A todos nos ha pasado: tienes el antojo de una mariscada de escándalo, abres el congelador y ahí está, esperándote como un tesoro submarino… pero congelado como el corazón de tu ex. Y claro, surge la gran duda: ¿Cómo descongelar el marisco de manera correcta para que quede igual de rico que recién sacado del mar? Si alguna vez te has preguntado cómo hacerlo sin fastidiar la textura o el sabor, aquí tienes una guía infalible para que triunfes con el marisco, al igual que te explicamos cómo descongelar carne rápida y fácilmente.
Primero, porque el marisco es delicado. Una mala descongelación puede convertir unas gambas suculentas en un chicle reseco, y un bogavante espectacular en algo que no quiere comer ni el gato. Además, al descongelar mal, puedes perder el jugo natural del marisco, lo que significa que también pierdes sabor. Si vas a gastar dinero en buen marisco, lo suyo es que le saques todo el partido, ¿no?
Cómo descongelar marisco
El método perfecto: paciencia y frigorífico
El truco definitivo para descongelar marisco como un chef de estrella Michelin es dejar que se descongele lentamente en el frigorífico. Vale, no es el método más rápido, pero te aseguro que el resultado merece la pena.
- Prepáralo la noche anterior. Si sabes que al día siguiente vas a montar una mariscada, saca el marisco del congelador con tiempo.
- Ponlo en un recipiente. Lo ideal es colocarlo en un bol grande o una bandeja. Y ojo, pon una rejilla o un colador dentro del recipiente para que el agua que suelte no toque el marisco directamente.
- Cúbrelo con un paño húmedo. Esto ayuda a mantener la humedad y evita que se reseque.
- Déjalo en la parte baja del frigorífico. El frío constante del frigo hará que el marisco conserve su textura y sabor.
Método exprés: el baño frío
Si eres de los que hace todo a última hora (que no pasa nada, somos humanos), también puedes usar este truco rápido:
- Llena un bol grande con agua fría. Importante: tiene que ser fría, nada de agua caliente, porque eso cuece el marisco y estropea su textura.
- Envuelve el marisco en una bolsa de plástico hermética. Esto evitará que absorba agua y pierda sabor.
- Sumérgelo en el agua. Cambia el agua cada 20 minutos para mantener la temperatura. En una hora, tendrás el marisco listo.
El método prohibido: microondas o agua caliente
Por favor, te lo pido de rodillas: no descongeles el marisco en el microondas. Sí, tiene una función de descongelar, pero el marisco no lo entiende igual. Lo más probable es que acabes cocinándolo parcialmente y arruines su textura. Tampoco uses agua caliente, porque el calor abrupto romperá las fibras del marisco y hará que pierda ese sabor fresco y marino que tanto nos gusta.
Cómo descongelar marisco cocido
Si lo que tienes es marisco cocido, como gambas o cangrejo, el proceso es similar, pero con un pequeño detalle: lo mejor es dejarlo en el frigorífico directamente sin necesidad de colador o rejilla. Si tienes prisa, puedes descongelarlo sumergiéndolo en agua fría, pero sin la bolsa. Eso sí, hazlo con mimo para no dañar la carne cocida.
Algunos trucos extra para triunfar
- Descongelar con sal marina: Si estás usando el baño de agua fría, añade un puñado de sal marina. Esto ayuda a mantener el sabor natural del marisco.
- Seca bien el marisco: Una vez descongelado, sécalo con papel de cocina para evitar que quede aguado.
- No vuelvas a congelar: Una vez descongelado, el marisco debe consumirse. Si lo vuelves a congelar, perderá calidad y sabor.
¿Qué pasa después de descongelar?
Ahora que tu marisco está perfecto, es el momento de cocinarlo o disfrutarlo tal cual. Puedes prepararlo al vapor, a la plancha, en un guiso o como tú prefieras. ¿Unas gambas al ajillo? ¿Un arroz marinero? ¿Una ensaladilla de marisco? Las posibilidades son infinitas, y lo mejor es que con una buena descongelación, el marisco brillará en cualquier plato. Así que ya lo sabes, con un poco de paciencia y los trucos adecuados, tu marisco congelado puede ser tan delicioso como si lo hubieras pescado esa misma mañana. Ahora, ¡a disfrutarlo como un auténtico sibarita!
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