Dificultad media 
5 min 
Por Alfonso López Alonso
Para 1
2.1€/pers.
301kcal/100g
Ingredientes
- 25 ml. de Licor 43
- 1 café espresso
- 50 ml. de leche entera
- 30 g. de leche condensada
- Una pizca de canela en polvo
- Una rodajita de limón
Las Islas Canarias son un paraíso terrenal, y sus señas de identidad son un pedacito de cielo. Una de esas maravillas que nos ha dejado el archipiélago es el Barraquito, un café particular de Tenerife con un sabor espectacular y muy difícil de encontrar fuera de las fronteras españolas. Hoy os traemos la receta de esta bebida con la base del famoso café bombón para que disfrutéis en vuestras casas de uno de los tesoros que nos ofrece la isla tinerfeña.
El café es para muchos de nosotros uno de esos vicios de los que nos es difícil quitarnos. Los más expertos sabréis que se pueden sobrepasar las fronteras del espresso clásico. Hay un montón de maneras de preparar el café, desde las versiones más modernas como el café Dalgona, el Frapuccino estilo Starbucks, o el Pumpkin spice latte, hasta versiones más clásicas y adultas como el café irlandés o el carajillo. El café Barraquito forma parte de esta segunda escuela.
La receta del café barranquito o café canario es bastante sencilla, consiste en una mezcla de café con leche, licor 43, un poquito de canela y una rodajita de limón. El resultado queda súper rico y, sobre todo, muy vistoso.
Ahora bien, llevar el proceso de preparación correctamente requiere que tengamos unas buenas instrucciones. Si queréis saber cómo hacer correctamente un buen café Barraquito, quedaos a leer la entrada de hoy.
Receta de café barraquito
Cómo preparar un café Barraquito
La preparación del café es relativamente sencilla y barata: sólo hay que saber bien el orden de los ingredientes y amoldar las cantidades un poco a vuestro gusto. Para hacerlo, sólo hay que seguir estos pasos.
- El primer paso será colocar la leche condensada como fondo del vaso. Después, añadiremos la cantidad de licor 43 que deseemos para nuestra bebida. Cuanto más licor, más intenso será nuestro Barraquito, lógicamente.
- Una vez tenemos esos dos ingredientes en el vaso, vamos a espumar la leche. Si no disponemos de una cremadora o espumador de leche eléctrico, podemos utilizar el mismo truco que usamos con el espresso macchiato: vertemos en un bote de cristal la cantidad que queramos de leche, agitamos, y calentamos a máxima potencia en el microondas durante medio minuto aproximadamente.
- Cuando tengamos la leche espumada, reservamos un poco para usarla luego y pasamos a verter el resto sobre el licor que tenemos en el vaso, evitando que se mezclen gracias a las diferencias de texturas.
- Ahora viene el paso más complicado: verter el espresso. Para que no se nos descuajeringue todo el Barraquito, tendremos que hacerlo lentamente y con delicadeza. Podemos ayudarnos de una cuchara para hacerlo. Seguidamente, añadimos una puntita de leche sobre el café con el mismo cuidado.
- Por último, añadimos un poco más de leche espumada por encima para decorar, cubrimos con una capita de canela en polvo, añadimos una rodaja de limón que decore, y tendremos nuestro café Barraquito listo.
Para que el café Barraquito nos quede bien es indispensable seguir el orden de preparación. Si no, los ingredientes se integrarán y no tendremos esa preciosa distinción de colores que el da tanta personalidad a esta bebida.
Origen del café Barraquito
Ya que el café Barraquito es una bebida nacional, lo mínimo que podemos hacer es ahondar un poco en su procedencia. Aunque hay distintas versiones acerca del origen de esta bebida, la más popular nos lleva a la segunda mitad del siglo XX. Se dice que en el Bar Imperial (un establecimiento tinerfeño que, a día de hoy, sigue abierto) uno de los clientes habituales era apodado como “Barraco” o “Barraquito”.
El cliente solía pedir un cortado con leche condensada a la hora del desayuno, servido en un vaso pequeño de licor 43 y acompañado de una rodaja de limón y un poco de canela. Como veis, nuestro amigo Barraquito era todo un sibarita. La peculiaridad de este pedido no pasaba bajo el radar y, poco a poco, el café Barraquito fue tomando popularidad hasta convertirse en una bebida insignia del archipiélago entero.
El que veis en la foto es del que probé por primera vez en Tenerife, en el café Ébano. No solo el café, toda la carta de tartas era espectacular, no dejéis de visitarlos si vais por la isla.
Este café puede funcionar como un postre genial o como un buen compañero de sobremesa. Ya que no todos podemos disfrutar del maravilloso clima y paisaje del archipiélago canario, por lo menos podemos contentarnos con un café Barraquito de vez en cuando.
Hemos trabajado 1 horas y 55 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
5 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
Categorías: Recetas de bebidas y cócteles Recetas de cafés
Qué rico se ve! Intentaré hacerlo. Usted y sus genialidades. Gracias!
Dice la historia…..En las tertulias del bar los paraguitas en la rambla de Santa Cruz, se reunían diversas personalidades de la sociedad chicharrera …y en ellas, Juan Barraco, aunque amante del café y los licores, se veía en la obligación de pedir su café rebajado con leche condensada, debido a su úlcera estomacal. Pasada las horas en tan animadas tertulias, Don Juan, viendo a sus amigos metidos en conversaciones amenas y con las mesas llenas de vasos de bebidas alcohólicas, caía en los placeres de sus adicciones, y terminaba diciéndole al camarero, que le rebajara el café …amén de con la leche condensada, con unas gotitas de licor 43, dando lugar con el tiempo a este riquísimo cafe cortado de Tenerife. Indudablemente la canela y el limón aparecieron después por vericuetos de la hostelería.
Me encanta tu comentario, que historia tan bonita. Gracias por completar de forma maestra la receta.