Para 4 2.5€/pers. kcal/100g
Ingredientes
- 12 alcachofas medianas
- 1 limón
- 4 huevos
- Harina para rebozar
- Sal (al gusto)
- Aceite de oliva virgen extra suave (para freír y pochar las verduras de la salsa)
- Para la salsa: 1 cebolla
- 1 puerro
- 1 zanahoria
- ½ vaso de vino tinto
- Caldo de carne y sal (al gusto)
Estamos en temporada de alcachofas y en casa nos apasionan, una de esas verduras que no suelen entrar muy bien cuando eres pequeño pero en cuanto le pillas el punto, están deliciosas. En esta ocasión me he decidido por una receta muy sencilla y con mucho sabor, alcachofas rebozadas en salsa. Una de esas recetas de verduras que encantarán a todo el mundo, incluso los vegetarianos.
En el blog tenéis varias recetas con alcachofas, desde las más visitas con jamón y huevo, las rellenas y gratinadas con bechamel hasta el famoso risotto con alcachofas. Y tenemos una muy parecida, alcachofas en salsa verde.
Las alcachofas rebozadas podrían tomarse directamente o con un simple acompañamiento de mayonesa o una salsa de tomate, si es casera mucho mejor. Para esta receta he querido darle un toque más especial y por ello os propongo acompañarla por una salsa de verduritas muy típica de nuestra gastronomía, ideal para acompañar este plato o incluso como acompañamiento de un filete o de unas albóndigas. Probadlas de este modo, ¡os encantarán!
Cómo hacer alcachofas rebozadas
Preparación de las alcachofas rebozadas en salsa
- Lo primero que hacemos es limpiar concienzudamente las alcachofas. Eliminamos las hojas exteriores hasta llegar a la capa en la que tienen un color verde más claro y son más tiernas. A continuación pelamos el tronco, que en éste caso conservamos y cortamos la punta.
- Las dividimos en dos mitades y con la ayuda de una cucharita retiramos la parte central, donde se encuentra la pelusilla que puede dar un sabor amargo.
- Según las vamos limpiando las colocamos en un bol que contenga agua y el zumo del ½ limón para evitar que tomen un color parduzco. Si no os gusta el sabor ácido que le da el limón, podéis hacer el mismo proceso con perejil fresco y agua bien fría. Cualquiera de los dos trucos ayudan a evitar la oxidación, el proceso que se produce al entrar en contacto los fenoles que posee la alcachofa con el oxígeno.
- Ponemos agua en una cazuela, añadimos una pizca de sal, un cuarto de limón y calentamos hasta que hierva. En ese momento añadimos las alcachofas y dejamos durante 15-20 minutos, dependiendo de lo tiernas que sean.
- Al cabo de este tiempo las retiramos del agua y las ponemos a escurrir sobre papel de cocina para eliminar el agua de la cocción.
- Preparamos la mezcla para rebozarlas. Para ello batimos cuatro huevos en un plato hondo y le añadimos sal, dos cucharadas de harina para que resulte más espesa y se adhiera más a las alcachofas y una cucharada de agua o de vodka (ayudará a que la fritura quedé más crujiente).
- Para que el rebozado sea más consistente pasamos las alcachofas por la mezcla de huevo, después por la harina y nuevamente por la mezcla. En este caso hemos utilizado harina específica para rebozados.
- Para freírlas echamos aceite de oliva en una sartén y esperamos a que esté bien caliente.
- Vamos colocando las alcachofas rebozadas y damos un par de vueltas para que queden bien doraditas por ambos lados.
- Seguimos con la preparación de la salsa. Picamos la cebolla y la ponemos a pochar en una cazuela con aceite bien caliente. Picamos el puerro y la zanahoria y lo añadimos a continuación. Sazonamos. Cuando las verduras estén doradas añadimos una cucharada de harina y rehogamos.
- Añadimos el vino y dejamos unos minutos para que se evapore el alcohol. Echamos medio vaso de caldo poco a poco. Removemos bien y rectificamos de sal. Dejamos que se cocine todo durante unos 25 – 30 minutos a fuego medio, removiendo de vez en cuando.
- Pasado este tiempo trituramos con la batidora y reservamos.
- Las alcachofas, una vez fritas, se colocan en una fuente sobre una fina cama de salsa. La sobrante se servirá en un recipiente aparte para que cada uno pueda servirse más si lo desea o incluso para tomarla acompañada de pan.
Aunque no seáis muy amantes de las verduras, os aseguro que con esta receta os chuparéis los dedos. Las alcachofas rebozadas están mucho más buenas recién hechas, es mejor servirlas inmediatamente y acompañarlas sobre la salsa tal como recomiendo en la foto de presentación. Es el pequeño inconveniente que tiene este plato, porque el rebozado está mucho más rico al punto, debe consumirse cuanto antes para que el producto no se quede blando ni frío.
Encontraréis un montón de ideas en el blog para cocinar esta verdura, desde unas alcachofas al horno, pasando por unas sencillas alcachofas con jamón o como ingrediente esencial en este arroz con alcachofas. Una receta perfecta para disfrutar con los amigos o la familia un día festivo o para el menú semanal. Animaros con las distintas recetas con alcachofas que tenemos en el blog, os aseguro que encontraréis un montón de ideas para cocinar día a día en casa.
Hemos trabajado 3 horas y 20 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
90 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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Pero si la salsa se hace el dia anterior estará buena? Asi unicamente es calentarla y freir las alcachofas. Tienen una pinta brutal brutal
Jorge, brutal, te lo aseguro! La salsa gana de un día para otro, está mejor que recién hecha.