Frutas escarchadas. La recuperación de un manjar de reyes

Frutas escarchadas. La recuperación de un manjar de reyes
Frutas escarchadas. La recuperación de un manjar de reyes

Ya tenemos la Navidad a la vuelta de la esquina, y todo lo que ello conlleva. Grandes comidas, reuniones familiares, regalos, felicidad y por supuesto… el tradicional Roscón de Reyes.

Ya sabéis que en el blog somos muy fans de este dulce más navideño que la propia navidad, pero últimamente cada vez mas gente se pregunta… ¿Qué necesidad hay en poner esos trozos de fruta de colores que no valen para nada? Pues es lo que vamos a descubrir hoy, el origen y la historia de las frutas escarchadas y por qué no debemos dejarlas de lado (al menos las de calidad).

Frutas escarchadas. La recuperación de un manjar de reyes

Origen de la fruta escarchada

Para llegar al origen de la fruta escarchada tenemos que remontarnos atrás en el tiempo, pero muy atrás, hasta la antigua Mesopotamia. Hay que tener en cuenta que la fruta es un alimento muy perecedero, en dos o tres días ya empieza a ponerse mala hasta que se pudre por completo y se vuelve incomible, por lo que había que buscar una manera de conservarla el mayor tiempo posible.

Así es como se comienzan a cocer las frutas en miel, aumentado el tiempo de vida de estas y dándolas un sabor dulce como nunca. Esto hizo las delicias de reyes y emperadores a lo largo y ancho del mundo, siendo un método utilizado también por los romanos, griegos y chinos para abastecer a las clases altas de fruta durante todo el año, ya que era un producto carísimo solo al alcance de muy pocos.

La fruta escarchada en la historia

Ya hemos hablado de como la fruta se cocía en miel para conservarla, lo cual se conoce como confitar. Sin embargo, no solo se puede hacer con miel, si no que con el paso del tiempo se cambió este producto por el azúcar. Los árabes utilizaron mucho este sistema para conservar su fruta y, gracias a su paso por la península ibérica, la fruta confitada y escarchada pasó a ser un habitual de los grandes banquetes y fiestas de las monarquías europeas.

Tener fruta confitada en la mesa no solo era una delicia para los paladares, sino un símbolo de estatus social y poder, ya que la fruta era un alimento de ricos y el proceso de escarchado y confitado era carísimo.

Con el paso del tiempo y la profesionalización de la artesanía, las frutas escarchadas y confitadas empezaron a competir con caramelos y demás golosinas, siendo todavía un producto caro, pero ya al alcance de mas gente.

Esto hizo que se reservara para ocasiones especiales y… ¿Qué hay mas especial que la Navidad? Así pasaron a convertirse en un dulce característico de estas fiestas, incorporándose en el roscón de reyes a comienzos del siglo XX.

Frutas escarchadas. La recuperación de un manjar de reyes

Fruta escarchada ¿Sí o no?

La respuesta es clara. Sí, pero de calidad. Hoy en día la gran mayoría de fruta escarchada que encontramos en grandes superficies y roscones preparados son simples trozos de calabaza o melón, con cantidades ingentes de azúcar pero que no tienen ningún tipo de sabor.

Si de verdad queréis deleitaros con un manjar digno de reyes, buscad una fruta escarchada que haya sido realizada artesanalmente, con las mejores piezas de fruta disponibles y el punto justo de confitado y escarchado. La diferencia es abismal, pues os aseguramos que notareis los aromas y sabores de la fruta con un toque dulce que, sin duda, estarán de rechupete.

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Categorías: Actualidad gastronómica Aprende a cocinar Ingredientes y alimentos

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