Lubina. Propiedades y beneficios ¿Sabías que la lubina tiene tantas proteínas como la carne, pero con un montón de beneficios para la salud? Así lo aseguran los expertos.
Este pescado blanco, con muy bajo aporte calórico, es muy rico en vitaminas del grupo B, que son muy, pero que muy beneficiosas para nuestro sistema nervioso. Sigue leyendo que te cuento más cosas.
¿Por qué es tan beneficiosa la lubina?
La lubina es muy nutritiva. Tiene muchos nutrientes fundamentales para nuestro organismo. Además, se trata de un pescado blanco y semigraso de agua salada, al igual que la dorada. ¡Solo tiene entre un 3% y un 5% de materia grasa! Se trata además de un pescado que cuenta con una cantidad y calidad de proteínas muy similar al de la carne. Pero con una gran ventaja. Las proteínas del pescado tienen muchas menos calorías, por lo que es un alimento ideal en cualquier dieta de control de peso.
Para que te hagas una idea, 100 gramos de lubina equivalen a 98 kcal y 19 gramos de proteínas son de valor biológico gracias a los aminoácidos. Además de esto, la proteína del pescado es siempre más digestiva que la de la carne. Entre los aminoácidos de la lubina está la lisina, que es básica en el crecimiento infantil y el triptófano que va genial para la síntesis sanguínea y regula el estado de ánimo.
Además, sus ácidos grasos ayudan a la prevención y control de las enfermedades cardiovasculares y estudios recientes ponen de manifiesto que son útiles en enfermedades inflamatorias y de coagulación así como en enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
Como os comentaba al principio, la lubina nos proporciona un alto contenido de vitaminas tipo B (B1,B2, B3 y B12). Estas vitaminas son las encargadas de aprovechar los nutrientes energéticos (hidratos, grasas y proteínas) e intervienen en numerosos procesos como la formación de las hormonas sexuales y el funcionamiento del sistema nervioso. Y al igual que la dorada, la lubina contiene fósforo, magnesio y calcio.
¿Cómo es la lubina y cómo sé si es fresca?
El mejor momento para comprar lubina salvaje es en los meses de frío (noviembre o diciembre), aunque la realidad es que podemos disfrutarla en cualquier época del año gracias a la acuicultura.
Se caracteriza por su cabeza puntiaguda, ojos pequeños y boca grande. Su mandíbula inferior es algo prominente, sus aberturas nasales pequeñas y cuenta con una aleta caudal ligeramente ahorquillada. Su color gris plomizo, es más oscuro en la parte dorsal y plateado en los laterales.
Pero, ¿cómo saber si está fresca? Fíjate bien en el color blanco y plateado de su vientre. Cuanto más intenso más fresca estará la lubina. Guárdala en la nevera cuando llegues a casa y si no vas a consumirla en el mismo día, congélala para evitar que se estropee o pierda sus propiedades.
Lubina de acuicultura
En casi todos los países mediterráneos se cría lubina de acuicultura. En los centros de cría se producen huevos a partir de individuos reproductores en condiciones muy controladas. Cada hembra llega a poner 250.000 huevos de 1 mm de diámetro por kilo de peso. Durante su primer mes de vida en cultivo las larvas se alimentan de organismos vivos: rotíferos y artemia.
Después inician una alimentación a base de piensos fabricados con ingredientes naturales principalmente marinos. La instalación de crianza varían con la edad: de estanques de tierra a viveros flotantes en mar abierto. Cada lubina tarda entre 20 y 24 meses en alcanzar 400 g. desde que eclosiona del huevo. La talla comercial abarca desde los 250 g. hasta más de 1.500 g.
¿Cómo la cocino? Nuestras mejores recetas
Una de las formas más comunes de cocinar lubina es al horno, pero yo tengo algunas recetas la mar de interesantes (y nunca mejor dicho) para que disfrutes de su suculento sabor.
Por ejemplo puedes hacer una lubina a la espalda, que es muy sana, rápida y sencilla o una lubina con guisantes.
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