Para 4 2.1€/pers. 305kcal/100g
Ingredientes
- 100 g. de harina sin gluten de Schär (también valen con Maizena, almidón de maíz)
- 50 g. de jamón picado de calidad
- 750 ml. de leche sin lactosa
- 1/2 cebolla
- Pan rallado sin gluten ni lactosa Panceliac
- 2 huevos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
- 3 g. de nuez moscada molida (una pizca)
¿A quién no le gustan las croquetas? Es casi imposible conocer a alguien que pueda resistirse a esta receta de aperitivo que os propongo. Es la tapa por excelencia, con esa superficie crujiente y un interior cremoso en el que podemos encontrar todo tipo de rellenos. Ni siquiera ser intolerante a la lactosa o al gluten es ya un motivo para renunciar a ellas.
Hoy vamos a preparar croquetas de jamón (aunque podemos cambiar ese ingrediente por prácticamente cualquier otro) sin gluten y sin lactosa. Una forma de disfrutar de una de las comidas que más gustan en casa y que triunfan siempre que las preparamos.
En mi casa, la croqueta, es la reina de las sobras. ¡Qué sobra bacalao, pues croquetas de bacalao!; ¡qué sobra carne de cocido, pues croquetas de cocido! Vamos a descubrir lo fácil que es preparar croquetas a prueba de intolerancias. Aprovechando que ya es muy fácil encontrar ingredientes que permiten que todo el mundo pueda disfrutar de ellas.
Receta de croquetas sin gluten
Preparación de la masa sin gluten
- Pelamos y picamos la cebolla muy fina (o pasamos por la picadora). El objetivo es que casi no se note al morder, aunque si os gusta con tropezones de jamón, no piquéis el jamón, cortadlo a mano muy fino. Reservamos.
- En una sartén grande, vertemos dos cucharadas colmadas de aceite de oliva virgen extra. Añadimos la cebolla y la ponemos a pochar a fuego muy bajo. Calentamos la leche sin lactosa a fuego medio-bajo y disolvemos la harina sin gluten o la Maizena en leche tibia.
- Cuando la cebolla está transparente, le incorporamos la leche con la harina disuelta. Salpimentamos y echamos la nuez moscada. Yo le añado pizca y media, porque me gusta mucho esta especia y un poco de sal al gusto (cuidado que el jamón ya es muy salado).
- Removemos continuamente para que no aparezcan grumos, a fuego medio. Para que la masa quede bien, hay que tener paciencia y remover mucho tiempo. Hasta que se despegue de los bordes al pasar el cucharón. Cuando se ha empezado a espesar añadimos el jamón picado y seguimos removiendo.
- Apartamos la cazuela del fuego, retiramos la masa a un bol o a una fuente y dejamos que enfríe.
Moldear, rebozar y freír las croquetas
- Ahora empieza lo divertido, comenzamos a dar forma a las croquetas. Este es quizás mi secreto, el reposo, así la masa quedará más consistente al rebozar. Si tenéis mucha prisa o son para el mismo día. Podéis emplear el congelador para que enfríen rápido y sean más sencillas a la hora de manipular.
- Batimos dos huevos en un plato hondo y ponemos abundante pan rallado sin gluten ni lactosa en un plato liso. Preparamos en boles los ingredientes para el rebozado, los huevos batidos y el pan rallado.
- Formamos la forma deseada para las croquetas, en casa nos ayudamos de una cuchara. Para bolear las croquetas con la mano, lo mejor es untarlas con un poquito de aceite para que no se nos pegue la masa.
- Cogemos una porción de masa y le damos la forma deseada. Alargadas o en forma de bolitas y las pasamos, inicialmente por pan rallado.
- Sumergimos cada bolita de croqueta en el huevo batido y luego, bien escurridas. Las rebozamos con el pan rallado y de nuevo por el huevo.
- Calentamos en una sartén honda una buena cantidad de aceite de oliva virgen extra suave para freír. Una vez caliente vamos friendo las croquetas.
- Tenemos que tener la precaución de ir bañando las croquetas con el aceite por su cara superior mientras se van friendo. Así evitaremos que se nos abran y les salga el relleno. Reservamos sobre un papel absorbente, y así quitaremos el sobrante de aceite.
Consejos para unas croquetas sin gluten de rechupete
- Os aconsejo que una vez que la masa de croquetas está tibia o fría, la tapéis con papel de plástico alimentario o film. La dejamos en la nevera hasta el día siguiente (24 horas aproximadamente). Es importante que no pongáis el film inmediatamente. Para evitar que salgan gotas por el calor y el vapor. Además evitáis esa costra que luego es difícil de manejar.
- Aunque hay quien disfruta mucho con las croquetas frías en casa somos de comerlas tan pronto como están hechas, cuando todavía están calientes.
- Estas croquetas se pueden preparar con antelación, congelarlas para cualquier cena o comida, y usarse muchos rellenos diferentes. Una forma perfecta de aprovechar restos de carne o pescado. Aunque en este caso hemos optado por las clásicas de jamón, una adaptación de la que ya tenemos en el blog y que tanto gustan.
- Lo bueno de esta receta es que también podemos conservarlas en la nevera durante unos días antes de pasarlas por la sartén, e incluso congelarlas para apañar una cena o un picoteo improvisado en un santiamén.
Más recetas de croquetas
Hemos trabajado 4 horas y 50 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
60 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 120 min. para grabar y editar el vídeo, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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¡Hola Alfonso! Sólo quería darte las gracias por adaptar algunas recetas a los celíacos. Un vez que llevas tiempo cocinando, más o menos sabemos cómo hacerlo, pero para quienes están empezando a cocinar sin gluten o van a invitar a comer a un celíaco, será todo un detalle. Un abrazo.
Gracias por la receta, tengo un hijo intolerante al gluten y me viene perfecta.