A todos nos ha pasado alguna vez: te compras un buen trozo de carne, lo cocinas con toda la ilusión del mundo, ¡y cuando lo pruebas parece una suela de zapato! Pero no te preocupes, que aquí te voy a contar cómo convertir esa carne más dura que un ladrillo en un manjar tierno, jugoso y lleno de sabor. Prepárate porque vamos a sacar todo el partido a esa pieza que parecía imposible y también quédate con los consejos para guisar y estofar la carne.
Te dejamos algunas recetas que puedes hacer con una carne deliciosamente blanda como el estofado de carne con cerveza Guinness, el pastel de arroz y carne picada o la carne richada de Forcarei. Sea como sea, conoce estos trucos que te servirán en tus próximas recetas.
¿Por qué la carne se pone dura?
Antes de entrar en faena, es útil entender por qué algunas carnes son más duras que otras. Esto tiene que ver con el músculo del animal y el colágeno que contiene. Cuanto más ejercicio hace esa parte del cuerpo (como las patas o el cuello), más dura será su carne. Pero ¡ojo! Estas piezas suelen ser también las más sabrosas si sabemos cocinarlas bien. Otro factor es la calidad o frescura de la carne, y sí, a veces simplemente la cocinamos mal. Pero aquí venimos a solucionarlo, así que vamos al lío.
Trucos infalibles para ablandar la carne
- El poder del mazo de cocina: Para pelear 0con un filete o un trozo de carne delgada, el mazo de cocina es tu mejor amigo. Dale unos golpes para romper las fibras. Y si no tienes mazo, usa una botella de vino o el rodillo. ¡Creatividad al poder!
- La magia de la marinada: Marinar la carne no solo le da sabor, sino que ayuda a ablandarla. Los ingredientes ácidos como el vinagre, el zumo de limón, el yogur o incluso el vino descomponen las proteínas, haciéndola más tierna. Mezcla el ácido con aceite y tus especias favoritas, deja la carne en remojo al menos 2 horas (o mejor, toda la noche) y notarás la diferencia.
- Bicarbonato de sodio: el truco de la abuela: Esto parece brujería, pero funciona de maravilla. Espolvorea un poco de bicarbonato sobre la carne y déjala reposar unos 20-30 minutos antes de cocinarla. Después, aclárala bien para quitar el exceso y listo. El bicarbonato alcaliniza la carne, lo que ayuda a que quede más tierna.
- Cocciones largas y lentas: Si la carne es dura, cocínala como si tuvieras todo el tiempo del mundo. Los guisos, estofados o recetas al horno a baja temperatura hacen que el colágeno se transforme en gelatina, dejando la carne súper tierna. Aquí el truco es paciencia: baja el fuego, tapa la olla y déjala hacer chup-chup durante horas.
- Sal: el aliado inesperado: Frota la carne con sal gruesa y déjala reposar entre 30 minutos y 1 hora antes de cocinarla. La sal actúa como un ablandador natural, ayudando a descomponer las fibras. Eso sí, aclara bien la carne antes de cocinarla para que no quede demasiado salada.
- El corte importa: A veces, la solución está en cómo cortamos la carne. Siempre hazlo en contra de las fibras, es decir, en perpendicular a las líneas de la carne. Esto rompe las fibras largas y facilita que sea más masticable.
- Usa ingredientes con enzimas naturales: Frutas como la piña, el kiwi o la papaya contienen enzimas que descomponen las proteínas de la carne. Tritura un poco de estas frutas, ponlas sobre la carne y déjala reposar unos 30 minutos. ¡Pero cuidado! No te pases de tiempo porque estas enzimas pueden pasarse de frenada y convertir la carne en una papilla.
- Cerveza o vino: los ablandadores con estilo: La cerveza y el vino no solo son para acompañar la comida, también sirven para cocinar. Ambos líquidos contienen ácidos y enzimas que ablandan la carne mientras le dan un toque delicioso. Deja la carne marinando un par de horas en una buena cerveza negra o en un vino tinto y prepárate para flipar.
- Papel de aluminio al rescate: Si estás cocinando al horno o a la plancha y quieres asegurarte de que la carne no quede dura, envuélvela en papel de aluminio. Esto ayuda a mantener la humedad y evitar que se reseca, especialmente en piezas más gruesas.
Métodos según el tipo de carne
- Carne de ternera o buey: Ideal para marinadas con vino tinto, cocciones largas en estofados o al horno a baja temperatura.
- Pollo: Si está muy seco, pruebas marinadas con yogur o limón. Si es un pollo entero, el truco del papel de aluminio funciona genial.
- Cerdo: Para piezas duras como el codillo o las costillas, guísalas lentamente con cerveza o vino.
- Cordero: Perfecto para cocciones lentas en guisos o marinadas con especias.
Un consejo extra: cuida la temperatura
La carne puede sobrecocerse si se cocina a temperaturas demasiado altas o durante demasiado tiempo. Para filetes o carnes finas, un fuego medio alto para un sellado rápido es perfecto. En el caso de cocciones largas, baja el fuego y dale tiempo.
Ablandar la carne no es un misterio, es una mezcla de paciencia, buenos ingredientes y algunos trucos que nuestras abuelas ya dominaban. Así que no te rindes con ese trozo de carne que parecía un caso perdido. Sigue estos pasos y prepárate para disfrutar de platos tiernos y llenos de sabor. ¡Venga, ponte el delantal ya cocinar como un pro!
Categorías: Aprende a cocinar Recetas de carnes y aves Recetas de guisos de carne