Para 4 2€/pers. kcal/100g
Ingredientes
- 12 alcachofas grandes
- 6 dientes de ajo
- 2 patatas grande
- 250 gr. de jamón serrano en tacos
- 1 limón o un manojo de perejil
- 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 chorrito de vino blanco (opcional)
- Sal (al gusto)
Esta verdura es una de mis favoritas, tanto por su sabor, como por sus propiedades nutritivas. En casa nos encantan las alcachofas y siempre que están en temporada aprovechamos para preparar un montón de recetas con ellas. Seguro que hay un millón de recetas de verduras que combinan la alcachofa con otros ingredientes, pero a mí me gusta así, sencilla, con un poco de ajo y jamón y listo.
Se trata de un plato de lo más sencillo, pero no por ello menos sabroso. Alcachofas y jamón, son dos productos que combinan muy bien, dando lugar a recetas muy sabrosas. Ya habéis visto en el blog mi otra versión de las alcachofas con jamón y huevo, otra receta muy fácil que preparamos de manera similar aunque con distintos sabores.
Encontraréis un montón de ideas en el blog para cocinar esta verdura, desde unas alcachofas al horno, pasando por unas sencillas alcachofas con jamón y huevo o como ingrediente esencial en este arroz con alcachofas. Una receta perfecta para disfrutar con los amigos o la familia un día festivo o para el menú semanal. Hoy traigo la que posiblemente sea la combinación más sencilla de estos dos productos: unas alcachofas salteadas con jamón. ¡Una alternativa fácil de preparar y de rechupete!
Receta de alcachofas con jamón
Preparación de las alcachofas
- Lo primero que hacemos es limpiar concienzudamente las alcachofas. Eliminamos las hojas exteriores hasta llegar a la capa en la que tienen un color verde más claro y son más tiernas. A continuación pelamos el tronco, que en éste caso conservamos y cortamos la punta.
- Las dividimos en dos mitades y con la ayuda de una cucharita retiramos la parte central, donde se encuentra la pelusilla que puede dar un sabor amargo.
- Según las vamos limpiando las colocamos en un bol que contenga agua y el zumo del ½ limón para evitar que tomen un color parduzco. Si no os gusta el sabor ácido que le da el limón, podéis hacer el mismo proceso con perejil fresco y agua bien fría. Cualquiera de los dos trucos ayudan a evitar la oxidación, el proceso que se produce al entrar en contacto los fenoles que posee la alcachofa con el oxígeno.
- Ponemos agua en una cazuela, añadimos una pizca de sal, un cuarto de limón y calentamos hasta que hierva. En ese momento añadimos las alcachofas y dejamos durante 30 minutos, dependiendo de lo tiernas que sean. No deben quedar muy blandas.
- Al cabo de este tiempo las retiramos del agua y las ponemos a escurrir sobre papel de cocina para eliminar el agua de la cocción.
- Picamos en dados pequeños la patata y la ponemos a cocer en un cazo diferente del de las alcachofas. Las dejamos hasta que al pinchar estén tiernas pero que no se deshagan.
- Cortamos los ajos en láminas finas y los ponemos a dorar en una sartén o una cacerola baja. A continuación añadimos las alcachofas cocidas, la patata cocida y los tacos de jamón. Añadimos una pizca de sal, pero cuidado que el jamón ya es bastante salado.
- Lo dejamos rehogar todo a fuego bajo unos minutos. Si queréis añadir un chorro de vino blanco, este es el momento. Es ese caso, dejad que el vino reduzca unos 7 – 8 minutos. Retiramos del fuego y servimos inmediatamente.
Consejos para unas alcachofas con jamón perfectas
- Pensad que si compráis las alcachofas frescas debéis cocerlas bien antes de rehogarlas, pues unas de las características de esta verdura es su dureza.
- Si vais a prepararla para niños os recomiendo que utilicéis los corazones de alcachofa que vienen en conservas. Veréis cómo su textura es totalmente tierna y a los niños les será mucho más fácil comerla.
- Una vez cocinadas es bueno consumirlas en el día. Si por algún motivo no las vais a comer inmediatamente es mejor congelar, os durarán dos meses perfectamente.
- Cuando fui a comprar las alcachofas frescas a la frutería, la dependienta me dijo que las podía conservar como si se tratase de flores. Sin cortar el tallo las pones con agua, introduciendo el tallo (como los ramos de flores) y las dejas en el frigorífico. Así se mantendrán duras y crujientes.
- Su recolección suele comenzar en otoño, siendo una verdura más propia del invierno y es que la alcachofa resiste poco las temperaturas altas, haciendo que sus hojas pierdan consistencia y su aspecto sea poco apetecible y su sabor mucho más amargo. Así que cuando queráis coger alcachofas fijaos en su dureza y el crujir de sus hojas, así sabréis que su sabor y textura van a ser de primera.
- Usa guantes mientras limpias y preparas las alcachofas para evitar que se tiña la piel. Las alcachofas se oxidan y se ennegrecen con rapidez al estar en contacto con el aire.
Hemos trabajado 2 horas y 50 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
60 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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