Para 2 0.5€/pers. 202kcal/100g
Ingredientes
- 250 ml. de leche entera
- 35 g. de azúcar
- 3 yemas de huevo (de huevos XL)
- 1 cucharada de aroma de vainilla
- 1 cucharadita tipo postre de canela molida
- 2 galletas para decorar (opcional)
Tan nuestras, tan de toda la vida, con ese poder de llevarnos a la infancia, así son las natillas de leche. Uno de los postres más clásicos y tradicionales del recetario español. Y también uno de los más ricos y agradecidos. Son súper fáciles de preparar y apenas requieren de tiempo (en media hora están listas) o de ingredientes (en esta versión usamos solo seis y es muy probable que los tengas en casa).
Para hacer las natillas de convento hay que ceñirse a la receta primigenia y básica, aquella en la que la leche va sin infusionar y en la que solo se usan yemas de huevo para dar cuerpo a la mezcla. Estas son unas natillas más ligeras, menos espesas que las que llevan harina de maíz y, sí no estáis acostumbrados a ellas, lo mismo os resultan “raras”. Pero, amigos, os diré que estas son las natillas originales.
Me he permitido la licencia de añadir una pizca de canela molida a la mezcla (la canela me pierde, ha sido inevitable) y he de decir que el resultado es espectacular. Podéis, no obstante, prescindir de ella. Eso sí, os recomiendo que no toquéis ni una coma del resto de la receta. Veréis qué cosa más fina, más delicada y más deliciosa.
Sé que hay muchas preparaciones en el mercado, listas para mezclar con leche y preparar unas natillas rápidas. Pero nada comparable a hacerlas caseras, a partir de ingredientes básicos. Una vez las probéis, no volveréis atrás, ya que están infinitamente más ricas que cualquier preparado en sobre.
Preparación de natillas de convento
- Arrancamos la preparación de las natillas de convento separando y reservando 1/2 vaso de leche. El resto de la leche lo vertemos dentro de un cacito, añadimos el azúcar y lo ponemos al fuego. Calentamos a fuego suave al tiempo que removemos para ayudar a que el azúcar se disuelva. En el momento en que la leche empiece a hervir, retiramos el cacito del fuego.
- Separamos las yemas de las claras, reservando estas últimas para otras elaboraciones (podemos preparar una tortilla de claras, unos macarons, un bizcocho, etc). Añadimos las yemas al vasito con la leche reservada y removemos bien para integrar.
- Vertemos la mezcla en el cacito junto con el aroma de vainilla y la canela molida. Volvemos a colocar al fuego y cocemos a temperatura media-baja hasta que la mezcla espese, sin parar de remover.
- Para evitar que la natilla se corte es clave mantener la temperatura de la mezcla por debajo de los 83º C. Esto es sencillo si se tiene un termómetro. Cuando la mezcla empiece a espesar, la retiramos del fuego y reservamos.
- Repartimos las natillas en dos cuencos y decoramos con una galleta cada uno. Cuando se atemperen las guardamos en la nevera hasta el momento de servir.
Aquí tenéis todas las fotos donde muestro como preparar esta receta paso a paso. No os perdáis detalle para que os salgan unas natillas de rechupete.
Consejos para unas natillas de convento perfectas
- Podemos añadir una pequeña cantidad de harina fina de maíz para espesar un poco más las natillas. Hidrata la harina fina de maíz en un par de cucharadas de leche fría y añádela al cacito junto con los huevos. Después solo tienes que seguir el proceso tal cual está explicado en la receta.
- Si no queréis añadir harina fina de maíz os saldrán unas natillas con una textura muy fina, delicadas y de rico sabor. Es importante, como he mencionado, que no lleguen a hervir porque el huevo cuajaría y no quedarían cremosas.
- Si tienes un termómetro de cocina es muy fácil saber cómo va la cocción: el cuajado de las natillas se produce a partir de 79-83º .
- El consejo tradicional dice que las natillas están hechas cuando la mezcla cubre el dorso de la cuchara. Al mezclar la leche con los huevos se produce una espuma en la superficie del líquido que desaparece cuando las natillas empiezan a cuajar, así que esta es otra manera de saber cuándo hay que retirar las natillas del fuego.
- También tenéis la posibilidad de hacerlas al baño María y os saldrá bien seguro. Pues al disminuir el calor directo facilitamos que las natillas se hagan antes de tiempo y que no se quemen.
- Una alternativa al aroma de vainilla es usar una vaina de vainilla, mucho más aromática y sabrosa, pero también mucho más cara.
Hemos trabajado 2 horas y 20 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
30 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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Hola Alfonso, una duda: ¿preferible harina de maiz o almidon?
Hola Marisol, sí, la famosa maicena que hay en todos lados, almidón o fécula de maíz.