaves y esponjosas. Os durarán varios días en perfecto estado, acompañando las sobremesas, las meriendas y los desayunos. Guardadlas en una lata o tapadlas con un paño limpio, así aguantarán más tiempo.
Consejos para unas rosquillas de San Froilán perfectas
- Para freír masas, como rosquillas o buñuelos, es recomendable usar aceite de girasol. Para no darle sabor a lo que estamos friendo. Si no tenéis en casa, como mal menor, podéis usar un aceite de oliva que sea suave. Pero el virgen extra, no os lo recomiendo.
- La manga pastelera es importante, ya que es lo que diferencia a estas rosquillas. Usaremos una boquilla grande, estrellada (no lisa). Si no tenéis una gruesa, coged una pequeña y haced el hueco más grande con unas tijeras. Otro truco, es ejercer más presión en la manga pastelera, para que salga más cantidad de masa.
- La receta original lleva ron blanco. Si tenéis peques en casa, pues no lo uséis y listo, aunque va la masa frita haciendo que no se note prácticamente nada el alcohol.
Hemos trabajado 4 horas y 30 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
40 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 120 min. para grabar y editar el vídeo, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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fantásticas, las mejores rosquillas y similares que he probado nunca