Fácil 
90 min 
Por Alfonso López Alonso
Para 6
1.9€/pers.
340kcal/100g
Ingredientes
- 200 ml de leche entera
- 300 ml de nata líquida o crema de leche (35% MG)
- 800 g de queso mascarpone
- 125 g de galletas tipo Digestive
- 1 rama de vainilla
- 125 g de azúcar
- 50 g de mantequilla
- 4 huevos
Esta es una de las recetas dulces que más nos han sorprendido en casa después del clásico cheesecake o la tarta de queso.
En casa somos unos apasionados de este tipo de tarta, lo demuestra la variedad de recetas que hemos preparado con anterioridad: tarta fácil de queso, mini cheesecakes en vaso individual, tarta de queso con chocolate y la popular tarta de queso americana o New York cheesecake.
Todas ellas tienen en común el queso, ingrediente principal que se utiliza como base del relleno. Algunas requieren de horneado, en otras simplemente se mezclan los ingredientes y se rellenan vasitos y otras van directas a la nevera donde cogen cuerpo y solidifican por sí solas.
Receta de tarta de queso mascarpone
Preparación de la crema
- Ponemos en una cazuela a fuego medio la leche, la nata y la vainilla cortada a lo largo. Apartamos cuando esté a punto de hervir y quitamos la vaina.
- Mientras calienta la mezcla, batimos 4 huevos y el azúcar en un bol.
- Echamos el contenido de la cazuela en el bol y mezclamos bien con los huevos y el azúcar, devolvemos todo a la cazuela.
- Calentamos la mezcla a fuego medio sin dejar de remover. Cuando haya espesado hasta tener la consistencia de una natilla la apartamos del fuego y dejamos que enfríe.
- En una batidora de vaso (nunca con varillas para no incorporar aire), mezclamos el queso mascarpone o crema y la mezcla anterior hasta que sea un líquido espeso, homogéneo y sin grumos.
Preparación de la base de la tarta
- Trituramos las galletas con las manos o con la ayuda de un tenedor. Calentamos la mantequilla y lo mezclamos todo en un plato hasta conseguir una pasta.
- En un molde desmontable, cubrimos la base con papel de horno. Después la rellenamos por completo con la pasta de galleta. La apelmazamos con una cuchara de manera que cubra toda la superficie hasta el borde.
- Metemos el molde en la nevera 15 minutos.
Horneado y presentación final
- Encendemos el horno a 170º C. Pasados los 15 minutos, vertemos la mezcla en el interior del molde con cuidado para no romper la base.
- Alisamos la superficie con una cuchara y metemos en el horno durante 60 minutos o hasta que cuaje. Conviene meter también un recipiente con agua en la parte inferior del horno para que el calor se distribuya uniformemente.
- Dejamos que la tarta enfríe en el horno. La pasamos a la nevera para dejarla toda la noche (o como mínimo 8 horas). Desmoldamos.
- Batimos dos yemas de huevo con cinco cucharadas de azúcar y lo extendemos sobre la tarta con la ayuda de una brocha.
- Quemamos la superficie con un soplete o un quemador de hierro caliente.
Para servir, cortamos pequeñas raciones triangulares con cuidado de cortar también la base. Lo mejor es que su tamaño no sea superior al del cubierto con el que lo vamos a separar del resto de la tarta, así nos aseguramos de que llegan enteros al plato.
Ya podemos disfrutar de esta riquísima tarta que es un magnífico postre, y que también puede funcionar como un contundente desayuno.
Consejos para una tarta de mascarpone de rechupete
- La base de galletas se puede preparar solo con galleta y mantequilla. Pero a nosotros en casa también nos gusta enriquecerla con algún fruto seco. En este caso hemos usado nueces aunque se pueden variar por otros que os gusten más.
- También se puede aromatizar con algún tipo de licor o esencias como vainilla, etc. Al gusto.
- Ajustad el punto de dulzor a vuestro gusto. La cantidad de azúcar glass es orientativa. A nosotros, que no nos gustan los dulces demasiado subidos de azúcar, nos resulta perfecta. Probad la mezcla una vez terminada e incorporad más azúcar si lo veis necesario, batiendo bien para que no queden grumos.
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