Seguro que más de una vez has escuchado hablar del calzone y, si no, probablemente lo hayas visto en algún menú de restaurante italiano. Pero ¿Qué es exactamente? Muchos lo confunden con una pizza cerrada, pero el calzone es algo más que eso. Vamos a descubrirlo juntos, desde su origen hasta las variantes que puedes hacer en casa para sorprender a cualquiera.
Origen e historia del calzone
Imagínate por un momento estar caminando por las calles de Nápoles hace unos siglos. La pizza ya es un alimento popular, pero en ese entonces comerla de pie no era lo más práctico del mundo. Así que, a alguien se le ocurrió doblar la masa, meter el relleno dentro y… ¡nació el calzone! Esta maravilla de la cocina italiana es básicamente una pizza portátil, perfecta para llevar y comer sin complicaciones. No es casualidad que su nombre, «calzone», signifique «pantalón» en italiano, haciendo referencia a cómo envuelve y protege el relleno. Y aunque nació como una solución práctica, hoy en día se ha convertido en un plato icónico por derecho propio.
El origen del calzone se remonta a la región de Campania, en el sur de Italia, específicamente en Nápoles, la cuna de la pizza. Durante el siglo XVIII, las pizzas eran ya una comida callejera popular entre los napolitanos, pero no eran fáciles de comer mientras se caminaba. Así que, a modo de solución rápida, surgió esta variante en la que la pizza se doblaba sobre sí misma, creando una especie de «empanada gigante» que se podía comer con las manos sin el riesgo de perder el relleno por el camino.
Esta creación se fue expandiendo rápidamente por todo el sur de Italia y, con el tiempo, se fue adaptando en cada región. En Puglia, por ejemplo, tienen una versión llamada panzerotti, más pequeña y frita, mientras que en Sicilia se encuentran versiones con otros ingredientes locales. La popularidad del calzone creció también en América, donde los inmigrantes italianos llevaron consigo esta receta. Allí, el calzone se convirtió en un éxito en las pizzerías, sobre todo por su versatilidad y la posibilidad de adaptarlo a los gustos locales. En muchas partes del mundo, el calzone ha sido reinterpretado, pero siempre manteniendo la esencia de su origen napolitano.
Receta de calzone
- Solo necesitas una buena masa de pizza y deja volar tu imaginación con los ingredientes que prefieres.
- Empezamos con la masa, que básicamente es la misma que usarías para una pizza. Mezclamos harina, agua, levadura y sal, lo amamos bien y lo dejamos reposar para que suba un poco. La idea es que la masa sea elástica y fácil de manejar.
- Luego, preparamos el relleno. Aquí es donde podemos ser creativos. Yo te sugerimos que uses una combinación de queso (mozzarella es imprescindible) y algunos ingredientes que te gusten. Puedes agregar jamón, salami, champiñones o lo que prefieras.
- Una vez que el relleno esté listo, montamos el calzone. Estiramos la masa hasta que quede bien fina, colocamos el relleno en una mitad y doblamos la otra mitad por encima. Luego cerramos los bordes con los dedos o con la ayuda de un tenedor, asegurándonos de que no quede ninguna abertura por donde pueda escaparse el relleno.
- Finalmente, lo metemos al horno. Con unos 220 grados y unos 15-20 minutos de cocción, el calzone estará listo cuando veas que la masa está doradita. Es importante dejarlo enfriar un poco antes de cortarlo, porque el interior estará muy caliente.
- En resumen, el calzone es mucho más que una pizza doblada. Es una tradición napolitana que ha conquistado el mundo por su versatilidad y su delicioso sabor. Ya sea que te decantes por un calzone clásico, vegetariano, de carne o incluso dulce, lo cierto es que esta preparación nunca defrauda. Lo mejor de todo es que es fácil de hacer en casa y puedes adaptar los ingredientes a tu gusto. Así que, ¿a qué esperas? Prepara tu calzone, ¡y disfruta de una comida italiana de verdad!
Tipos de calzone
Ahora bien, vamos a entrar en los tipos de calzone que existen. Aunque los ingredientes tradicionales siguen siendo los más populares, hoy en día encontramos calzones con una impresionante variedad de rellenos. Lo divertido del calzone es que personalizarlo puedes con lo que más te guste, y cada cocinero tiene su propio toque.
Calzone clásico
Este es el original, el que encuentras en las pizzerías de Nápoles. Se rellena de queso ricotta, mozzarella, jamón y, a veces, salami. Todo ello se envuelve en la masa de pizza, se cierra con cuidado y se hornea hasta que la masa quede dorada y crujiente. La magia está en cómo se funden los quesos por dentro, creando una explosión de sabor en cada mordisco.
Calzone vegetariano
Para los amantes de las verduras, el calzone vegetariano es una opción espectacular. Puedes rellenarlo con espinacas, champiñones, calabacín, pimientos y, por supuesto, mucho queso. Este tipo de calzone es ligero, pero muy sabroso, y la combinación de las verduras asadas con la masa crujiente es todo un acierto.
Calzone de carne
Si lo que buscas es algo más contundente, el calzone de carne es tu elección. Aquí se pueden incluir ingredientes como carne picada, pepperoni, chorizo e incluso salsa boloñesa. Es el tipo de calzone que no deja a nadie con hambre y que, acompañado de una salsa de tomate casera, es pura gloria.
Calzone de marisco
Aunque no es tan común como los anteriores, en algunas regiones de Italia se prepara el calzone con mariscos. El relleno suele incluir mejillones, gambas y hasta pulpo, acompañado de una suave salsa de tomate. Esta versión es ideal para los amantes del marisco que buscan algo diferente.
Calzone dulce
¿Quién dijo que los calzones solo son salados? Hay versiones dulces que están para chuparse los dedos. Se pueden rellenar de Nutella, crema pastelera, frutas o incluso queso mascarpone con un toque de miel. Es perfecto como postre o para una merienda diferente y deliciosa.
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