Para 4 0.95€/pers. 197kcal/100g
Ingredientes
- 1/2 cebolla grande
- 1 aguacate maduro
- 250 g. de brócoli
- 1/2 cucharada de salsa picante (tipo Tabasco)
- 4-5 ramas de cilantro fresco
- 1 lima
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 4 g. de sal fina
- 2 g. de pimienta negra molida
Viajar a México con el paladar es fácil con esta deliciosa versión del clásico guacamole al que he dado una vuelta de tuerca con la incorporación del brócoli. Una combinación muy acertada que convierte a este dip en uno de mis favoritos, aunque también lo puedes probar con el tradicional guacamole. Preparar brocomole en casa no cuesta nada, está listo en 15 minutos y no tiene comparación con ningún otro que se pueda comprar en las tiendas de alimentación.
En México podemos encontrar dos clases de guacamole, si el aguacate está completamente molido se llama aguamole y suele servirse en taquerías populares o puestos ambulantes de comida. La versión con trocitos de aguacate que se suele preparar en casa es el guacamole propiamente dicho y la manera en la que a mi me gusta hacerlo, incluso puedes añadirle langostinos o camarones. Esto se puede utilizar en otras comidas típicas de México como son las fajitas mexicanas de pollo, los tacos de cochinita Pibil o añadirlo junto al pico de gallo.
Espero que os pongáis manos a la obra y lo preparéis en casa hoy mismo. Ideal para tomar a la hora del aperitivo con unos nachos y unas cervezas bien frías. ¡Buen provecho!
Receta Brocomole casero
Preparación rápido y sencillo
- Lavamos bien el brócoli y separamos los floretes del tronco. Este último lo guardamos para otras elaboraciones: lo podemos convertir en una crema, hacer un salteado o añadir unos huevos revueltos. Es riquísimo.
- Colocamos los floretes en una cacerola y cubrimos la base con un poco de agua, sin pasarnos. Lo vamos a cocinar en el vapor que suelte el agua para que quede tierno sin empaparse ni coger humedad en exceso.
- Tapamos la cacerola y lo cocemos, a fuego suave, durante unos cinco minutos o hasta que esté tierno. El tiempo exacto dependerá del tamaño de los floretes.
- Dejamos enfriar el brócoli y, mientras tanto, picamos finamente la cebolla y abrimos el aguacate por la mitad. Retiramos el hueso y la piel.
- Mezclamos el brócoli, la cebolla picada y el aguacate en un recipiente amplio y hondo. Trabajamos los ingredientes con un tenedor para que el brocomole quede con textura y algunos trozos, aunque se puede triturar con una batidora de brazo en caso de preferir una consistencia cremosa.
- Ahora solo queda condimentar bien la mezcla añadiendo el cilantro fresco picado finamente, zumo de lima (cantidad al gusto), sal, pimienta negra molida, salsa picante tipo Tabasco y aceite de oliva virgen extra.
- Mezclamos todo bien para homogeneizar el conjunto y lo dejamos reposar unos minutos en la nevera, sin pasarnos para que no pierda ese color verde tan bonito que tiene (que ya sabéis que el aguacate, en contacto con el aire, se oxida y tiende a ponerse negro).
- Servimos el brocomole con unos nachos y unas cervezas bien fresquitas…¡está de rechupete!
Consejos para un brocomole perfecto
- Es importante hacerse con buenos aguacate para esta y cualquier otra receta de guacamole que queramos preparar. Si están duros, no podremos machacarlos, y si están demasiado blandos corremos el riesgo de que por dentro estén negros.
- El aceite no es un ingrediente común en la elaboración de guacamole, pero aporta un toque de sabor y cremosidad extra que lo hace merecedor de incorporar a la receta. No dejéis de probarlo.
- El punto de acidez que aporta la lima se puede ajustar fácilmente añadiendo más o menos zumo. Al gusto de cada cual.
- Y lo mismo ocurre con el punto de picante. Si no sois amantes de ello, podéis omitir la salsa Tabasco.
- Al brocomole le sienta muy bien un reposo corto en la nevera, para que coja cuerpo y se enfríe un poco. No os paséis con el tiempo o se tornará parduzco. Se podrá comer sin problema, pero no estará tan bonito a la vista.
Hemos trabajado 2 horas y 05 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
15 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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