Rosquillas de Alcalá. Rosquillas de hojaldre con yema

Rosquillas de Alcalá. Rosquillas de hojaldre con yema

Icono personas Para 6Icono euro 0.9€/pers.Icono calorias 402kcal/100g

Ingredientes

  • Para hacer la base de las rosquillas:
  • 2 planchas de hojaldre rectangulares
  • 1 huevo M
  • Para la crema de yema:
  • 5 yemas de huevo M
  • 1 huevo entero M
  • 150 g. de azúcar
  • 80 ml. de agua
  • Para el glaseado:
  • 2 claras de huevo M
  • 250 g. de azúcar glasé
  • El zumo de ½ limón
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Que me apasionan las rosquillas es un secreto a voces. No hay más que ver la larga lista de recetas que hay en la web para darse cuenta de ello. Las he cocinado y publicado en todos los formatos posibles, tenemos más de 30 recetas de rosquillas distintas, aunque las rosquillas fritas, las tradicionales rosquillas de anís o las rosquillas roceñas están entre mis preferidas.

En mi cruzada por dar con la rosquilla perfecta y rescatar sabores tradicionales de la gastronomía española, me he topado con las rosquillas de Alcalá. Se preparan con planchas de hojaldre y se cuecen en el horno, lo que ahorra tiempo -por un lado- y calorías -por otro-. Se terminan con un baño de crema de huevo y un glaseado de limón para aportar sabor y color a las criaturas.

Estas rosquillas de Alcalá son una receta típica de la localidad madrileña de Alcalá de Henares. Son una auténtica delicia. Seguro que si las habéis probado sabéis de qué estoy hablando, porque este dulce se derrite en la boca y está de rechupete. Las rosquillas son el dulce por excelencia en día del patrón de Madrid, San Isidro Labrador. Aunque las rosquillas de Alcalá tienen su éxito propio y las puedes encontrar todo el año en la mayoría de las pastelerías madrileñas, un postre tradicional madrileño como la costrada o las torrijas.

Se pueden hacer los altas o bajas que uno quiera, esto depende de la cantidad de capas de hojaldre que se usen en su elaboración. Cada pastelería tiene su truquillo para darles el aspecto personal y yo te cuento el mío. ¿Te animas a hacerlas? Verás como son muy fáciles y cuando las pruebes repetirás la receta.

Receta de rosquillas de Alcalá

Preparación de base de hojaldre de las rosquillas

  1. Estiramos una de las planchas de hojaldre sobre la superficie de trabajo y la pincelamos con huevo batido por toda la superficie. Colocamos la otra plancha de hojaldre encima procurando encajar bien los bordes. Cortamos por la mitad y pintamos una de las piezas con más huevo batido.
  2. Colocamos la otra pieza sobre esta y la alineamos bien. Buscamos obtener cuatro capas de hojaldre, una sobre otra, es decir que haya varias capas de hojaldre superpuestas.
  3. Pasamos un rodillo por la superficie de forma suave, sin estirar. Hay que procurar no aplastar el hojaldre, es solo para que las planchas de hojaldre se unan.
  4. Con dos cortadores redondos, uno grande para el exterior y otro pequeño para el agujero interior, cortamos las rosquillas que nos permita la masa. A mí me han salido 12 unidades, pero todo dependerá del tamaño final de tu plancha de hojaldre y de lo grande o pequeño que sea tu cortador.
  5. Con mucho cuidado, porque son delicadas, transferimos las rosquillas a una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Dejamos espacio entre ellas para que no se peguen cuando crezcan con la cocción.
  6. Introducimos la bandeja en el horno, precalentado a 180º C con calor arriba y abajo, y cocemos las rosquillas de hojaldre durante 15-20 minutos o hasta que estén doradas. El tiempo exacto dependerá de cada horno. Una vez horneadas, retiramos la bandeja del horno y dejamos que se enfríen antes de continuar con la receta.

Preparamos la crema de yema

  1. Mientras se hornean las rosquillas de hojaldre hacemos la crema de yema.
  2. En un cacito ponemos a hervir el agua con el azúcar a fuego medio, dejando que el azúcar se disuelva por sí solo sin necesidad de remover. No hay que tocarlo, así que paciencia porque esto lleva unos minutos.
  3. Necesitamos un almíbar a punto de hebra, que se llama así porque al mojar el dedo índice y pulgar en agua y luego en el almíbar, al separar los dedos se debería formar una hebra. No obstante, para mayor precisión, lo ideal es usar un termómetro de cocina que nos indique la temperatura exacta, que son 118º C. Dejamos que el almíbar enfríe un par de minutos.
  4. Mezclamos las yemas y el huevo en un recipiente amplio y hondo y removemos, sin batir..
  5. Incorporamos el almíbar en forma de hilo continuo, mientras vamos removemos sin parar con un batidor. Hay que mezclar de manera constante para que el huevo no se cuaje.
  6. A continuación, pasamos la crema por un colador fino y bañamos en ella las rosquillas -para no pringarse mucho los dedos podemos usar unas pinzas-, depositándolas después sobre una rejilla para que escurran, sequen y enfríen.

Preparamos el glaseado

  1. Para finalizar vamos a glasear las rosquillas. Para ello ponemos el zumo de medio limón en un bol junto con las claras de huevo y el azúcar glasé. Removemos con unas varillas hasta obtener una masa lisa y homogénea.
  2. Con ayuda de una brocha pincelamos las rosquillas. Dejamos secar antes de consumir, ya sea tal cual o con una bebida de nuestro gusto. Son ideales para la sobremesa, con una copita de licor, un café o una infusión, aunque nada no impide comerlas en el desayuno o la merienda con un vaso de leche. Una receta para unas 12 unidades aproximadamente, depende un poco del tamaño que elijamos de base para la rosquilla.

Consejos para unas rosquillas de Alcalá perfectas

  • Un truco para que no se pegue la masa en el momento de cortar las rosquillas es pasar los cortadores por un cuenco con harina. por harina.
  • Si queremos que el hojaldre crezca más durante su paso por el horno, podemos pulverizar la bandeja con las rosquillas ya formadas con un poco de agua. Esto ayudará a crear vapor y de esta forma el hojaldre saldrá más alto.
  • Dejad espacio entre ellas cuando las paséis a la bandeja de horno porque crecen y se pueden pegar unas a otras. Nos evitaremos tener que despegarlas y quedarán más bonitas.
  • Por último, os doy dos opciones para secar el glaseado final. La primera es dejar reposar las rosquillas sobre una rejilla y esperar el tiempo necesario (según el grado de humedad y la temperatura ambiente llevará más o menos tiempo). La segunda es meterlas 15 minutos en el horno a 50º C, mucho más rápido que el anterior.
Hemos trabajado 2 horas y 50 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?

60 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.

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Sobre el autor

Cuéntame qué tal te ha salido la receta, anécdotas, trucos o preguntas. Leo todos los comentarios y respondo siempre a las dudas. Firmado: Alfonso.

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