Del horno al microondas pasando por el pasapuré eléctrico y llegando a la Olla de cocción lenta o los famosos robots de cocina, los queridos amigos los electrodomésticos son imprescindibles en nuestra vida culinaria.
Están los que te ayudan a picar o a calentar, los que te hierven el arroz en un pispas e incluso los hay ¡que friegan!
Después de utilizarlos no dan lata ninguna y habitan en nuestras cocinas sigilosamente ayudándonos y agilizando nuestro día a día.
¿Qué haríamos sin ellos? No existen pinches humanos tan eficientes y dispuestos a colaborar diariamente con nosotros, así que hoy, muy orgulloso de estos elementos indispensables residentes de nuestras casas voy a hablarte de ellos, para que los valores y trates como se merecen.
Congelar y congelar
Además de un elemento vital que va de la mano de la nevera, el congelador puede aportarnos muchas utilidades que van más allá de la mera conservación de tapers.
En el blog podéis encontrar que ingredientes se pueden o no congelar. Uno de los post más visitados. Pero el congelar también nos ayuda a cocinar o a evitar el famoso anisakis.
Por ejemplo, si quieres hacer un steak-tartar puedes meter la carne en el congelador durante veinte minutos. La firmeza que obtendrá la carne te permitirá cortarlo más fácilmente.
Las cubiteras, por otra parte, tienen vida más allá de crear hielo. Sí, como te lo cuento. Puedes llenarla con gazpacho, salsas de tomate o incluso yogur.
El microondas, tu gran aliado
Habitante de tu casa y de un gran número de cocinas de empresa, es en él donde calientas tu fiambrera cuidadosamente preparada la noche anterior. Al utilizar este artefacto cometemos el error de colocar el plato o taper en el centro del plato de cristal.
Si haces esto habrás comprobado que, la mayoría de las veces, el recipiente se calienta muchísimo pero el interior queda frío. Por este motivo, coloca siempre la fiambrera próxima a los bordes para que el calor se reparte uniformemente.
Si vas a utilizar el micro para no tomar algo a temperatura gélida de la nevera, puedes colocar el ingrediente en el centro del plato durante veinte segundos para obtener su temperatura ambiente.
Puedes hacerlo con fruta e incluso con verduras. Por ejemplo, en el caso de la cebolla, si la cortas bien picadita y la introduces en el microondas durante 4 o 5 minutos quedará perfecta para añadir a cualquier receta.
Cuando llegue el momento de limpiar después de varios usos o de alguna explosión accidental… puedes exprimir un limón a la mitad en un vaso de agua y calentarlo dentro del microondas durante 5 minutos. Sácalo con cuidado y cuando enfríe un poco solo tendrás que pasar una bayeta y ¡voilá!
AnÍmate a sacarle partido a tu microondas y utilízalo para algo más que templar, anda. Ponte las pilas y lánzate con un rodaballo o unas patatas sencillísimas.
Al horno todo sabe taaaan bien
Si confiamos en el aprovechamiento de la comida, aprovechemos también el calor residual que desprende el horno. Cuando has estado utilizando el horno a una alta temperatura (200º C por ejemplo) al terminar la receta apagas pero tu horno sigue caliente. Puedes aprovechar ese calor para confitar alguna verdura y agregársela a tu plato.
¿Sabías que si introduces un vaso de agua en el horno generarás vapor? De esta manera evitarás que tus platos se resequen.
Para descongelar puedes utilizar tanto el microondas, si dispone de este programa, como el horno.
Ya sabes que lo ideal es que los alimentos se descongelen a temperatura ambiente, pero para algún apurillo coloca tu alimento en la bandeja a una altura media y pon el horno a 40 grados. De esta forma ni se cocinará ni se cocerá y favorecerá al proceso de descongelación.
Si eres amante de las texturas necesitas un robot de cocina
Desde cremas pasteleras a cremas de verdura, brandadas de bacalao, patés, purés mmmm se me hace la boca agua.
Las texturas perfectas son muy difíciles de conseguir (aunque no imposibles) por eso para ello esta máquina tan completa te será de gran ayuda.
Si utilizas tu robot de cocina a 80 ºC y a baja velocidad conseguirás justo lo que buscas evitando la laboriosa tarea que dan las varillas y el baño maría.
Thermomix está pensada para hacerte la vida en la cocina muy muy fácil y para que acortes el tiempo que empleas. Por eso no te cortes, haz tu puré de verduras, y asa tus carnes y pescados en la bandeja inferior a la par.
Para recetas que requieren harinas o azúcar en polvo, por ponerte algún ejemplo de ingredientes en polvo, coloca un papel entre recipiente y tapa para evitar que el polvo se escape y mancharlo todo.
Bátelo y muévelo
Cuando quieras triturar alto en su máximo exponente, utiliza un tarro de cristal de los de toda la vida con la misma medida que el aro de tu batidora, ya que al ser más pequeños que los vasos convencionales el proceso de triturado se consigue mucho mejor.
El lavavajillas no solo lava, no
Te has venido arriba y quieres hacer huevos a baja temperatura, pues bien, te cuento: mete los huevos que quieras (no te recomiendo más de dos o tres) en un bote de agua cerrado hermética y perfectamente, colócalo en la parte de arriba del lavavajillas y ponlo de manera normal.
No necesitas gastar agua innecesariamente solo para esta técnica, utilízalo con tus platos y otros utensilios dentro listos para ser lavados. Con el calor que desprende el lavavajillas los huevos te quedarán PERFECTOS.
Como ves, excepto un desfibrilador, en la cocina vale todo y todo suma. Optimiza todo lo que puedas a estos compañeros diarios y trátalos con cariño para que te duren muchos años.
Olla de cocción lenta
Una crock pot u olla de cocción lenta es una cazuela eléctrica que cocina lentamente, durante muchas horas y a muy bajo coste en una cocina doméstica.
Puedes saber un poco más sobre este electrodoméstico en el blog de Marta Miranda. Incluso tiene un apartado para saber qué es una crock pot o los cientos de recetas que nos recomienda y que siempre funcionan a la primera.
Las recetas para cocinar en crock pot y otras ollas de cocción lenta de la que soy un enamorado las puedes encontrar en Crockpotting de mi amiga Marta.
Platos y guisos deliciosos cocinados en slow cooker. Una forma de aprovechar tu olla de cocción lenta y destacar en la cocina.
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