Cómo rebozar croquetas. Consejos y trucos para que queden perfectas

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Hoy vamos a empezar con una adivinanza: pequeño bocado crujiente por fuera y cremoso por dentro que nos hace salivar solo de pensarlo… ¿Lo tienes? ¡Seguro que sí! No hay bar, taberna o casa de abuela en España que no tenga su propia versión de este manjar celestial. ¿Quién puede resistirse a una buena croqueta? Es como intentar resistir un siestón después de comer un buen cocido: ¡imposible!

Las croquetas son más que un simple plato, son una parte fundamental de nuestra cultura gastronómica, en el blog te doy consejos de cómo congelar, almacenar y freírlas sin que se rompan. No hay evento, celebración o tapeo que se precie sin una buena ración de croquetas. Son el salvavidas en las cenas familiares cuando no sabes qué poner, son todo un éxito, por ello en el blog tienes algunas: las croquetas de coliflor, las croquetas italianas de arroz, las típicas croquetas de jamón, las ricas croquetas de cocido o las croquetas de boletus.

Lo mejor de las croquetas es que son muy versátiles. Puedes experimentar con diferentes ingredientes y combinaciones hasta encontrar tu receta perfecta. ¿Eres fan del marisco? Las croquetas de gambas están espectaculares. ¿Te gusta el queso? Prueba a hacer croquetas de queso Grana que están deliciosas. La clave es no tener miedo a probar cosas nuevas y, sobre todo, ¡divertirse en la cocina! Las croquetas son una joya de nuestra gastronomía, y saber hacerlas bien es todo un arte. ¡Vamos a por el rebozado!

Cómo rebozar croquetas

Hacer croquetas es casi un arte. Empieza con una buena base de bechamel. Aquí es donde se gana o se pierde la batalla, porque la bechamel tiene que ser cremosa, sin grumos y con el punto justo de espesor. Pero no te preocupes, que te lo voy a explicar paso a paso para que te salgan perfectas.

Pasos para la bechamel

1. Derretir la mantequilla: En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio. No te distraigas, que se quema en un pispás.
2. Añadir la harina: Cuando la mantequilla esté derretida, añade la harina de golpe y remueve sin parar con unas varillas. Lo que queremos aquí es hacer un «roux», que es básicamente una mezcla de mantequilla y harina que nos va a espesar la bechamel.
3. Añadir la leche: Ve añadiendo la leche poco a poco sin dejar de remover. Este es el momento de ponerte zen y no parar de remover para que no se formen grumos.
4. Condimentar: Añade sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Aquí es donde puedes darle tu toque personal.

Añadir el ingrediente principal

Una vez tienes la bechamel lista, es el momento de añadir el ingrediente principal. Puedes hacer croquetas de jamón, de pollo, de setas, de marisco, de bacalao… ¡las posibilidades son infinitas! Simplemente añade el ingrediente a la bechamel y remueve bien para que se integre. Pero si queremos que el resultado sea espectacular, la parte más importante es la del rebozado. Y sobre este proceso. Aquí es donde puedes jugar y experimentar. Hay varios tipos de rebozado y cada uno le da un toque diferente a la croqueta.

Elige el rebozado que más te guste

• Rebozado clásico: pasa las croquetas por harina, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado. Este es el rebozado de toda la vida, el que nos hace sentir en casa.
• Rebozado con panko: si quieres un rebozado extra crujiente, prueba a usar panko, que es un tipo de pan rallado japonés más grueso y aireado. La croqueta queda súper crujiente por fuera y sigue cremosa por dentro.
• Rebozado con frutos secos: para darle un toque más sofisticado, prueba a mezclar el pan rallado con almendras picadas, nueces o pistachos. Esto le da un sabor y una textura únicos.
• Rebozado doble: si quieres asegurarte de que tus croquetas no se abran al freírlas, pásalas dos veces por el huevo y el pan rallado. Sí, es un poco más de trabajo, pero te aseguro que vale la pena.

Consejos y trucos para la preparación

Ahora que ya sabes cómo hacer las croquetas y los diferentes tipos de rebozado, te voy a dar algunos consejos y trucos para que tus croquetas sean las mejores del barrio.

• Deja reposar la masa: Una vez hayas hecho la bechamel y añadido el ingrediente principal, deja que la masa repose y se enfríe completamente antes de formar las croquetas. Lo ideal es dejarla en la nevera toda la noche. Así la masa se compacta y es mucho más fácil de manejar.
• Formar las croquetas: Para formar las croquetas, puedes usar dos cucharas, tus manos o incluso una manga pastelera si quieres que todas salgan del mismo tamaño. Lo importante es que sean más o menos del mismo tamaño para que se frían de manera uniforme.
• Congelar antes de freír: Si tienes tiempo, una vez formadas las croquetas, mételas en el congelador durante unos 30 minutos antes de freírlas. Esto ayuda a que no se deshagan en la sartén y queden perfectas.
• Aceite bien caliente: A la hora de freír, asegúrate de que el aceite esté bien caliente, pero no humeando. Si el aceite está a la temperatura correcta (unos 180ºC), las croquetas se dorarán rápidamente por fuera y quedarán cremosas por dentro.
• No llenar la sartén: No pongas demasiadas croquetas de una vez en la sartén, porque eso baja la temperatura del aceite y puede hacer que las croquetas se empapen de aceite en lugar de freírse. Mejor freír en tandas pequeñas.
• Escurrir bien: Una vez fritas, coloca las croquetas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Nadie quiere una croqueta grasienta.

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