Fácil 
25 min 
Por Alfonso López Alonso
Para 6
1.50€/pers.
310kcal/100g
Ingredientes
- 500 g. de harina triple cero
- 2 cucharaditas de sal fina
- 8 g. de levadura instantánea
- 150 g. de manteca o mantequilla
- 1 vaso de agua tibia
- Mantequilla para pincelar y dorar los criollitos
Uno de los muchos símbolos que representan a Córdoba son los criollitos. Forman parte de las meriendas y los desayunos diarios en esta provincia, posicionándose en el top de los productos de panadería más vendidos. Cuenta con un sabor incomparable, y es por ese motivo por el que cada vez más personas, tanto turistas como cordobeses, han quedado cautivados.
Los criollitos, son una especie de dulce de pan hojaldrado de tamaño pequeño. La masa de hojaldre, por norma general, está cargada de grasa y azúcar, pero en el caso de los criollitos, la fórmula contiene cantidades más bajas de azúcar. Por motivos dietéticos, en ocasiones se reduce la cantidad de sal empleada agregando una cantidad inferior al 3%, pero este es el porcentaje utilizado comúnmente.
En relación con la grasa de esta preparación, son dos las formas en las que la podemos incorporar. Bien podemos dejar que se vaya fundiendo y se mezcle durante el proceso de amasado, o bien podemos fundirla y después incorporarla en la masa. Además, Argentina tiene una variedad increíble en recetas como la empanadas criollas, las empanadillas tucumanas, los alfajores de maicena o la mazamorra argentina.
Origen e historia de los criollitos argentinos
Tal y como ocurre con muchas otras preparaciones tradicionales argentinas, el origen de los criollitos proviene de Italia. No existe una historia concreta en cuanto a cómo se crearon, pero lo que sí se sabe es que fue el producto de una fusión cultural. Como consecuencia de la migración europea, un gran número de recetas de masas y otras preparaciones de panadería, llegaron a Argentina. Los criollos, son una nueva versión de los “bizcochos”, término derivado del latín que viene a significar “pan horneado dos veces”.
Según una leyenda argentina, esta preparación nace de la necesidad de un panadero del interior de aprovechar las sobras de ingredientes que tenía. La primera vez que los preparó observó que el sabor era delicioso y empezó a comercializarlos bajo el nombre de “criollitos” debido a que era este el nombre con el que se conocía a su familia.
Receta de criollitos
Elaboración paso a paso
- Comenzamos mezclando en un bol amplio la sal, la mantequilla, la levadura y la harina.
- Incorporamos el agua tibia poco a poco para que se forme una masa homogénea. De esta manera, nos quedará una consistencia buena y sin grumos.
- Formamos un bollo de masa y dejamos que repose envuelto en plástico film durante 25 minutos y colocamos un repasador encima.
- Transcurrido este tiempo, estiramos la masa en una superficie lisa y limpia espolvoreando un poco de harina previamente.
- Utilizamos un rodillo para darle forma cuadrada o rectangular.
- Derretimos la mantequilla y pincelamos la masa.
- Una vez que la masa esté pincelada, doblamos la masa a la mitad y estiramos utilizando el rodillo.
- Dejamos que la masa repose durante 15 minutos a temperatura ambiente. No será necesario que la tapemos con plástico film.
- Repetimos el proceso sin presionar la masa demasiado, untamos con mantequilla y volvemos a doblar.
- Debemos repetirlo 5 veces más, y aunque pueda parecernos algo repetitivo, lo cierto es que es este paso de la receta el que le aporta la textura hojaldrada que tanto nos gusta.
- Recuerda que la masa debe reposar 15 minutos antes de volver a doblarla.
- Cuando acabemos con este proceso, estiramos la masa suavemente otra vez y cortamos en cuadraditos del tamaño que deseemos. No deben ser demasiado grandes.
- Hacemos agujeritos con un tenedor para que no se inflen.
- A continuación, volvemos a pincelar con mantequilla y antes de introducirlos en el horno (a unos 200º), dejamos que reposen 15 minutos más.
- Los separamos unos de otros y cocinamos durante 30 minutos aproximadamente a fuego medio.
Consejos para unos criollitos argentinos perfectos
- Prepararlos es relativamente sencillo, pero es necesario comenzar con una masa de panadería, es decir, una fórmula que incorpora un 20% de grasa, un 2 o 3% de levadura, en el caso de que sea prensada, un 50% de agua y un 3% de sal.
- Otras recetas incluyen un 5% de azúcar aproximadamente. Son muchas las variantes de la receta que varían en función del panadero que la prepare, el resultado que se pretenda conseguir y los ingredientes con los que se cuente.
- Las harinas empleadas en Argentina, tienden a tener mayor fuerza que en otros lugares del mundo, como en España, por ejemplo. Aún así, la fuerza que necesitamos será inferior a la de las masas de cruasán. La cantidad de agua empleada variará en función de la harina, pero como ya hemos mencionado con anterioridad, con un 50% de la cantidad total tendremos el porcentaje perfecto para comenzar.
- Normalmente, se utiliza manteca de vacuno o de cerdo, pero siempre puede sustituirse por margarina. La función de la grasa es la de mejorar la extensibilidad de la masa, por eso es importante ajustar las proporciones del resto de los ingredientes de forma adecuada.
Hemos trabajado 2 horas y 15 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
25 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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