Para 10 2.10€/pers. 330kcal/100g
Ingredientes
- 400 g. harina de fuerza
- 140 g. leche templada
- 100 g. mantequilla a temperatura ambiente
- 2 huevos M
- 100 g. azúcar
- 8 g. levadura fresca
- 20 ml. ron
- ½ cucharadita esencia de vainilla
- 35 g. sultanas
- 35 g. almendras fileteadas o troceadas
- 35 g. naranja confitada u otra fruta
- Una pizca de sal
- 115 g. azúcar glass (glasa)
- 20 g. claras de huevo (glasa)
- 4 gotas de vinagre (glasa)
Cuando llega la Pascua, en la mayor parte de los países donde existe la fe cristiana, se preparan dulces tradicionales. Igual que en España la Mona de Pascua no falta en las casa, con sus pequeñas variaciones según la comunidad en la que nos encontremos. En el resto de países pasa lo mismo. La receta de hoy es de uno de esos dulces tradicionales, en este caso os hablo del kulich, pan de pascua ruso. Este pan podemos también encontrárnoslo en países como Bielorrusia, Bulgaria, Rumanía, Ucrania y Serbia.
Tanto nuestra mona de Pascua como el kulich ruso tienen en común que se elabora con una masa tipo brioche, esponjosa y tierna, que en ocasiones se rellena con frutos secos y frutas escarchadas, lo que lo hace similar al panettone italiano. Tradicionalmente se preparaba este dulce y, después de la misa de Pascua se llevaba al cura para que lo bendijera. Suele consumirse en los desayunos o en el postre siempre acompañado por otra preparación propia de esta época del año, la paskha, un postre a base de tvórog, un requesón ruso.
El kulich es un pan suave, de miga esponjosa que hará felices a los vuestros esté o no bendecido por un sacerdote ortodoxo ruso. Tradicionalmente se prepara en moldes altos y alargados supuestamente como recuerdo al estilo arquitectónico religioso ruso. El kulich acaba decorado en su parte superior por una capa de glasa y hay quien lo adorna con estrellitas o virutas de colores. Se trata de un dulce delicioso que, pese a que conlleva cierto trabajo, sobre todo de amasado, vale la pena preparar en casa.
Receta kulich
Elaboración de la masa paso a paso
- En una taza diluimos la levadura fresca en la leche templada dejándola reposar durante unos minutos. En un bol mezclamos la leche con levadura diluida, 100 gr. de harina, 1 cda. de azúcar y mezclamos bien.
- Dejamos que repose este prefermento durante 1 hora en un lugar cálido. El interior del horno apagado y templadito, será un sitio perfecto.
- Mientras se prepara el prefermento, ponemos a macerar las sultanas con el ron y reservamos.
- Separamos las claras de las yemas de los huevos y, en un bol batimos las yemas con el resto del azúcar y la esencia de vainilla. Batimos las claras a punto de nieve y las añadimos a la crema de las yemas. Con movimientos suaves y envolventes integramos ambas preparaciones intentando que las claras no se bajen.
- Añadimos el prefermento que ya estará listo y lo integramos de nuevo suavemente de forma envolvente. Incorporamos el ron sobrante del remojo de las sultanas y por último añadimos la harina y comenzamos a mezclar.
- Comenzamos a amasar la mezcla hasta que tengamos una bola lisa. Yo he utilizado un robot de cocina para este amasado, ya que es largo y trabajoso y la masa pegajosa. Trabajamos la masa con el accesorio del gancho durante unos 5 minutos.
- Añadimos la mantequilla troceada y con textura de pomada y continuamos a asando hasta que haya quedado absorbida por la masa. Seguimos a masando después durante 15 minutos más.
- Si continuamos el proceso a mano, el tiempo se incrementará en 5 o 10 minutos más. Tenemos que conseguir una masa lisa, brillante y muy elástica.
Damos forma a la masa
- Colocamos la bola de masa en un bol engrasado y dejamos que repose durante 1,5 horas en un lugar cálido. De nuevo el interior del horno templado y apagado será un lugar perfecto.
- Pasado este tiempo la masa habrá crecido hasta doblar o triplicar su volumen. Desgasamos la masa eliminando el aire de su interior con las manos y amasamos de nuevo durante unos minutos sobre una superficie enharinada.
- Sobre la masa ya desgasada colocamos las almendras, las sultanas y la naranja escarchada troceada en daditos pequeños. Trabajamos la masa para integrar estos nuevos ingredientes.
- Tradicionalmente, esta receta se horneaba en botes metálicos que se reutilizaban para este fin. Podemos hacerlo sin problemas si enciontramos alguno que np tenga reborde interior, que sea liso en su remate ya que de lo contrario nos resultará imposible desmoldar el kulich. Yo he optado por hornear este dulce en un molde desmoldable de 15 cm. de diámetro, nos quedará alto como si estuviéramos utilizando los tradicionales botes de lata y no tendremos ningún problema con el desmolde.
- Engrasamos el molde con mantequilla y lo forramos con papel de horno. Esta cantidad de masa que hemos elaborado nos da para hacer dos kulich medianos, así que repartimos la masa en dos molde.
- Con el horno previamente caliente a 180ºC, horneamos nuestro dulce con calor por arriba y por abajo, sin ventilador, durante unos 50 minutos, dependiendo del tamaño. Si a lo largo del proceso, vemos que la superficie del kulich comenzase a dorarse demasiado, lo taparemos con papel de aluminio.
- Retiramos los moldes del horno y los dejamos que se vayan enfriando sobre una rejilla unos 15 minutos antes de desmoldarlos. Es importante no hacerlo recién salidos del horno ya que podrían bajarse con su propio peso.
Preparación de la glasa y toque final
- Mientras se enfría el kulich preparamos la glasa. En un cuenco batimos la clara de huevo durante unos segundos, lo justo para que espume, y añadimos el azúcar glass.
- Mezclamos con un tenedor hasta que se haya creado una crema y añadimos las gotitas de vinagre. Tenemos que conseguir una glasa con una textura como de cola de carpintero.
- Si vemos que es necesario aligerarla un poco, añadimos unas gotas de agua, sin pasarse y mezclamos bien. En caso contrario, si la glasa nos ha quedado muy suelta, podemos agregar unas cucharadas más de azúcar glass.
- Vertemos la glasa sobre la parte superior del kulich y dejamos que se seque durante 1 hora antes de disfrutarlo.
Consejos para un kulich perfecto
- Si decidís hacer la masa de forma manual no os desesperéis, tenemos que trabajar la masa golpeándola contra la superficie de trabajo para que se desarrolle el gluten durante unos 10 minutos.
- Dejamos que la masa vuelva a fermentar dentro del molde hasta que haya doblado su volumen de nuevo en un lugar cálido.
- Dejamos que se enfríen totalmente sobre la rejilla una vez desmoldados antes de decorarlos con la glasa.
- Para la glasa es imprescindible utilizar azúcar glass, no azúcar molido en casa, ya que el azúcar glass cuenta con almidones en su preparación que necesitamos para el resultado óptimo de la glasa.
- Las glasa podemos prepararla también con antelación, el tiempo en el frigo le aportará más brillo.
Hemos trabajado 5 horas y 50 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
240 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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