Para 10 0.80€/pers. 160kcal/100g
Ingredientes
- 9 nueces verdes
- 3 l. de aguardiente
- 1 taza de Poleo
- 2 tazas de hierbaluisa
- 1 taza de manzanilla
- 1 taza de anís
- 1 taza de menta
- 3 ramas de canela
- Cáscara de limón
- 5 clavos
Hoy os traigo un post la mar de especial sobre una bebida que es como una joya escondida en el baúl de los recuerdos: la ratafía. Puede que muchos de vosotros ya hayáis oído hablar de ella o incluso la hayáis probado, pero seguro que hay un montón de curiosidades y detalles que os van a sorprender.
La ratafía es un licor dulce y aromático que se elabora a partir de la maceración de diferentes hierbas, frutas y especias en aguardiente. Imaginaos una pócima mágica, de esas que prepararía un druida en medio del bosque, y ya tenéis una idea aproximada de lo que estamos hablando. En el blog también tenéis el licor de café gallego que está buenísimo.
Se dice que la ratafía tiene la capacidad de capturar la esencia de la naturaleza en una botella, como si fuera una especie de poción secreta. La variedad de ingredientes y la forma de preparación pueden variar mucho según la región, pero la idea básica es la misma: obtener una bebida que te transporte a la campiña, con todos esos aromas a hierbas y frutas frescas.
Un poco de historia para los curiosos
La ratafía tiene un origen un poco misterioso, pero se cree que sus raíces se remontan a la Edad Media. Era la bebida favorita de los monjes y alquimistas, que eran como los bartenders de la época, mezclando y probando hierbas para crear el elixir que te quitaba todos los males (y probablemente te dejaban con una sonrisa tonta en la cara).
Su nombre tiene varias teorías, pero una de las más populares es que viene de la expresión latina “rata fiat”, que significa algo así como “así sea”. Era lo que se decía al cerrar un trato importante, como un brindis en plan “¡A la salud de todos!”. Vamos, que la ratafía era el brindis oficial en las reuniones de antaño, como un buen champán en Navidad, pero con un toque más herbal.
En Cataluña, especialmente en la comarca de la Garrotxa, la ratafía es toda una institución. De hecho, hay festivales dedicados a esta bebida, donde la gente se reúne para probar diferentes variedades, compartir recetas y, cómo no, acabar con un par de copitas de más. No es solo una bebida, es una tradición, una fiesta y una excusa perfecta para juntarse con los amigos.
Receta del licor ratafía
Preparación paso a paso
- Lavamos bien las nueces verdes y las cortamos en trozos. Las colocamos en un tarro grande de vidrio y añadimos las hierbas, las frutas y las especias. Llenamos el tarro con aguardiente hasta cubrir todos los ingredientes y añadimos el azúcar.
- Tapamos bien el tarro y lo agitamos un poco para mezclar todo.
- Ahora viene la parte difícil, esperar. Dejamos el tarro en un lugar soleado durante al menos 40 días. Sí, 40 días. Dejamos que el sol y el tiempo hagan su trabajo.
- Cada pocos días, le damos una sacudida al tarro para asegurarnos de que todo se mezcla bien.
- Una vez que hayamos aguantado la espera (¡bravo!), es hora de colar la mezcla. Usamos un colador fino o una gasa para separar el líquido de los sólidos.
- Vertemos la ratafía en botellas limpias y herméticas. Ahora, podemos guardarla en un lugar fresco y oscuro para que se siga madurando, o… ¡podemos empezar a probarla de inmediato!
Consejos para un licor ratafía perfecto
- Preparar ratafía en casa es toda una aventura. No necesitas ser un alquimista medieval, pero sí tener un poco de paciencia y un espíritu aventurero. Aquí te dejo una receta básica para que te lances a la piscina (o, mejor dicho, al bosque) y prepares tu propia ratafía.
- La ratafía se puede tomar sola, en una copita pequeña, como un digestivo después de una buena comida. Pero también podemos usarla para darle un toque especial a nuestros postres. Añadir un chorrito de ratafía a un bizcocho o a unas natillas caseras puede convertir un postre normal en una experiencia celestial.
- Y si somos de los que les gusta experimentar en la cocina, probemos a usar ratafía en nuestras salsas para carnes. Una reducción de ratafía puede hacer que una simple pechuga de pollo se transforme en un plato digno de un chef con estrella Michelin.
- No tengamos miedo de probar diferentes combinaciones de hierbas y frutas. La ratafía es como un lienzo en blanco y nosotros somos los artistas.
- Recordemos que podemos añadir más azúcar después, pero no podemos quitarlo. Así que empecemos con menos y ajustemos al final.
- La maceración lleva tiempo, pero vale la pena. Cuanto más tiempo dejemos la ratafía reposar, más rica será.
Hemos trabajado 2 horas y 10 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
20 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
Categorías: Recetas de bebidas y cócteles