INTERNATIONAL CHAMPIONS CUP
Isco también «cuesta» 100 millones
El malagueño deleita con un partidazo soberbio (3-1). Di María avisa a Bale con un gol, una asistencia y varias jugada de mérito. Kaká, una caricatura. Doblete de Benzema, recuperado para la causa. El Everton, rival en semifinales

Se cuentan con los dedos de una mano los telediarios que le faltan a Gareth Bale para convertirse en jugador del Real Madrid. Mientras tanto, el Zidane de Arroyo de la Miel , Isco, sigue dando clinics veraniegos allá por donde sus botas pisan. El malagueño está señalado para marcar una época en el Real Madrid . Con sólo 21 años, el conjunto blanco ha encontrado al heredero de Zizou por menos de la mitad de lo que Florentino pagó en su día por el astro galo. Por una cuarta parte de lo que va a costar Bale. Y encima es español.
Isco, junto con el mejor Di María en mucho tiempo, catapultaron al Madrid a las semifinales de la International Champions Cup, gracias al triunfo blanco sobre Los Ángeles Galaxy por 3-1, con un doblete de Benzema y un golazo del argentino. La madrugada del sábado al domingo espera el Everton de Roberto Martínez . En la final, la sombra de Mourinho (el Chelsea también se metió en semis al eliminar al Inter) comienza a agrandarse. Menudo morbo.
Inicio eléctrico
Los primeros quince minutos fueron frenéticos por ambas partes, sobre todo, por la blanca. Hasta tres claras ocasiones tuvieron los de Ancelotti para adelantarse en el marcador. En el minuto cinco, Ronaldo remató al larguero un centro de Di María, tras una preciosa asociación entre Isco y Carvajal. En el siete, las manos de Rowe se interpusieron entre el chut de Cheryshev y las mallas. Y en el trece, la sociedad Di María-Carvajal dejó al canterano mano a mano con el guardameta de los Galaxy pero sin final feliz: su intento de vaselina se fue escorado a la derecha de Rowe.
Entre tanto, los angelinos avisaron con una buena internada por el flanco diestro de McBean que casi acaba en un autogol de Carvajal; y con una jugada individual de Villareal por la línea de fondo que finalizó en un tímido chut estrellado en el lateral de la red de Diego López. Esas dos fueron las únicas ocasiones de los de Bruce Arena en toda la primera mitad. Sin Keane y sin Donovan, juegan a otro deporte.
Gol de Di María
Bordeando el cuarto de hora de partido llegó el único tanto de la primera mitad. Quizás, hasta la fecha, uno de los goles de la pretemporada. Pase de Isco de 40 metros desde campo madridista a la carrera de Cristiano; el luso, de primeras, cede el balón a Di María que desde el punto de penalti la pica suavecita ante la salida de Rowe. Genialidad hispano-lusa-argentina.
A partir de ahí, vino otro buen ramillete de ocasiones blancas en los mejores minutos de los de Ancelotti. El Madrid era claro dominador del balón (qué bueno que te fuiste Mourinho), con un Modric excelso y una atrevida defensa adelanta de los americanos que no dejaba de tapar agujeros. En las botas de Cristiano, un par de veces, desde su posición de falso extremo izquierdo, estuvo el segundo, pero el luso perdonó dos manos a mano de los que no suele dejar escapar. También Isco tuvo la suya, pero su «banana» desde la frontal del área se marchó lamiendo el palo derecho de Rowe. Ahí acabó el primer tiempo
Cristiano, sólo 45 minutos
Los más de 40 grados en Phoenix eran motivo de sobra para oxigenar al equipo tras el descanso. Nacho y Benzema sentaron a Pepe y Ronaldo . Cristiano, en su línea habitual: derroche físico superlativo y varias ocasiones de gol, aunque en esta ocasión, con el punto de mira algo torcido. Los genios, aunque no lo parezca, no son perfectos. Mientras, el defensa luso, no tuvo apenas trabajo y sólo salió en la foto cuando posó con sus compañeros para la foto con cara de no haber roto un plato con esa pelambrera, estilo Cholo Simeone, que se ha marcado de look veraniego.
Parece mentira que Kaká fuese una vez Balón de OroEl que seguía en el campo era Kaká. Digo, su sombra. Y soy generoso. Y es que si encima tiene al lado a Isco, es como ver jugar a niños contra adultos. El malagueño, a los cinco minutos de la segunda mitad, se marcó un lujazo en forma de asistencia con el exterior de su bota que acabó en los pies de Benzema : el francés definió perfectamente para anotar el segundo del Madrid. Era la primera bola que tocaba el galo. Parece que la marcha de Higuaín ha despertado a ese «perro» que lleva dentro. Del «gato» de Bournemouth y Lyon, sin noticias.
Pero les hablaba de Kaká. Bueno, más bien «maldecía». El Madrid jugó con diez los sesenta minutos que el brasileño estuvo en el campo. Parece mentira que el 8 en el Madrid lo «luzca» un Balón de Oro que aporte al equipo lo mismo que la portera de mi edificio. Su hoja de servicios anoche en el Universit of Phoenix Stadium fue un pase de dos metros a Carvajal mandado fuera del terreno de juego, y una función de falso nueve más cercana a un falso titular que a un posible delantero. Tiene muchas horas extra Ancelotti con el otrora crack milanista.
Gol de Villareal
Pero volvamos al partido. Pasados dos tercios del mismo, Los Galaxy acortaron distancias gracias a un disparo cruzado de Villareal que pilló a Diego López algo dormido. Ya tienen carnaza los pro y anti Casillas para debatir un par de días. Estúpida polémica. Ya se sabe que no hay más ciego que el no quiere ver. Y en el debate Casillas o Diego López , lamentablemente, muchos argumentan con los ojos vendados. El que mejor esté, jugará. Para misterios de otro tipo, mejor ver Cuarto Milenio.
El tanto «yankee» fue un oasis en el desierto de Arizona. Ancelotti refrescó aún más al equipo con Morata, Ozil y Khedira y los blancos despejaron cualquier duda en el minuto 75, con el segundo tanto de Benzema, de cabeza, tras centro de Di María (tiembla, Bale). Ahí quedó enterrada cualquier mínima esperanza angelina. Y ahí murió el partido. 3-1, y el Madrid a pensar en el Everton. Para hacerlo en Mourinho y en su Chelsea ya habrá tiempo. O no.
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