Para 4 2.8€/pers. 385kcal/100g
Ingredientes
- 460 g. de mezzelune de Proscuitto di Parma Garofalo
- Agua necesaria para cocer la pasta (y un buen puñado de sal)
- 200 g. de guanciale o guanchale (papada de cerdo)
- 75 g. de queso Parmigiano Reggiano ( Parmesano)
- 2 huevos M
- 4 g. de sal
- 2 g. de pimienta negra recién molida
Cuando hablamos de pasta fresca nuestra mente suele viajar rápidamente hacia las tradicionales y más conocidos, los ravioli o tortellini, dejando en un segundo plano a otras joyas culinarias que merecen igual reconocimiento como los panzerotti, cappelletti, agnolotti, manicotti… pero entre estas delicias menos conocidas, pero igualmente exquisitas, se encuentra la mezzelune, que en italiano significa «medialuna«, debido a su forma semicircular tan característica.
El arte de la pasta rellena tiene sus raíces en la antigua Italia, y aunque hay discusiones sobre el origen exacto de la carbonara, muchos sostienen que proviene de la región del Lazio, siendo una receta que inicialmente se preparaba por y para carboneros (de ahí su nombre). Esta salsa cremosa hecha a base de yema de huevo, queso Pecorino Romano, guanciale y pimienta negra es una delicia que ha traspasado fronteras y conquistado paladares en todo el mundo.
Las Mezzelune, con su fina pasta y versatilidad en cuanto a rellenos, se presentan como el lienzo perfecto para recibir la icónica salsa carbonara. Hemos optado por la pasta rellena de Garofalo que combina los dos mejores ingredientes de la ciudad de Parma, orgullo del norte de Italia, se aúnan en un delicioso corte Mezzelune: El prosciutto di Parma y D.O. Parmigiano Reggiano. Una pasta con un sabor delicado y fragante caracterizado por la dulzura y aroma del prosciutto, que contrasta con el sabor perfumado y pleno, aunque nunca fuerte del Parmigiano Reggiano.
El resultado es una combinación sublime de texturas y sabores que evoca lo mejor de la tradición italiana, ofreciendo una experiencia culinaria inigualable. ¿Te animas a probarla? ¡Manos a la obra!
Preparación de la salsa carbonara
- Rallamos el queso Parmesano y lo reservamos. Cortamos el guanciale en dados pequeños y lo ponemos en una sartén, sin ningún tipo de grasa adicional. La que irá soltando a medida que se cocina, será suficiente para prepararlo.
- Cocinamos el guanciale unos minutos, hasta que vaya soltando su grasa y quede tostado. Reservamos.
- En un bol ponemos los huevos, la sal y la pimienta negra molida. Batimos bien e incorporamos el queso rallado. Mezclamos bien hasta que quede bien integrado. Es importante que los huevos sean pequeños, incluso podríamos utilizar sólo las yemas.
- Añadimos el guanciale, lo integramos en la mezcla y reservamos. Si vemos que ha soltado muchba grasa, podemos retirarla antes de incorporar el guanciale a la mezcla de los huevos.
Cocción de la pasta y presentación final
- Preparamos la pasta rellena. Calentamos agua en una cazuela y, cuando empiece a hervir, añadimos la pasta rellena. La cocinamos durante 3-4 minutos. Y escurrimos con cuidado reservando parte de su agua. Reservamos unos minutos.
- Añadimos 1 cucharón o dos del agua de la cocción de los mezzelune rellenos si vemos que la mezcla ha quedado muy espesa. Montamos los platos poniendo la pasta rellena, sobre ella una porción de la salsa y queso rallado al gusto.
Hemos trabajado 2 horas y 20 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
30 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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