Llevamos años intentando concienciarnos de que el uso del plástico no es para nada recomendable.
Aunque desde la sociedad en general vemos cada vez más y más plástico. Entrar en un supermercado es ver todo envuelto en plástico, tanto es así que puedes llegar a salir envuelto tú mismo.
Los supermercados siguen regalándonos o cobrándonos las bolsas de la compra (que siempre son de plástico y nunca de cartón) y envasando prácticamente todo con uno, dos o más plásticos. ¿Será que en realidad no nos dejan o es que no queremos?
Uno de los mayores hándicaps se nos presenta a la hora de hacer la compra. Entiendo que, a simple vista, puede resultarte muy complicado, pero con estos truquitos que voy a darte más abajo dejarás de “plastificarlo” todo de una vez.
Algunas cosas que puede que no sepas
- Cada cinco minutos se generan, aproximadamente, entre 1 y 3 millones de toneladas de plástico en todo el mundo.
- Más del 38 % de los residuos que generamos a nivel mundial proceden de embalar nuestros alimentos en plástico. Bandejas de pescado, embutidos, bricks, paquetes de galletas, envase de los huevos…TODO viene envasado en plástico y ha ido sucediendo así, “sin darnos cuenta” de la repercusión que esto tendría a la larga.
- Si dejásemos de consumir plástico masivamente: ahorraríamos millones de toneladas de residuos. Aumentaríamos la longevidad de vida marina, terrestre y aérea. Disminuiría la deforestación. Nuestros océanos estarían muchísimo más limpios y emitiríamos una cantidad muy inferior de CO2.
- A nivel práctico: no tendríamos que sacar la basura cada día (parece una tontería pero no lo es) y aumentaría nuestra capacidad de resolución de problemas, ya que buscaríamos soluciones inimaginables para trasladar nuestros productos de la compra, por ejemplo.
Una compra sin envases, ¿cómo se hace?
Para empezar puedes dejar el supermercado de lado (salvo cuando sea estrictamente necesario) y buscar tus productos en comercios locales, tiendas de barrio, ultramarinos… Hay un falso mito de que estos negocios son más caros. Si lo compruebas por ti mismo verás que no es cierto.
Supone un esfuerzo mental y físico hacer la compra con tus propios envases, lo sé, pero también sé que merece mucho la pena.
Al principio es un poco “ensayo, error” . Te quedarás corto en recipientes o bolsas. Pero al final terminarás siendo todo un experto y obtendrás una gran experiencia y satisfacción personal.
Te recomiendo que lleves bolsas propias, de rafia o algunas de plástico (desgraciadamente todos acumulamos muchas de ellas), fiambreras de plástico por eso de que son más ligeras, botes de cristal y tu propio carro de la compra.
Al pan, pan ¡y nada más!
Si te fijas bien, muchas de las bolsitas en las que envasan el pan no son solo de cartón, si no que tienen plástico en el centro para que veas la barra. Algo absurdo e insostenible medio ambientalmente hablando. Lo ideal para tu barra o bollos de pan es una bolsa de tela o de cartón, como toda la vida.
¿Pan de Cea envuelto en plástico? No, no y no. Compra en tu panadería local, lleva tu propia bolsa de tela (o de cartón si quieres) y ve comiéndote un pedazo camino a casa. Todo lo demás sobra.
Verduras y frutas sin plastificar, gracias
Al igual que con el pan, podrás meter tus frutas o verduras en bolsas de tela o de rafia.
Para servirte de ellas utiliza una servilleta de papel, cógela directamente con la mano o pídele al personal de la frutería lo que quieres, pero por favor, abstente de utilizar guantes de goma o plástico.
También se puede ir al grano sin plástico
¿Te has planteado comprar tus legumbres a granel? Si nunca lo has hecho te lo recomiendo, pues la experiencia es genial. Si no encuentras ninguna tienda a granel cercana y tienes que acudir al supermercado intenta comprar siempre legumbres en bolsas de tela, cartón o tarros de cristal.
Las lentejas, garbanzos y alubias son bastante “respetadas” ya que casi nunca las encontrarás envasadas en plástico.
Que te lo pongan a huevo es fácil
Ocurre lo mismo que con las legumbres en el caso de los huevos. Para empezar es prácticamente imposible que unos huevos de supermercado sepan como unos de corral por mucho que así te lo indique su caja de plástico.
Por este motivo, te recomiendo que los compres sueltos en el mercado o la frutería. Recicla tu propio cartón y que te los pongan dentro. La sensación es completamente distinta y el sabor ¡ni te cuento!
Embutidos sin embutir en plástico
Es tan sencillo como ir a la charcutería de tu barrio o al mercado, pedir los gramos de fiambre que necesites y llevártelos en tu propia fiambrera (de ahí su nombre). Mucha gente utiliza este recipiente para guardar el fiambre envasado en plástico dentro de la fiambrera en la nevera. Si lo piensas entenderás lo innecesario del asunto.
Si lo guardas directamente en la fiambrera y la cierras bien notarás lo diferente que es su sabor, ya que conserva mucho mejor la frescura. Ni que decir cabe que, a poder ser, esta fiambrera debería ser de cristal.
En el caso de las carnes y el pescado puedes hacerlo exactamente igual. Pide a tu carnicero/a o pescadero/a que te lo guarden en el taper que llevas y así cuando llegues a casa podrás meterlo directamente a la nevera o el congelador.
Si te fijas, no comprar productos envasados no es solo una cuestión de respeto al medio ambiente y de sostenibilidad, si no que es infinitamente más práctico.
Misiones imposibles
He aquí algunos productos que no podremos encontrar sin envases (al menos no por ahora) por lo que en este caso, lo único que podremos hacer es: reciclar, reciclar y reciclar.
- Yogures. Aunque puedes encontrarlos en recipientes de vidrio, lo normal es que vengan en plástico por ahorrar costes y peso.
- Vinagre, salsa de soja, conservas: Al igual que los yogures muchos de ellos podrás encontrarlos en envases de cristal. Intenta hacerte con estos siempre que puedas. Notarás la diferencia en el sabor.
Espero que estos consejos te ayuden desde ahora a hacer la compra de una manera más cercana, eligiendo y tocando los alimentos tal y como son y disfrutando de su sabor en todo su esplendor.
Categorías: Actualidad gastronómica Aprende a cocinar
hola derechupete, cómo me gusta tu entrada de hoy. Al final como bien explicas, se trata solo de adquirir nuevos hábitos o retomar buenas costumbres,ya que esa era la manera de hacer compra antes. Y además de reducir plástico,se favorece el comercio de barrio.
Yo ánimo a todos a llevar una bolsa de tela encima, que no ocupa lugar ni pesa, y a comprar la fruta y verdura a granel y sin las pequeñas bolsas de plástico (o al menos reutilizalas). Yo en Alemania sí que encuentro yogures en tarro de cristal. Pero es que aquí además se premia el reciclaje de vidrio. Otra costumbre que se podría retomar fácilmente.
Un abrazote,
Lu
Sé que a lo mejor llego tarde pero tengo una pequeña solución con el yogur. Yo lo hago en casa con leche y un tarro de yogur, te ahorras tener que comprarte packs de yogures (normalmente en plástico) y puedes comprarte un solo yogur y con este y la leche «fabricarte más» y si además, te guardas un yogur hecho tuyo y lo utilizas para crear más yogur… al final solo habrás comprado 1 yogur y tendrás un ciclo infinito que se repite una y otra vez… No sé si me he explicado bien. En la red hay muchísimas recetas para hacer yogur y muy fáciles de hacer. La leche, si puedes rellenarla o comprarla en botella de vidrio, pues muchísimo mejor, no?