Para 4 2.20€/pers. 410kcal/100g
Ingredientes
- 3 costillares medianos de cerdo
- Sal
- Pimienta negra molida
- Salsa barbacoa
- Azúcar moreno (dry rub)
- Ajo en polvo (dry rub)
- Sal gruesa (dry rub)
- Pimentón dulce (dry rub)
- Cebolla en polvo (dry rub)
- Comino (dry rub)
- Mostaza en polvo (dry rub)
- Pimienta (dry rub)
- Vinagre de manzana
Unas costillas de cerdo ahumadas con salsa barbacoa… ¡Qué maravilla! Hay que reconocer que las recetas en las que se utiliza la técnica del ahumado quedan siempre impresionantes. No en vano existe un ingrediente llamado “humo líquido” para que, en aquellos hogares en los que no existe la posibilidad de utilizar una barbacoa, podamos dar ese toque de humo tan característico de estos platos. Pero hoy os dejo la receta con el ahumado tradicional.
Las costillas de cerdo ahumadas con salsa barbacoa son un clásico de la cocina sureña de Estados Unidos. Este plato es la estrella en las barbacoas y reuniones familiares, y tiene una historia que se remonta a los primeros colonos americanos que usaban técnicas de ahumado para conservar la carne durante largos periodos de tiempo. La clave está en el ahumado lento y la mezcla de especias que se frota en la carne, conocida como «dry rub». Es un proceso que puede llevar horas, pero el resultado es una carne tan tierna que se desprende del hueso con solo mirarla.
Y hablando de recetas similares, y para aquellos que no sean amantes del humo, podéis probar con esta receta de costillas al horno con salsa barbacoa, las costillas asadas y confitadas o estas costillas caramelizadas con mostaza y miel. Todas están buenísimas, y ahora os dejamos estas costilas.
Receta de costillas de cerdo ahumadas con salsa barbacoa
Elaboración paso a paso
- Lo ideal es que tengan una buena capa de carne y un poco de grasa que ayudará a mantenerlas jugosas durante el ahumado. Quitamos la membrana de la parte trasera de las costillas. Para hacerlo, utiliza un cuchillo pequeño y afilado para levantar un extremo y luego agarra con una servilleta y tira. Parece sencillo, pero a veces se pone más rebelde que un gato al que intentas bañar.
- Ahora preparamos el «dry rub». En un bol, mezclamos el azúcar moreno, la sal gruesa, el pimentón, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, el comino, la mostaza en polvo, la pimienta y la cayena. A esta mezcla la llamamos «la magia en polvo», y no por nada.
- Con esto vamos a masajear nuestras costillas. Sí, sí, como si estuviéramos en un spa de carne. Frotamos bien para que cada rincón de las costillas quede cubierto.
- Dejadlas reposar unos 30 minutos para que absorban todos esos sabores.
- Preparamos la parrilla para el ahumado. Aquí es donde la cosa se pone seria. Si tienes una parrilla de carbón, coloca las briquetas a un lado y los chips de madera remojadas en agua (o cerveza, si te sientes atrevido) sobre el carbón caliente.
- Queremos una temperatura baja y constante, entre 110°C y 120°C. Si usas una parrilla de gas, coloca una bandeja con los chips de madera sobre el quemador para crear humo. Cerramos la tapa y dejamos que la magia del ahumado empiece a trabajar.
- Ponemos las costillas en la parrilla, lejos del fuego directo. Aquí es donde la paciencia se convierte en nuestro mejor aliado. El proceso de ahumado durará unas 3-4 horas.
- Cada hora, abrimos la tapa y rociamos las costillas con una mezcla de vinagre de manzana, jugo de manzana y agua. Esto mantiene la carne jugosa y le da un toque de sabor ácido que contrasta maravillosamente con el dulce del azúcar moreno.
- A la última hora de ahumado, comenzamos a pincelar las costillas con salsa barbacoa. Hay tantas variedades de salsas barbacoa como cocineros en el mundo, pero una buena opción es una salsa espesa y un poco dulce, con un toque de picante.
- Pincelamos cada 15-20 minutos, hasta que las costillas tengan una capa caramelizada y pegajosa. Si alguna vez te has preguntado por qué las costillas siempre se comen con las manos, es porque el sabor se disfruta el doble cuando te pringas un poco.
- Sacamos las costillas de la parrilla y las dejamos reposar unos 10 minutos antes de cortarlas. Esto permite que los jugos se redistribuyan y la carne se mantenga tierna y jugosa. Luego, las cortamos entre cada costilla para obtener unas preciosas porciones individuales.
- Sirve con más salsa barbacoa, y prepárate para recibir aplausos y alguna que otra lágrima de felicidad de tus comensales.
Consejos para unas costillas de cerdo ahumadas con salsa barbacoa perfectas
- Especias a tutiplén: Añade una pizca de canela o jengibre en polvo al «dry rub» para un toque exótico que sorprenderá a todos.
- El truco del vinagre: Si no tienes vinagre de manzana, el de vino blanco también funciona bien, aunque le da un sabor ligeramente diferente. O, si te sientes creativo, prueba con vinagre de sidra.
- La importancia del reposo: Después de quitar las costillas de la parrilla, es crucial dejarlas reposar. Este paso evita que los jugos se escapen cuando cortamos la carne, manteniéndola más sabrosa.
- Ahumado sin ahumador: Si no tienes una parrilla para ahumar, puedes hacer estas costillas en el horno. Coloca una bandeja con agua en la parte inferior del horno y cuece las costillas a baja temperatura, 120°C, durante unas 3-4 horas.
- Alternativas dietéticas: Si buscas una opción sin gluten, asegúrate de que la salsa barbacoa y las especias que usas no contengan gluten. Para una versión vegana, podrías usar costillas de tofu o tempeh y seguir los mismos pasos de adobo y cocción.
Hemos trabajado 4 horas y 20 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
150 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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