Considerada como hortaliza, la remolacha constituye una raíz de gran tamaño de la brota una planta con el mismo nombre. Especificando un poco más, se sabe que la remolacha es del grupo de las Quenopodiáceas, en la que se dan miles de especies y resultan ser en su mayoría herbáceas como lo son las acelgas o las espinacas. El nombre científico de la remolacha es remolacha Beta vulgaris.
¿Cuándo aparece la remolacha?
La remolacha ha sido una hortaliza que se ha cultivado desde el siglo II a.C. en la zona del norte en costas. De su cultivo dieron lugar dos tipos de hortalizas; en primer lugar, las acelgas que tienen unas hojas muy numerosas y es más alargada, y en segundo lugar la remolacha, que es una raíz carnosa.
Sus usos fueron variando, pero se sabe que muchas de las civilizaciones que habitaban la Tierra en aquel momento, solo comían las hojas y la raíz de la planta, es decir, la propia remolacha, era empleada en determinadas dolencias como la de la cabeza o la de los dientes. Hubo un tiempo en el que los romanos sí la consumían, pero no de forma recurrente ya que en el siglo XVI los alemanes e ingleses la incluyeron en su dieta.
Con el paso del tiempo se mejoró el cultivo de esta hortaliza y se aumentó esa producción desmesuradamente, tanto que a día de hoy su consumo es muy común en países de Europa o de climas templados.
Las dos variedades de remolacha que destacan por encima de las demás son la común o la forrajera, aunque también podemos encontrar la blanca o la azucarera (que constituye la segunda mayor fuente de azúcar de cualquier alimento del mundo). La forrajera se suele utilizar para alimentar al ganado, la común es la que consumimos los seres humanos y dentro de esta misma tenemos tres tipos en base al tamaño y la forma que posean:
- Ilustrada o esférica: es completamente redondeada
- Larga: como su propio nombre indica es más bien alargada.
- Intermedia: es una mezcla de las dos variantes anteriores.
Época de la remolacha
Al igual que otras muchas hortalizas, la remolacha está a la venta durante todo el año ya que se puede producir independientemente de la época y el tiempo que haga en el momento. Aunque esta hortaliza es sobre todo de invierno, se suele producir en las regiones del norte, centro y levante, mientras que en primavera y verano su producción se centra en la zona de Andalucía. Su mejor temporada comienza en marzo llegando hasta mayo.
En el caso de que te apetezca sembrarla a ti mismo o a ti misma te recomiendo que lo hagas en abril, mayo o junio. En esta época del año es su período natural de cultivo y, por lo tanto, tendrás más posibilidades de que germine.
Es una planta que necesita bastante agua de forma diaria y cuando hayan transcurrido cerca de 10 días, habrán germinado algunas hojas. A la hora de recolectarlas, asegúrate de que le retiras primero las hojas más débiles, después podrás sacar la raíz.
Características de la remolacha, cómo elegirlas y conservarlas
La forma habitual de la remolacha es esférica o casi esférica, aunque se dan casos en los que es más aplanada o está alargada. En cuanto a su tamaño y si peso suelen estar en torno a los 5 /10 centímetros y puede llegar a pesar de 80 a 200 gramos.
Puede presentársenos desde un color rosa a uno más violáceo, marrón o incluso anaranjado casi rojo. Su interior es completamente rojo granate y en relación con su sabor es dulce ya que contiene muchos azúcares.
Siempre que sea fresca, lo más común es que te la vendan en racimos o manojos. Te aconsejo que escojas aquellos que tengan unas raíces más o menos de las mismas dimensiones ya que a la hora de cocinarlos tardarán aproximadamente el mismo tiempo.
A primera vista, ya podemos desechar aquellas opciones de remolacha que posean algún tipo de golpe o mancha y además deben ser de un color muy intenso, lisos y compactos. Es preferible que los manojos que escojas posean hojas de color verde, eso significará que son jóvenes.
Al tacto, la remolacha debe ser firme por eso debes tener en cuenta que el tacto es un buen método de selección en este caso. Las hojas, por otro lado, pueden utilizarse también para el consumo, pero no todas las hojas; las pequeñas deben ser las que más tiernas estén, en cambio las grandes, serán bastante más alargadas y fibrosas y no tendrán buen sabor.
Para mantenerlas en el frigorífico y en las mejores condiciones debes introducirlas en una bolsa de plástico lo que les permitirá durar alrededor de tres semanas. Si has decidido consumir las hojas también, separándolas de la raíz y sin haberlas lavado previamente se deben introducir de la misma forma en una bolsa de plástico. Esto hará que duren algo menos de una semana.
En el caso de que quieras congelarla, te recomiendo que, antes que nada, la hiervas en agua con sal no más de dos horas y después podrás meterla al congelador. Si son de un tamaño escaso, puede que no se reblandezcan mucho, si son de gran tamaño, ocurrirá eso mismo y se estropearán por eso, siempre que sea remolacha natural, no es aconsejable que se congele.
Beneficios y propiedades de la remolacha
La remolacha es una hortaliza que, al ser una raíz, está compuesta principalmente por agua. También es una fuente increíble de hidratos de carbono por ese motivo posee tantos azúcares.
- Al mismo tiempo constituye un alimento con alto contenido en fibra y en menor cantidad vitaminas como B1, B2, B3 y B6 por otro lado, es una de las que menor cantidad de vitamina C aportan. Al mismo tiempo favorece que el sistema cardíaco se encuentre saludable y tiene una función antioxidante.
- Una de las principales vitaminas que aporta, la B1, es esencial para metabolizar los hidratos. En el caso de la B2, colabora con la creación de anticuerpos, glóbulos, rojos, energía y además a mantener los tejidos epiteliales. La B3 está centrada en el aparato digestivo, en que la piel y el sistema nervioso conserven un estado saludable y en la transformación de los alimentos en energía. Por último, la vitamina B6 es partícipe del metabolismo de cada una de las células y en el fortalecimiento del sistema inmunológico.
- Constituye una raíz considerablemente rica en potasio y en menor proporción elementos como el calcio, el fósforo, hierro, sodio y yodo. Este último es indispensable para que la tiroides que es la glándula encargada de realizar la regulación del metabolismo funcione de forma adecuada. El sodio y el potasio ayudan a generar y transmitir los impulsos nerviosos, los movimientos musculares y la cantidad de líquido existente tanto en el interior como en el exterior de las células.
- El magnesio forma parte de nuestros huesos, ayuda a que el intestino, los músculos y los nervios funcionen correctamente, a que se fortalezca la inmunidad y en menor medida y de forma muy suave, es un laxante.
- Constituye una enorme fuente de beneficios para nuestro cuerpo, como por ejemplo; que es un remedio bastante utilizado para luchar contra la anemia, para aquellas personas que padezcan altos índices de ácido úrico ayudará a reducirlo, muchos estudios señalan que parte de sus propiedades son anticancerígenas o que ayuda a proteger el estómago y los intestinos.
Composición energética de la remolacha
A continuación, te mostramos un cuadro indicativo con todos los aportes nutricionales de la remolacha:
Energía | 30 Kcal |
Agua | 90,5 ml |
Proteínas | 1,2 g |
Hidratos de carbono | 5,6 g |
Fibra | 2,5 g |
Potasio | 190 mg |
Yodo | 0,3 mcg |
Sodio | 78 mcg |
Fósforo | 2 mcg |
Folatos | 2 mcg |
Vitamina B1 | 0,02 mg |
Vitamina B2 | 0,03 mg |
Vitamina B3 | 0,4 mg |
Vitamina B6 | 0,04 mg |
Vitamina C | 0.3 mg |
Donde mcg son microgramos (la millonésima parte de un gramo).
Formas sencillas de preparar la remolacha
A continuación, te presento las formas más comunes de preparar la remolacha y que no te llevarán mucho tiempo.
- Remolacha cocida/ hervida
Esta forma de cocinarla nos ayuda a digerirla de forma más fácil. Con el agua ya hirviendo, debes introducir la remolacha y deberás dejarla cociendo aproximadamente 40 minutos bajando el fuego a la mitad. Se venden botes de cristal de remolacha en conserva por si prefieres comprarla directamente, esa remolacha ya está cocinada y lista para añadir a tus ensaladas u otros platos.
- Cruda
Otra opción es consumirla cruda, pero te resultará más difícil de digerir.
- En zumo
En tercer lugar, y mi favorita personalmente, te propongo esta última forma. Acompañándola con otras verduras que resulten de tu agrado y que combinen con esta, simplemente debes batirla con ayuda de una batidora de mano o una máquina añadiéndole una parte de agua.
A continuación te dejo una lista con las combinaciones más recomendadas:
- Remolacha, manzana y frambuesa.
- Remolacha y zanahoria.
- Remolacha, zanahoria y manzana.
Recetas algo más elaboradas
Las siguientes recetas, aunque igual de fáciles, requieren algo más de tiempo de preparación.
Hummus de remolacha
Esta variante del hummus ha sido uno de los descubrimientos de la última cena en casa de unos amigos, ¡nos encanta! Tanto es así, que les he pedido la receta para compartirla con todas vosotras. ¿Os atrae el color de este hummus? Entra sólo con mirarlo, atrae ese color rojo y al probarlo… un toque de sabor dulce que combina a las mil maravillas con las especias de esta crema libanesa.
Tarta de remolacha y chocolate
Parece que hiciéramos colección, algo que vamos a aumentar rápidamente con esta tarta de remolacha con chocolate o de chocolate con remolacha. El orden de los factores no altera el producto y, la llamemos como la llamemos, esta tarta es espectacular. La remolacha aporta una jugosidad soberbia a las masas y un toque dulzón muy sabroso. Uno de los mejores ejemplos es la tarta red velvet que, en su versión original, debe su color rojo al uso de esta hortaliza (aunque hoy en día se usan colorantes alimentarios para tal fin).
Gazpacho de remolacha
Otra receta que recomiendo completamente es la del gazpacho con remolacha, sobre todo para el verano. Utilizaremos prácticamente los mismos ingredientes que para el gazpacho clásico:
- Tomates maduros, pimiento verde, pepino, cebolleta y la remolacha picada en dados. También necesitaremos unas puntitas de jamón ibérico.
Debes comenzar triturando todas las verduras ya sea en batidora de mano, licuadora o máquina. Añádele un chorrito de aceite de oliva virgen extra, mézclalo y déjalo reposar aproximadamente una hora. Cuando ya se hayan homogeneizado todos los ingredientes, espolvorea las puntitas de jamón y agrégale un chorrito muy fino de aceite de oliva.
Ensalada con remolacha
Esta es una idea muy muy rápida y que a mi parecer es ideal para esos días que vas con prisa y no quieres comer comida precocinada o cualquier menú de comida rápida.
Los ingredientes necesarios son:
- Remolacha en trocitos.
- 1 bolsa mix de distintos tipos de lechuga.
- 1 manzana en trocitos.
- Queso curado en trocitos.
- Un puñado de nueces.
- Para la vinagreta:
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra.
- 50 ml de vinagre de Módena o balsámico.
- Sal y pimienta (al gusto).
Debes cortar la lechuga lavada previamente y luego lo añadimos junto con la remolacha ya cortada, en un cuenco o bol. Incluyes el resto de los ingredientes también troceados y la aliñas con el aceite, el vinagre y la sal. Coronamos con los trozos de manzana, queso y nueces, que es una excelente combinación de sabores que no te puedes perder.
Bizcocho de chocolate y remolacha
Aunque resulte un poco extraño en primera instancia combinar una hortaliza con chocolate, el sabor de la remolacha es tan amoldable que casi puede incluirse en cualquier receta. Como no podía ser de otra manera, en los postres también está incluida. Un bizcocho para unas 8 personas y que en una hora lo tienes listo. Los ingredientes que vamos a utilizar son:
- 250 g. de remolacha cocida rallada.
- 3 huevos M.
- 100 g. de azúcar blanco o moreno.
- 100 ml. de miel.
- 30 ml. de nata o crema de leche.
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra.
- 300 g. de harina de trigo especial repostería.
- 80 g. de cacao en polvo.
- 12 g. de levadura química.
- Una pizca de sal (3 gramos).
- Para decorar: Azúcar glass o en polvo.
- Después, teniendo previamente batida la mantequilla, la mezclamos con el azúcar y añadimos los huevos a la mezcla.
- Cocemos la remolacha, una vez que esté lista la rallamos y la reservamos. Aconsejo rallarla, mejor que triturar, para que quede un bizcocho más jugoso.
- Después en un bol batimos los huevos con el azúcar y la miel. Añadimos el aceite, la nata y la pizca de sal. Una vez que la crema está bien mezclada y homogénea, tamizamos encima la harina, la levadura y el cacao en polvo. Incorporamos con movimientos envolventes hasta que esté todo bien integrado.
- Por último, añadimos la remolacha rallada y removemos muy bien. Ya tenemos la base crema del bizcocho preparado. Precalentamos el horno a 180º C.
- Engrasamos un molde desmontable de 20 cm de diámetro y ponemos la crema. Horneamos durante 35-40 minutos en la bandeja del medio, con calor arriba y abajo, sin aire. Con el fin de comprobar si está hecho, podemos introducir un cuchillo pinchando el bizcocho. Si no ha quedado rastro en este, puedes sacarlo, si por el contrario queda parte de la masa adherida al cuchillo, le hace falta tiempo de cocinado.
- Pasado este tiempo lo dejamos enfriar durante 5 minutos dentro del molde, después lo pasamos a una rejilla hasta que se enfríen por completo. Un poco de azúcar glass por encima y a disfrutar de nuestro bizcocho. ¿Te animas a prepararlo?
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