Lo único de lo que se puede alimentar a los niños una vez que nacen, es la leche, y como padres deseamos ver cómo se alimentan de otras cosas. El primer día que lo hacen, es posible que nos llevemos un chasco puesto que suelen negarse a comer casi cualquier cosa o se limitan a gesticular y a poner caras de desaprobación hacia lo que le has dado, y en la mayoría de las ocasiones lo escupen o ni si quiera dejan que les des de comer.
Cuando crecen la situación puede variar en casos puntuales, pero el patrón es que esta situación no cambie y ya no solo hagan gestos, sino que ya tengan la capacidad de verbalizar lo que no quieren, lo que no les gusta o incluso el asco que les produce algo.
Es comprensible que la situación nos asuste cuando el alimento del que rehúsan son las frutas y las verduras. Mi hijo necesita minerales, vitaminas y fibra que no puedo darle si no es comiendo la fruta y la verdura, ¿qué puedo hacer?
Es cierto que de lo que coman hoy, influirá en cierto modo en su futura alimentación y su autocuidado, pero debes tener en cuenta que el paladar, aun siendo adultos, sigue desarrollándose al probar cosas nuevas o probar cosas que teníamos apartadas de nuestra dieta en el pasado.
A continuación, te mostramos varios consejos que te serán de utilidad antes de comenzar la tarea de enseñarles a comer frutas y verduras, trucos que te pueden ser de gran utilidad durante el proceso y recetas que colaboren con esta labor.
Consejos para enseñar a comer frutas y verduras
No imponer
Ya sean niños mayores o bebés, imponerles que se lo coman generará rechazo hacia ese alimento. Debes tener en cuenta que una vez empiezan a alimentarse de cosas que no sean la leche materna, están entrando en un mundo completamente distinto en cuanto a los sabores y es lógico que se confundan o que algún sabor les confunda pues están acostumbrados a la leche que es muy suave, dulce y está caliente. La fruta, por ejemplo, es mucho más ácida, está fría y deben hacer un mayor esfuerzo para consumirla. Es posible que hagan muecas al probarla por primera vez, es lo más normal del mundo.
También es importante que seas consciente de que el momento de la comida no debe convertirse en un ring de lucha, ni un sufrimiento para ambos. Muchos padres consideran que deben darle a su bebé o a su hijo todo el plato o bol de comida, a pesar de que esté lleno, no quiera más, llore o incluso vomite. Es necesario que se les respete, que si algo no le gusta o sencillamente no tenga más hambre no se le obligue a seguir comiendo ya que se genera un tremendo rechazo (como ya hemos mencionado anteriormente) hacia la hora de la comida y a la propia comida.
Ofrécele siempre
Cuando ya has descubierto que alguna fruta o verdura no le gusta, tienes que seguir ofreciéndoselo.
Existen diversas investigaciones que muestran que se aceptan más alimentos en función de las veces que se les ha dado a probarlo. Mencionan que “Un alimento tiene que se probado entre 10 y 15 veces para ser bien aceptado”.
Influye mucho, además, la forma en la que se lo presentes, es importante irla cambiando ya sea en trozos, en zumo, cruda, en puré… es posible que esté influyendo la textura del alimento y no el sabor. Aunque otra opción es mezclar lo que conocen con el nuevo alimento. Leche y fruta suelen combinar bien y al ser a lo que ellos están acostumbrados, el cambio no se les hará tan costoso.
Si le ofreces algo nuevo y sólo ha comido 3 cucharaditas y ya no quiere más, no es un problema, podemos volver a intentarlo al día siguiente e independientemente de lo que coma, el ejercicio que estamos haciendo es para que pruebe las cosas, que aprenda y que experimente con la comida.
Si no le gusta en puré prueba a dársela machacada o a trozos, tardará algo más en comerla, pero es posible que la prefiera así o que simplemente sea así como le gusta.
Otra opción es ponerle delante varios tipos de fruta o de verdura distintos y tenderá a elegir, con el tiempo, las que más le gusten, pero al final estará comiendo alimentos esenciales para su desarrollo. Evita al mismo tiempo ponerle en primer lugar la verdura y en segundo lugar algo que le guste mucho, porque la próxima vez que lo hagas, si no le gustan las verduras sabrá que después vendrá algo que le guste mucho más y decidirá no comérselas.
¿Comes tú fruta y verdura? Enseña con el ejemplo
Resulta increíblemente beneficioso que la hora de la comida se realice en familia ya que tu hijo va a tender a imitarte en todo lo que hagas ya sea algo beneficioso o perjudicial. Si en tu caso, como madre o como padre, no comes fruta o verdura porque no te gusta, es lógico pensar que al ser vosotros las personas en las que más confía y que no vea que coméis algo, él o ella tampoco lo haga.
Además de esto debes tener en cuenta que se fijan en todo, y si ven que en tu plato falta algo que el sí tiene o que tiene más de algo, va a darse cuenta. Todos los platos deben tener lo mismo. También hay que tratar de hacerles ver que están muy ricas, ya que un niño no le va a dar ningún tipo de importancia a lo saludables que sean o no, aunque recomendamos que se mencione este aspecto de cara a que en un futuro diferencien lo que es sano de lo que no.
Si tanto fruta como verdura son partes del menú continuamente, terminarán admitiéndolas en su ingesta. Nosotros, aun siendo adultos, tenemos determinadas preferencias por la fruta y la verdura, puede ser que algunas no lleguen a gustarte nunca y que prefieras consumir otras, esto mismo ocurre también con los niños. Por eso es importante que te muestren esos gustos y para ello debes preguntar mucho qué es lo que le apetece comer, qué es lo que prefiere.
Los tres consejos son igual de importantes para lograr que tu hijo esté educado también nutricionalmente y es por eso por lo que no debes olvidad darle ejemplo ya que eres quién más puede hacer para que coma de forma saludable.
Premio/Castigo
Muchas veces, ya sea por desesperación o por cansancio tendemos a decir cosas como: “si no te lo comes, no vas a jugar, si no te lo comes te castigo sin…, si te lo comes luego te doy…”. Este es un método que tiene un efecto inmediato en el niño y que producirá en él lo que verdaderamente queremos que haga, que se lo coma.
No funcionará una vez que crezcan y lo mejor es que aprendan desde pequeños a ser conscientes de que comer bien es una parte fundamental de nuestra vida y de nuestra salud, debe generar placer en ellos y para ello es preferible que no haya de por medio ninguna consecuencia o premio.
Diversión en la comida
Tanto la forma como los colores de algunas verduras son bastante curiosas e interesantes. Los niños en etapa de crecimiento, conocimiento y desarrollo son extremadamente curiosos y les interesa cualquier novedad.
Da mucho juego servir distintas verduras y que en cierto modo se convierta en una forma de pasárselo bien. Como consejo, puedes añadirle alguna salsa a las verduras para que disminuya ese sabor fuerte de alguna de ellas y que, al verlas presentadas de forma distinta, despierte de nuevo la curiosidad en ellos.
Muchísima paciencia y que te ayuden a preparar la comida
No pierdas la esperanza si ves que no avanzas en tu empeño de que les guste la fruta y la verdura. Es un proceso que hay que pasar y que en la mayoría de los casos es lento. Ten paciencia ya que en un futuro esto cambiará.
Aprender a cocinar es importante y hacerlo cuando ya tienes 40 años no es lo aconsejable. Si te ayudan de niño vas a tener un superpoder cuando seas mayor. Incluso ayudará a la madre o al padre a que su hijo coma mejor y no monte dramas cada vez que tiene un plato de comida delante de la mesa. Volveremos con esto más adelante, porque en realidad es de “3º de cocinar con niños”. Así que vamos a empezar más atrás, muchos más atrás, empezaremos por el principio, aunque parezca reduntante.
Recetas divertidas para niños con fruta y verdura
Después de haber visto los consejos a seguir, te proponemos distintas recetas que se complementan con los mismos para que sea más sencillo que tu peque coma frutas y verduras.
Salsa de tomate casera
Muchas veces influye en ellos el saber que son verduras al ver su forma y sus colores y aunque no es beneficioso para su aprendizaje nutricional, podemos utilizar el truco de «ocultarle que está comiendo verduras» cada cierto tiempo.
San Jacobos de berenjena
Como en el caso de los clásicos san jacobos de toda la vida (jamón y queso), esta receta es igual de sencilla. Con una buena berenjena y con diferentes rellenos, conseguiremos un estupendo aperitivo o primer plato.
Tortilla de coliflor y cebolla
Cómo hacer una tortilla de coliflor y cebolla. Es una opción excelente para una cena saludable. Elaborada con productos humildes, la calidad de los mismos es esencial para que el resultado sea óptimo. Buenas verduras, huevos de corral y aceite de primera. No se requiere de nada más para obtener un plato de lujo y, por supuesto, de rechupete.
Croquetas de brócoli y queso
Una forma muy sutil de que mi peque (y los vuestros) coman brócoli en su dieta y que no dejen ni una miga en el plato. ¡Veréis que a los niños les encanta! Podéis ver el resultado final arriba ¡De rechupete!
Croquetas de verduras al horno
Lejos de la masa tradicional de croquetas que hacen nuestras abuelas, madres y nosotros mismos, estas croquetas de verduras no llevan bechamel sino una mezcla de sanísimas y deliciosas verduras amalgamadas con un poco de harina de garbanzo.
Crema de calabaza
Es un plato con toques dulces que a los más peques estoy seguro que les gustará. Es perfecto para cualquier día de la semana o incluso para un festivo con un toque distinto y original del curry, aunque es totalmente opcional
Pasta integral con verduras
Para este rico plato de pasta aprovecha siempre aquellas verduras que estén de temporada, tendrás un plato más sabroso y colorido, con lo mejor de la huerta en cada mes del año.
Smoothie de fresa
Los batidos de frutas han estado presentes a lo largo de toda mi infancia y hasta el día de hoy. Poco a poco estoy incorporando batidos o zumos de fruta a los desayunos y meriendas en casa, pero también la amplia variedad de smoothies o bebidas con fruta.
Tarta de yogur y kiwi
Un postre delicioso que he preparado con esta fruta, similar a una tarta de queso, pero donde los kiwis van tal cual, frescos. Podéis poner la cobertura de fruta que más os guste en casa, no dejarán ningún trozo os lo aseguro. Otro postre saludable sería la panacota con kiwi, de textura suave y con el toque especial que le aportan los kiwis. Incorpora esta fruta en tus recetas, sean dulces o saladas y aportarás salud a tu dieta. Y si es con esta tarta tan sencilla, triunfarás sin duda.
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