La morcilla es una joya de la gastronomía española, un embutido ancestral que se prepara con sangre de cerdo, especias, cebolla, arroz y que adopta diferentes formas y sabores dependiendo de la región. España tiene un verdadero abanico de variedades de morcilla, y cada comunidad autónoma tiene su propio estilo. Desde la morcilla de Burgos, famosa por su arroz, hasta el embutido asturiano conocido como emberzao o pantrucu, cada tipo nos cuenta algo de la historia y tradición de su región.

Además, con la morcilla puedes hacer recetas riquísimas como empanada de morcilla y cebolla caramelizada, los pimientos rellenos de morcilla o los garbanzos con morcilla. Vamos a hacer un recorrido por estas sabrosas morcillas y conocer sus particularidades según cada rincón de España.

¿Qué es la Morcilla?
La morcilla es un embutido que normalmente se elabora con sangre de cerdo, generalmente en combinación con ingredientes como arroz, cebolla, calabaza, piñones o especias. Este embutido se cocina y ahúma, y se consume frito, asado o cocido en guisos, dependiendo de la región. La morcilla forma parte de la matanza, una tradición anual en la que se sacrifican cerdos y se aprovechan todas sus partes para crear productos típicos como chorizos, salchichones y, por supuesto, morcillas.
Tipos de Morcilla Según Comunidad Autónoma

Castilla y León: La famosa morcilla de Burgos
La morcilla de Burgos es una de las más reconocidas en toda España, y se caracteriza por llevar arroz en su preparación. Es de sabor suave, pero muy especiada con pimienta, orégano y pimentón, lo que le da un sabor característico y un color oscuro. Esta morcilla suele cocinarse a la plancha, en rodajas gruesas, o añadirse en cocidos y guisos. Es perfecto para acompañarla con un buen pan rústico.

Asturias: El Emberzao o Pantrucu
En Asturias, la morcilla tradicional se llama emberzao o pantrucu. Es una versión rústica que se elabora con sangre de cerdo, cebolla, calabaza, pan y harina de maíz, ingredientes que le dan una textura más compacta y un sabor bastante fuerte. El emberzao suele cocinarse a la parrilla, en la sartén o incluso al horno, y se consume especialmente durante las celebraciones tradicionales de la región.
Galicia: La morcilla de calabaza
La morcilla gallega es una auténtica delicia y una variante interesante en la que la calabaza es protagonista. La morcilla de calabaza es dulce y se prepara con cebolla, pan, grasa de cerdo y calabaza, además de la sangre del cerdo. En las zonas de montaña se suele añadir también miga de pan para darle consistencia. Esta morcilla suele hervirse y luego se puede consumir fría, acompañada de pan o en guisos.
Andalucía: Morcilla de Ronda y morcilla en caldera
En Andalucía, la morcilla también varía entre provincias. La morcilla de Ronda, en Málaga, es una morcilla elaborada con sangre, especias y piñones, y tiene un sabor dulce y especiado. Otra variedad andaluza es la morcilla en caldera, que se elabora sin embutir y tiene una textura más líquida. Se consume sobre todo en Jaén y se sirve con pan, como una especie de paté. Es perfecto para untar en tostadas y disfrutar del intenso sabor.

Comunidad Valenciana: Morcilla de cebolla de Ontinyent
La morcilla de cebolla de Ontinyent, en Valencia, es una variedad suave, elaborada con sangre, cebolla y especias, a menudo acompañada de piñones. Su sabor es dulce y tiene una textura jugosa. Se suele consumir a la parrilla o en bocadillos, y es un componente esencial en la olla valenciana, un plato de cuchara tradicional de la zona.
Cataluña: La Morcilla dulce y butifarra negra
En Cataluña, encontramos varias versiones de morcilla, pero destaca la butifarra negra, que incluye sangre y carne de cerdo, junto con especias y a veces arroz. Es bastante suave y se utiliza en la famosa escudella i carn d’olla, el cocido catalán. Además, en ciertas zonas de Cataluña se elabora la morcilla dulce, que lleva azúcar, piñones, canela y a veces chocolate, una auténtica delicia para quienes buscan un sabor distinto.
Navarra: Morcilla de arroz y morcilla de ajo
En Navarra, la morcilla puede llevar arroz o cebolla, pero se caracteriza principalmente por el ajo, que le da un sabor picante y característico. La morcilla de arroz es un ingrediente común en guisos y potajes, aportando un sabor único y gran personalidad a los platos.

La Rioja: Morcilla de arroz a la riojana
En La Rioja se prepara una morcilla similar a la de Burgos, también con arroz, pero con un toque más especiado y un sabor ligeramente picante. Es famoso en los platos de cuchara riojanos y, por supuesto, acompañando un buen vino de la región.
Extremadura: La morcilla patatera
La morcilla patatera de Extremadura es única, ya que su ingrediente principal, además de la sangre y la carne de cerdo, es la patata. Esta morcilla es suave y tiene una textura untuosa, ideal para untar en sartén. Se suele consumir fría y es una de las variedades más singulares de España, muy apreciada en la región.
Murcia: La morcilla de cebolla y piñones
En Murcia, la morcilla típica lleva cebolla y piñones, lo que le da una textura más cremosa y un sabor suave. Esta variedad se consume principalmente en rodajas y es una opción perfecta para quienes prefieren sabores más suaves. Es un componente esencial de la gastronomía murciana y se utiliza en recetas como la olla gitana.

¡Todas una delicia!
La morcilla española es una expresión de las tradiciones y recursos de cada región, cada una con ingredientes locales y técnicas propias. Desde la famosa morcilla de Burgos hasta el rústico emberzao asturiano, la morcilla es uno de esos productos que nos muestra cómo una misma idea puede adoptar formas tan variadas y sabrosas.
Categorías: Ingredientes y alimentos Recetas con cerdo Recetas de carnes y aves