Para 10 0.17€/pers. 378kcal/100g
Ingredientes
- 400 g. de harina de trigo de todo uso
- 150 g. de mantequilla
- 100 g. de azúcar
- 2 huevos
- 1/2 cucharadita de levadura química o impulsor
- 1 pizca de sal
- 1 limón
- 1 chorrito de anís
A lo largo del año se van sucediendo especialidades culinarias propias de cada fecha en cuestión: los polvorones y turrones en Navidad, las torrijas en Semana Santa, el roscón de reyes, los panellets de Todos los Santos y la lista crece aún más si nos adentramos en las costumbres regionales. Por ejemplo, en Madrid también es típica la corona de la Almudena para su día el 9 de noviembre, las rosquillas de San Isidro o la receta que hoy nos ocupa, los panecillos de San Antón.
Con el mismo nombre, podemos encontrar varias versiones en nuestro país, principalmente en Castilla-La Mancha y Murcia, pero la que encontrarás aquí es la que se prepara en Madrid para la festividad de San Antonio Abad el 17 de enero. La composición de estos panecillos es muy sencilla en cuanto a los ingredientes pues prácticamente es una mezcla de harina, azúcar, huevo y mantequilla. A veces se le añade un poco de anís y limón para darle un toque extra. No obstante, con el tiempo, para hacerlas aún más atractivas, los establecimientos las han adaptado a gustos más modernos con versiones variadas en sabor y distintos glaseados.
Una de las características de esta repostería tradicional de Madrid es su estampado en forma de cruz. Es su seña distintiva. No obstante, es verdad que no se suele tener un sello de cruz en casa y tampoco es un utensilio que se encuentre fácilmente a la venta. Pero no pasa nada. Para reproducir en tu cocina la cruz estampada característica de los panecillos de San Antón, en la receta encontrarás una alternativa sencilla y al alcance de todo el mundo para que nos queden vistosos y de rechupete. ¿Cómo? Pues nada más fácil que recortar cruces de masa y ponerlas encima de las pastas. ¿Ves que fácil? Ahora ya sabiendo este truco, tienes que animarte a prepararlos.
Receta Panecillos de San Antón
Preparación paso a paso de la masa
- Para comenzar, ponemos la harina en un bol grande, ya que necesitaremos espacio para mezclar todos los ingredientes. Tomamos la mantequilla, que debe estar fría, recién sacada de la nevera, la cortamos en cubos y la añadimos a la harina.
- Mezclamos con los dedos. Es importante trabajar la mantequilla rápidamente para evitar que se caliente demasiado. Tenemos que conseguir una textura arenosa.
- Seguidamente, hacemos un hueco en el centro de la mezcla arenosa para añadir el resto de ingredientes. Incorporamos los huevos, el azúcar, el impulsor químico, la sal, el chorrito de anís y la ralladura de limón. No es necesario seguir ningún orden en particular.
- Amasamos todo, primero con una cuchara de madera, hasta que se integren todos los ingredientes. Luego, volcamos sobre la encimera y seguimos con las manos trabajando solo lo justo para obtener una masa lisa y homogénea.
- Cuando la masa esté lista, formamos una bola, la envolvemos en un paño humedecido y la guardamos en la nevera para que repose durante unos 30 minutos. Este paso es importante para que la masa se relaje, vuelva a coger consistencia y nos sea más fácil de cortar sin que se encoja.
Preparación de los panecillos, la cruz y el horneado
- Después de que la masa haya reposado, enharinamos ligeramente la superficie de trabajo y en ella estiramos la masa con la ayuda de un rodillo. Buscamos que tenga un grosor de aproximadamente medio centímetro.
- Usando un cortapastas de unos 8 cm de diámetro, cortamos la masa en círculos y, si tenemos el sello, estampamos la cruz sobre cada trozo.
- Si no tenemos un molde específico para hacer la cruz, podemos coger un trozo de masa y estirarlo para que quede una lámina fina. De esa lámina cortamos las cruces y las pegamos con un poco de agua sobre cada panecillo para simular el diseño tradicional.
- A medida que vamos dando forma a los panecillos, los colocamos en una bandeja engrasada y enharinada, o forrada con papel de hornear, para evitar que se peguen. Con el resto de la masa, repetimos el proceso de estirar y cortar hasta terminar con toda ella. Deberían salir unas 15 unidades con estas cantidades y el tamaño del cortapastas.
- Cuando tengamos los panecillos listos, ponemos a precalentar el horno a 200 °C, con calor arriba y abajo. Una vez que el horno esté a temperatura, horneamos a media altura entre 15 y 20 minutos, vigilando que queden dorados a nuestro gusto.
- En cuanto los tengamos, los sacamos del horno y los colocamos con cuidado en una rejilla para que se enfríen por completo antes de consumirlos.
Consejos para unos panecillos de San Antón perfectos
- Asegúrate de que la mantequilla esté fría al mezclarla con la harina ya que de lo contrario, corremos el riesgo de obtener una masa elástica y un resultado con textura chiclosa. Si es necesario, enfría la mantequilla en el congelador unos minutos antes. Incluso, si hace calor, prueba a enfriar el bol donde vas a realizar la mezcla o, si puedes, trabaja la masa sobre un mármol.
- En lugar de con las manos, la mantequilla se puede mezclar con la harina para obtener una textura arenosa muy fácilmente usando un robot de cocina o el accesorio picador de la batidora de mano. Mete la harina y mantequilla en cubos, dale simplemente unas pulsaciones y enseguida tendrás la textura buscada. Bastarán unos 3 o 4 golpes como mucho. No hagas muchos más para no calentar la mantequilla.
- Aunque puedas ir con prisa, deja que la masa repose en la nevera durante al menos 30 minutos. Este tiempo es crucial para que la masa se relaje y la mantequilla vuelva a enfriarse. No solo nos va a facilitar su manejo posteriormente, sino que también, como se indicó antes, contribuye a obtener un resultado final perfecto.
- Si notas que la masa se encoge al estirarla o cortarla, deja que repose unos 10 minutos para que vuelva a relajarse. Cúbrela con un paño humedecido para que no se reseque.
- La alternativa al sello de la cruz es bastante fácil de realizar, pero debes asegurarte que las cruces quedan bien adheridas a la superficie de cada panecillo para que no pierdan la forma durante el horneado. Utiliza agua como “pegamento” y presiona bien para juntarlas pero sin deformar la masa.
- Cada horno es distinto y puede haber diferencias de temperatura entre la que se selecciona y la que realmente da el horno, así que observa los panecillos mientras se hornean para que queden en su punto.
- Coloca los panecillos en una rejilla al sacarlos del horno para que se enfríen sin que la condensación humedezca la base y así conserven su textura crujiente.
- Si quieres experimentar y darle a los panecillos de San Antón un puntito diferente, puedes probar añadiendo coberturas de chocolate negro o blanco, o incluso de otros sabores. También puedes variar los aromas en la masa, usando vainilla, azúcar avainillado o ralladura de naranja en lugar o complemento de la ralladura de limón. El licor se puede cambiar por triple seco o cualquier otro licor de tu preferencia que vaya bien con dulces. ¡Anímate a darle tu toque!
Hemos trabajado 3 horas y 15 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
85 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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