Para 6 3.1€/pers. 235kcal/100g
Ingredientes
- 200 g. de moras frescas
- 2 limones medianos
- 200 g. galletas caramelizadas
- 80 g. de mantequilla
- 600 g. de queso crema
- 500 ml. de nata líquida para montar (35% de materia grasa)
- 200 g. de azúcar
- 8 láminas de gelatina neutra
- Una cucharada de extracto o esencia de vainilla
Cómo hacer un cheesecake de moras sin horno.
A todos nos encantan las tartas, pero no a todo el mundo le gusta pelearse con temperaturas, tiempos de horneado y demás. Para esos cocinillas hay un tipo de postres que ni hecho a posta: los cheesecake sin horno.
El cheesecake de toda la vida o la tarta de queso con chocolate sí se acaban horneando, pero hay alternativas como la receta fácil de tarta de queso que, al igual que la que traemos hoy solo requieren un rato en la nevera. Y están tan buenas que hará que nos olvidemos de las tartas de toda la vida, sobre todo en verano, cuando el calor aprieta y lo último que nos apetece es encerrarnos en la cocina con el horno encendido.
Este cheesecake de moras y limón tiene un punto ácido que contrasta con el dulce de la masa y las moras y resulta, además de deliciosa, muy refrescante. Es de esas tartas que van desapareciendo sospechosamente con el paso de las horas; y es que, ¿quién podría resistirse a darle un bocado cada vez que abra la puerta de la nevera y la vea ahí, con ese color morado y esa base de galleta?
Y cuando se acabe, nada de dramas, que encima es sencillísima de preparar. Bueno, para ser completamente sinceros hay una parte complicada: esperar las horas que necesita para ganar consistencia antes de que pueda ser desmoldeada! A partir de ese momento, comienza de nuevo el misterio de su desaparición…
Preparación de la base de la cheesecake de moras y limón
- Lavamos las moras bajo el grifo, escurrimos y reservamos. Metemos las galletas en una bolsa de plástico o sobre papel film y cerramos. Las aplastamos con un rodillo de amasar hasta que se han convertido en un polvo fino. Las pasamos a un bol.
- Derretimos la mantequilla en el microondas. La añadimos al bol y mezclamos muy bien con las galletas picadas, hasta tener una masa uniforme.
- Tomamos un molde redondo de 24 centímetros y cubrimos el fondo con la mezcla, aplastamos con la ayuda de una cuchara hasta cubrirlo por completo. Metemos en el congelador.
- Seguimos hidratando las hojas de gelatina: llenamos un bol con agua bien fría y las sumergimos durante 5 minutos.
- Mientras tanto lavamos y rallamos los limones. Los cortamos a la mitad y los exprimimos. Colamos el zumo y lo ponemos a calentar en una cazuela a fuego medio-bajo.
- Añadimos la gelatina hidratada y escurrida y removemos hasta que se disuelve por completo, retiramos del fuego y metemos en la nevera a enfriar. Tomamos un bol grande y echamos el queso crema, el azúcar y un chorrito de esencia de vainilla. Batimos con unas varillas hasta tener una mezcla sin grumos.
- Vertemos el zumo de limón con gelatina en el bol y mezclamos bien. Añadimos la nata y volvemos a batir hasta que la mezcla crezca ligeramente.
- Espolvoreamos la ralladura de los limones, añadimos las moras y removemos con una espátula o una cuchara de madera, machacando ligeramente las bayas hasta que la masa cambia de color a un morado suave.
Montaje, reposo y presentación de la cheesecake de moras y limón
- Recuperamos el molde del congelador y con la ayuda de un pincel de silicona pintamos las paredes con mantequilla para que la tarta no se pegue y sea fácil de desmoldear.
- Vertemos la masa con la ayuda de un cucharón y — opcionalmente — cogemos el molde con las manos y con cuidado damos un par de golpes suaves sobre la mesa para que asiente.
- Esperamos unas horas en la nevera a que se asiente y se solidifique la tarta. Cómo siempre decía mi madre, mejor de un día para otro, así estará perfecta.
- Desmoldamos con cuidado tal como os enseño en el vídeo y en el paso a paso de la receta. Y si quieres puedes poner una capa más cubriendo tu tarta de queso con una buena mermelada de moras, un postre el doble de bueno.
Podéis ver todas las fotos del paso a paso de la receta de cheescake de moras en este álbum. No os perdáis detalle y os saldrá perfecta.
Consejos para un cheesecake de moras y limón perfecto
- El tiempo de preparación es de 45 minutos (y cuatro horas de refrigeración, pues no vamos a hornear). Sólo la tienes que dejar en la nevera y esperar.
- Para que esta tarta quede perfecta ya solo falta refrigerarla, con unas 3 o 4 horas en la nevera es suficiente pero podemos acelerar el proceso metiéndola en el congelador (en ese caso pueden bastar un par de horas nada más).
- Como la masa estará bastante líquida tenemos que asegurarnos de que el molde queda perfectamente horizontal, si enfriamos la tarta inclinada no va a verse perfecta.
- Para decorar este cheesecake podemos reservar un puñado de moras o, mejor aún, combinarlas con arándanos, frambuesas y unas hojas de menta para sumar otros colores.
Hemos trabajado 4 horas y 35 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
45 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 120 min. para grabar y editar el vídeo, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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