Para 4 0.87€/pers. 60kcal/100g
Ingredientes
- 200 g de requesón o queso fresco (vuestra marca preferida)
- 60 g de azúcar glass o en polvo
- 30 g de mantequilla
- 1 huevo M
- 300 g de harina de trigo
- Canela
- 300 ml de mermelada de fresa
Ya os hemos hablado de los famosísimos knedlíky, los bollos tradicionales checos que se sirven para acompañar contundentes platos como el goulash o el delicioso codillo checo. Pero estos pequeños bollos son muy versátiles y también se pueden preparar como un dulce fantástico.
Aunque los knedlíky son un alimento que tiene muchísima historia, en el siglo XVII se les dio una vuelta de tuerca y comenzaron a prepararse fritos y rellenos de ciruelas, dando como resultado un postre espectacular, ya que se se añadía requesón rallado por encima y mantequilla derretida.
Era una comida muy popular que solía prepararse desde mayo a noviembre y se iba utilizando fruta de temporada como fresas, cerezas, albaricoques, arándanos o ciruelas. Estos últimos alcanzaron una gran popularidad, ya que se convirtieron en una delicias preferidas del archiduque Francisco Fernando del Imperio Austrohúngaro y el plato preferido del primer presidente checoslovaco, Tomas Garrigue Masaryk.
En definitiva, es un dulce que merece la pena ser probado al menos una vez en la vida. La receta es muy sencilla y no os llevará demasiado tiempo, por lo que si queréis un postre distinto a los que estamos acostumbrados, poneos manos a la obra y disfrutad de esta delicia checa, porque merece la pena.
Preparación de los knedlíky de fresa
- Primero mezclamos el azúcar con el huevo y lo batimos bien hasta que salga una espuma blanquecina. En ese momento, añadimos el requesón y la mantequilla mezclándolo todo bien para que no queden grumos.
- Tamizamos la harina y la vamos echando poco a poco en la mezcla hasta que esté lo suficientemente espesa como para poder amasarla a mano. Amasamos bien la masa procurando que todo quede bien integrado. Aunque esté pegajosa, será fácil de manipular.
- Hacemos bolitas con la masa no demasiado grandes y las partimos por la mitad. Las aplastamos dándole forma de cuenco y colocamos la mermelada de fresas para después cerrarlas con cuidado, dándole forma redonda.
- Calentamos una olla y, cuando empiece a hervir, añadimos las bolas con cuidado. Las dejamos hervir hasta que suban a la superficie y después las dejamos 5 minutos en ebullición.
- Pasado este tiempo, sacamos las bolas del agua, las escurrimos bien y las colocamos en un plato, echando por encima el azúcar glass, mantequilla fundida y canela. Listas para comer.
Consejos para unos knedlíky de fresa perfectos
- Podemos hacer el relleno de cualquier mermelada de fruta que se nos antoje, pero será mejor si la mermelada es casera.
- Estos knedlíky se pueden congelar sin problema. Las guardamos en un taper sellado antes de hervirlos en el congelador y aguantarán hasta 6 meses.
- Lo ideal es probar un primer knedlíky según salga de la cocción, ya que los tiempos varían dependiendo del tamaño de la masa y la mermelada.
Hemos trabajado 2 horas y 20 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
30 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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