Cómo hacer mantecados blancos de azúcar. Receta tradicional

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Las fechas navideñas nos dejan imborrables recuerdos. Buenos momentos con la familia, vacaciones, regalos, las comidas y cenas… Y por supuesto, todos los postres y dulces navideños que se preparan con cariño y esmero en todas las casas.

Según en qué parte de España estemos, las elaboraciones más tradicionales cambian, y hasta en cada casa son típicos unos dulces más que otros. Pero quizás hay algo que sea común a todos, el socorrido “surtido navideño”, con sus polvorones, los clásicos mazapanes, los tradicionales empiñonados, los nevaditos y estos mantecados blancos, entre otros.

Normalmente son dulces que se compran, para ahorrar trabajo añadido a todo lo que hay que cocinar en casa en esas fechas. Pero también podemos hacerlos caseros, y la mayoría son fáciles de preparar. Un ejemplo son los mantecados blancos, que hoy os mostraré cómo se elaboran en unos sencillos pasos.

Estas Navidades os animamos a preparar vuestros propios mantecados blancos en casa. Incluso pueden ayudaros los más peques de la casa, es una receta muy sencilla y se adapta perfectamente a ellos. Es un bocado delicioso, ya me contaréis. Y mandadme las fotos de vuestras creaciones, siempre me hace mucha ilusión ver el resultado de mis recetas.

Receta de mantecados caseros

Preparación de la masa de los mantecados

1. Derretimos la manteca de cerdo al baño maría. También se puede hacer en el microondas, un minuto y medio a media potencia. Vertemos en un bol grande.
2. Añadimos el vino, el azúcar, la ralladura de la naranja y el zumo, mezclamos bien. Si os gusta el toque a canela, podéis añadir una cucharadita de canela molida (es un ingrediente opcional). A la hora de mezclar, mejor con la batidora, para que quede todo muy bien integrado.
3. Echamos la levadura sobre la harina, y a continuación vamos añadiendo la harina, poco a poco, al bol con el líquido. Vamos mezclando y se irá formando la masa. Al principio más pegajosa y luego ya más consistente. Retiramos del bol y amasamos con las manos.
4. Obtendremos una masa homogénea, maleable y blanda. Hacemos una bola, la pasamos a un bol enharinado y tapamos con un paño limpio o film transparente. Dejaremos reposar la masa unas 8 horas, en el frigorífico. Por lo tanto, es recomendable preparar la masa de víspera.
5. Pasado el tiempo, volvemos con el amasado manual para ablandar la masa. Vamos cortando porciones, y las extendemos con un rodillo. Dejamos un grosor de 1 centímetro de alto. Con un molde metálico o mismo un vaso, vamos quitando porciones redondas de la masa.

Horneado y presentación final de los mantecados blancos

1. Precalentamos el horno a 200º C, durante 10 minutos. Colocamos papel sulfurizado en la bandeja del horno, y vamos colocando las porciones de masa, separadas entre ellas.
2. Horneamos 15/20 minutos (dependiendo de la potencia de vuestro horno) a 200º C, calor arriba-abajo y la opción ventilador puesta. Hasta que veamos que están dorados por la parte superior.
3. Cuando los mantecados estén listos, retiramos la bandeja del horno y los colocamos en una rejilla. Debemos tener muchísimo cuidado ya que la masa estará muy blanda y pueden romperse con mucha facilidad. Una vez que los mantecados estén sobre una rejilla, les espolvoreamos el resto del azúcar molido o glass. Así le vamos a dar ese toque final tan característico.
4. También podemos acabarlos sin el azúcar glass y antes de meterlos al horno espolvorear semillas de sésamo o ajonjolí al gusto, mejor si son tostadas.
5. Dejamos que se enfríen totalmente antes de manipularlos. Y ya estarían listos los mantecados blancos para la sobremesa, acompañados de un buen café y de una copita de licor café casero. Una combinación perfecta.

Consejos para unos mantecados de rechupete

• Tened en cuenta que durante el proceso de preparación de los mantecados, habrá que dejar reposar la masa unas 8 horas. Lo recomendable es prepararla de víspera, y luego al día siguiente darle la forma y hornear.
• También podéis hacer el doble de cantidad, y llevaros unos cuantos de regalo a los compañeros del trabajo, a los amigos o a casa de la familia. Os lo agradecerán y ya veréis como no queda ni el primero, están buenísimos.
• Para conservarlos, podéis guardarlos en una caja metálica, como las típicas de galletas. Si os sobran muchos haced varias alturas, y colocad en medio un poco de papel de hornear.
• Su nombre viene dado por la manteca de cerdo que se emplea en su proceso de elaboración. Le aporta un sabor y textura característicos. En cualquier supermercado o tienda especializada podréis encontrarla sin problema. El resto de ingredientes son muy básicos, de los que siempre hay en casa.
• Los mantecados forman parte de la repostería más tradicional, con un origen que se remonta varios siglos atrás, gracias a los Conventos de monjas. Los Dulces de Convento son todos excelentes, con recetas mejoradas con el paso de los años, donde se nota la mano experta de las monjas.

Hemos trabajado 3 horas y 20 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?

90 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.

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Etiquetas: azúcar cocina española harina levadura manteca navidad vino

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