Menuda delicia. Lo de los calçots es de otro mundo. Aunque puede ser complicado de explicar a alguien que no conoce nada de ellos. Porque el plan de comer cebollas asadas mojadas en salsa romesco quizás no es fácil de vender, pero una vez lo pruebas, repites sin dudarlo.
Hasta hace relativamente poco tiempo eran un manjar desconocido que solo se disfrutaba en Cataluña, pero por suerte este manjar se ha ido extendiendo con fuerza y se puede disfrutar en más sitios. Si aún no conoces esta delicia tradicional catalana, no te preocupes, porque aquí te vamos a hablar de todo lo relativo a los calçots y que estés preparado para la calçotada.
¿Qué verdura es el calçot?
Es quizás la pregunta que más se hace la gente… ¿Qué es esto que me estoy comiendo? La respuesta es muy sencilla, es una cebolla. Lo que ocurre es que es una cebolla que se cultiva de una manera bastante particular, ya que se le añade tierra a la base donde está plantada para que la cebolla deba «estirarse» en busca en luz. Este proceso se hace 2 o 3 veces durante su cultivo para lograr esa forma alargada que tiene que alcanzar entre 15 y 25 cm de largo.
De ahí proviene también su nombre. Calçot es una adaptación de la palabra calçar que en castellano significa «calzar» (porque la tierra se calza para que adquiera la forma alargada). La palabra Calçot no tiene traducción al castellano, pero seguramente sea parecido a «calzado».
Origen del calçot
La tradición marca el origen del calçot a finales del siglo XIX, cuando un agricultor llamado Xat de Benaiges quemó unas cebollas viejas y, en vez de tirarlas, decidió pelarlas y probarlas, descubriendo un sabor dulce y jugoso que acabó enamorando a toda Cataluña.
También se han encontrado mosaicos en Hungría de la época romana en la que un personaje sale comiendo algo parecido a un calçot de la misma manera que se consumen a día de hoy, pero no se sabe con seguridad si sería el mismo alimento o quizás fuera un puerro.
¿Cuál es la mejor época para comer calçots?
A partir del último domingo de enero es cuando empieza la temporada alta de calçots. Es una planta que se cultiva desde noviembre hasta abril, pero es en la última semana de enero cuando se celebra la gran calçotada en Valls (donde hay una mayor tradición de calçots) que marca el inicio de la temporada alta y del consumo de calçots a diestro y siniestro.
Estas calçotadas son, además, un momento social muy esperado dentro del territorio catalán. Amigos y familiares se reúnen para comer calçots bañados en salsa romesco, longanizas, costillas y beber un buen vino en buena compañía. Como veis no es un plan que se pueda declinar a la ligera.
Con esto ya tenéis toda la información necesaria para introduciros en el mundo de los calçots y las calçotadas. Contadnos en comentarios si habéis estado en alguna y que os ha parecido, seguro que lo habéis pasado de 10.
Y no os olvidéis de acompañar vuestros calçots con nuestra salsa romesco. Y si por estos temas de covid, confinamiento o bien porque no tenéis oportunidad de hacer brasas, siempre esta la opción de los calçots al horno. Os aseguro que también quedan bien buenos.
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Me ha gustado mucho la idea la información de los calcots catalanes. Por fin he visto la receta, antes no sabía como hacerlo. Ánimo y adelante. Un saludo